REFORMA ENERGÉTICA.
UN ANÁLISIS CRÍTICO
Eduardo Romero Bringas1
• Primera parte. ¿Cuáles son las estrategias y políticas:
energética, petrolera y eléctrica?
• Segunda parte. Análisis de la situación actual.
• Tercera parte. La Reforma Energética y sus posibles
efectos negativos.
• Preguntas pendientes por responder tras la promulgación
de la Reforma Energética.
Primera parte
REFORMA ENERGÉTICA
¿Cuáles son las estrategias y políticas: energética, petrolera y eléctrica? (diciembre, 2013).
Existe una confusión en la información que se difunde actualmente sobre el decreto de la llamada “Reforma Energética” promulgada por el Ejecutivo Federal una vez aprobada por el Congreso de la Unión. En primer lugar, es necesario darse cuenta de que no se trata de una política energética y tampoco de una estrategia petrolera. Sino que es simplemente una reforma constitucional para legitimar la posibilidad de participación de inversionistas extranjeros en sectores de la economía nacional considerados estratégicos.
Para comprender esta afirmación es necesario aclarar cada uno de los términos mencionados anteriormente y ver así claramente la implicación que tiene cada uno de ellos en la economía, permitiendo una toma de decisiones basada en conceptos y situaciones reales. Sería entonces, después de tener claros estos conceptos, cuando se podrían generar políticas públicas soportadas por estrategias y planes de acción sólidamente fundamentados.
Política energética
Para definir una política energética, el punto de partida debe ser la determinación de los requerimientos actuales y futuros de energía en nuestro país. Una vez cuantificada esta magnitud, será preciso identificar las diferentes alternativas disponibles para satisfacer dichos requerimientos.
Dentro de estas alternativas existen fuentes energéticas muy diversas. Actualmente se aplican cerca de 20 fuentes distintas en todo el mundo, como son la solar, la eólica, hidroeléctrica, atómica, geotérmica, carbón mineral, biocombustibles, combustibles fósiles, etcétera. Una vez definidas las fuentes energéticas viables, es necesario diseñar una estrategia de su utilización combinada, buscando la aplicación sustitutiva de cada una de ellas, con el fin de lograr la optimización del uso sustentable de los recursos disponibles y la preservación de las fuentes energéticas al menor costo posible a largo plazo.
Estrategia petrolera
Como se puede apreciar por lo anteriormente descrito, la utilización de los yacimientos fósiles es solamente una entre las varias fuentes disponibles de recursos energéticos. No obstante, su utilización tiene varios inconvenientes. En primer lugar, sabemos que los materiales que se obtienen de estos yacimientos petrolíferos tienen la posibilidad de ser transformados en productos para muy diversas aplicaciones, de las cuales, su uso como energético (gasolina, diesel, turbosina y demás) es la menos rentable. Es decir, pueden ser mejor utilizados como materia prima para la elaboración de muchos productos de alto valor agregado, como son fertilizantes, medicamentos, productos alimenticios, textiles, etcétera; lo que se conoce en forma genérica como industria petroquímica.
Comercialización del petróleo
La mercancía con el mínimo valor que se puede obtener de estos yacimientos –antes de transformarlos en energéticos, o mejor aún, en productos petroquímicos– es el llamado “petróleo crudo”. Este crudo es una mezcla sin procesar, de las diversas sustancias que son extraídas en bruto directamente de sus depósitos naturales.
El comercio internacional de la industria petrolera está compuesto en forma genérica de los siguientes productos, con sus precios internacionales aproximados:
Producto Precio por barril o equivalente (USD)
• Crudo 80 a 100
• Energéticos 100 a 150
• Petroquímicos 200 a 800
Como se puede apreciar en la tabla anterior, el valor comercial crece mientras es mayor el procesamiento industrial. Por lo tanto, la venta de crudo y la compra de energéticos o petroquímicos es un negocio altamente desfavorable.
Adicionalmente a esta situación desfavorable para el petróleo crudo, los precios internacionales no son fijados por los productores, sino por especuladores que acaparan la producción a nivel mundial para revenderla a los productores de energéticos y petroquímicos, aumentando aún más el precio de estos productos derivados.
Tomando en cuenta que actualmente el costo de producción de un barril de crudo oscila entre los 10 y 25 dólares estadunidenses (USD) aproximadamente, la utilidad bruta de su comercialización podría ser de 55 a 90 USD por barril. Esta es la verdadera renta petrolera. Por lo tanto, a medida que los costos de producción tendieran a incrementarse –debido a la dificultad de extraer el petróleo de yacimientos cada vez menos accesibles– las utilidades tenderían a disminuir.
Otro factor adicional que puede hacer disminuir el precio internacional del crudo es la sobreoferta de este producto. Es decir, entre más producción mundial se tenga a la venta, su precio disminuiría; mientras que si hay una producción limitada, aumentaría su precio.
Reserva estratégica
Independientemente del precio que pueda alcanzar el crudo en el mercado, la disponibilidad de este recurso será cada vez menor a causa de su alto consumo. Debido a que no se encuentra en el subsuelo de todos los países, los pocos que tienen petróleo cuentan con un patrimonio de gran valor. Este valor será cada vez mayor conforme se agoten los yacimientos a nivel mundial. Por lo tanto, poseer este recurso en el largo plazo constituye una reserva estratégica importante, debido al potencial energético y a la gran cantidad de productos petroquímicos que se pueden obtener. Es por esa razón que varios países buscan asegurar el aprovisionamiento de crudo a largo plazo, incluyendo la compra de grandes cantidades para el almacenamiento de reservas para el futuro.
Los países que cuentan con yacimientos petroleros en su territorio pueden preservar sus reservas asegurando su localización y manteniendo su explotación a un mínimo estrictamente necesario; evitando además, dentro de lo posible, utilizarlo únicamente como energético, que, como ya se mencionó, es el uso de menor valor y que además puede ser fácilmente sustituido con fuentes alternativas de energía.
Reforma constitucional
Con del decreto de la reciente reforma constitucional y sus artículos transitorios se modifican los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los que actualmente se señala el dominio nacional y la importancia de la preservación de los recursos estratégicos; cediendo ahora, contradictoriamente, parte de estos derechos a empresas privadas, principalmente extranjeras, como se puede apreciar en los siguientes fragmentos de este decreto.
Artículo 25
Principio:
• “…el sector público tendrá a su cargo en forma exclusiva las áreas estratégicas…”.
Contradicción:
• “Se apoyará e impulsará a las empresas del los sectores social y privado”.
• “La ley alentará y protegerá la actividad económica que realicen los particulares…”.
Artículo 27
Principio:
• “El dominio de la nación es inalienable e imprescriptible”.
Contradicción:
• “El Estado puede celebrar contratos con particulares”.
• “…llevará las actividades mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos con éstas o con particulares…” .
Artículo 28
Principio:
• “No serán monopolio las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en áreas estratégicas como el sistema eléctrico nacional y la exploración y extracción de hidrocarburos.”
Contradicción:
• “El Estado contará con el fideicomiso denominado
Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización
y el Desarrollo, con fiduciario el Banco de México, para administrar los ingresos derivados de las asignaciones
y contratos”.
Transitorios. Contradicciones con los principios constitucionales
Cuarto
• “modalidades de contratación: de utilidad o producción compartida o de licencia…
I) En efectivo;
II) Porcentaje de la utilidad;
III) Porcentaje de la producción, y
IV) Transmisión onerosa de los hidrocarburos
extraídos con licencia…”.
Quinto
• “…particulares podrán reportar contablemente los beneficios esperados”.
Séptimo
•“…cadenas productivas nacionales ajustada a los tratados internacionales”.
Octavo
• “…Preferencia en el uso territorial para actividades de exploración y extracción, y de transmisión de energía.”
Si se elimina de facto al petróleo y a la electricidad como estratégicos y se pierde esa exclusividad que señalan los artículos 25, 27 y 28, dichas áreas estratégicas absurdamente quedarían prácticamente reducidas al uso voluntarioso de propósitos otros que los de interés nacional. Las empresas extranjeras tendrán siempre como prioridad los intereses de sus corporaciones, antes que los intereses del pueblo de México.
Empresas nacionales y empresas extranjeras
Por otra parte, sabemos que el fin último de una empresa es la obtención de utilidades para sus accionistas. Como requisito para operar, es necesario que incurra en costos como son los salarios, la adquisición de materiales y servicios para la producción, el pago de impuestos y otros. Debido a que cada uno de estos costos disminuye sus utilidades, tratará siempre de minimizarlos, no de incrementarlos. Además, las empresas nacionales, públicas o privadas, generan utilidades que ingresan al territorio nacional y constituyen la riqueza del país. Por el contrario, las empresas extranjeras extraen sus utilidades del territorio nacional para integrarse a la riqueza de su país de origen.
La inversión extranjera se podría justificar solamente si se realiza de manera temporal y complementaria, y no como la base del proceso industrial del país, sobre todo en refinación y petroquímica, cuando la inversión nacional pública o privada no pudiera cubrir las necesidades “aguas abajo” en la cadena productiva de productos petroquímicos, intermedios y de consumo directo, con tecnologías innovadoras. El afán de lucro no puede ser el fin esencial de aprovechar los recursos estratégicos.
Resumen
Recapitulando lo mencionado anteriormente, se puede afirmar que:
a) La explotación de los yacimientos petrolíferos no debe ser incrementada indiscriminadamente, sino por el contrario, debe ser limitada a un mínimo razonable, de tal manera que estos recursos estratégicos sean preservados el más largo tiempo posible y buscado su uso más productivo para la nación, propietaria originaria de los mismos.
b) El uso de los hidrocarburos como energéticos debe buscar complementarse y sustituirse en la medida de lo posible por otras fuentes de energía, debido al alto aprovechamiento potencial que tiene el petróleo como materia prima de una gran variedad de productos petroquímicos para diversos usos en varias áreas productivas.
c) La venta de petróleo crudo, combinada con la compra de energéticos y productos petroquímicos, es un pésimo negocio debido a la gran diferencia de precio que existe entre ellos. Por lo que la reforma debe enfilarse a reconvertir y reconstituir los medios para aumentar la capacidad de refinación y petroquímica.
d) La participación de empresas nacionales, públicas o privadas, en las actividades económicas del país permite incrementar el ingreso nacional cumpliendo con sus obligaciones fiscales y de reinversión. La participación de empresas extranjeras puede ayudar también bajo las mismas condiciones bajo contratos de servicios de uso conocido, pero sin necesidad de extraer y llevarse parte de la riqueza nacional.
e) El aumento de la producción de crudo para el mercado internacional propicia la disminución de su precio. Es decir, se podría caer en el absurdo de vender más volumen de petróleo a un precio menor, de tal manera que los ingresos netos no se incrementen significativamente y que sin embargo, las reservas sí disminuyan considerablemente.
f) La modificación constitucional de los artículos 25, 27 y 28 puede dejar a la industria petrolera fuera de la categoría de área estratégica, dejando desprotegido un recurso patrimonial no renovable de gran valor y auspiciar problemas de soberanía políticos y jurídicos.
Conclusiones
1. En la reforma promulgada se busca incrementar la extracción de crudo, sin condicionarla a una estrategia de preservación de las reservas.
2. En la propuesta no se especifica una política energética en la que se elimine paulatinamente el uso de combustibles fósiles.
3. Tampoco se presenta un programa para recuperar la producción de refinados y de petroquímica nacionales.
4. Se pretende incluir a empresas extranjeras para aumentar la exploración, extracción y comercialización de petróleo sin cortapisas, con lo que desfavorablemente se aceleraría el agotamiento de las reservas, tanto de las probadas como de las probables a futuro.
5. Ante un incremento de oferta de crudo a nivel mundial que propicie el descenso de los precios, y si además se comparte la utilidad de su comercialización con empresas extranjeras, los ingresos disminuirían aún más, a la vez que se pierden las reservas estratégicas.
6. La importación de combustibles y de productos petroquímicos, así como la exportación del petróleo crudo, producen una relación de intercambio desfavorable para el país.
7. No es necesario ni conveniente desclasificar a la industria petrolera como área estratégica a nivel constitucional, para poder definir una política energética y una estrategia petrolera nacional.
8. El margen de utilidad que actualmente se obtiene por la venta de crudo puede incrementarse si en su lugar se reduce la importación de petrolíferos refinados y se exportan productos petroquímicos de mayor valor agregado.
9. Estos ingresos, aun los de la venta del mismo crudo, son suficientes para invertir en la investigación en aguas profundas, la reconversión de refinerías, el desarrollo de la producción petroquímica y, en la medida de lo viable, el aprovechamiento de lutitas. Adicionalmente, se puede invertir también en tecnologías energéticas renovables alternativas.
Recomendación final
Por lo anteriormente expuesto, se puede concluir que no es necesaria una reforma constitucional como la decretada por el Ejecutivo. En cambio, lo urgente es establecer una política energética, que asegure al país satisfacer sus necesidades a corto y largo plazo, con fuentes disponibles y alternativas que produzcan un racional uso de los recursos y debida protección ambiental.
Además, se requiere de una planeación sólidamente fundamentada para preservar el petróleo como un recurso estratégico, el cual debe ser utilizado primordialmente en la elaboración, por parte de empresas nacionales, de productos refinados y petroquímicos de mayor utilidad y valor agregado y menos gravosos para la balanza de pagos.
Segunda parte
Análisis de la situación
actual (febrero, 2014)
Considerando que actualmente se está tratando de dar marcha atrás a la reciente reforma de los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, es necesario plantearnos cuál debe ser realmente la estrategia que debe seguir la industria petrolera nacional, independientemente de que se mantenga o se cancele la reforma antes mencionada.
Si se cancela la reforma, deberá promoverse inmediatamente una nueva reforma que contenga los criterios adecuados para que la industria petrolera favorezca el verdadero desarrollo del país. Si no se cancela la reforma, será necesario introducir dentro de las leyes secundarias estos mismos criterios, para garantizar que no se siga perjudicando a esta industria y que prevalezcan de todas maneras los mismos principios que regirían una nueva reforma.
A continuación se presenta un breve análisis que pretende resumir algunos de los planteamientos más importantes que hemos analizado anteriormente. Al mismo tiempo, se agregan algunas propuestas concretas sobre los criterios que podrían quedar establecidos, ya sea en una nueva reforma o en la legislación secundaria que se está preparando actualmente.
Se espera que estas reflexiones contribuyan al mejor logro de los procesos legislativos que favorezcan la utilización de nuestros recursos petroleros a favor del desarrollo económico y social de nuestro país, con el mínimo deterioro ambiental.
Es deseable que conjuntamente podamos construir propuestas que influyan favorablemente en los grupos encargados actualmente de tomar las decisiones que pueden tener trascendencia en el desarrollo y bienestar de nuestro país.
Breve análisis de la actual industria petrolera en México
Propuesta para
la legislación
Introducción
La situación actual de la industria petrolera de México puede analizarse primeramente a partir de la revisión de la operación de Pemex durante los últimos 30 años. En este periodo se ha observado una disminución de las reservas probadas de petróleo, al mismo tiempo que se ha mantenido un ritmo de extracción de crudo que supera la capacidad de procesamiento instalada, manteniendo un alto volumen de exportación.
La relación extracción/procesamiento ha disminuido, por una parte, debido al cierre o desmantelamiento de algunas instalaciones de refinación y petroquímica, las cuales no han sido sustituidas con inversión en ampliaciones o construcción de nuevas plantas. Por otra parte, el agotamiento de pozos no ha sido compensado mediante la explotación de nuevos yacimientos, mermando así las reservas disponibles.
Otro aspecto que es necesario revisar en el análisis de esta industria, es el desmantelamiento de plantillas de ingeniería especializadas, tanto para el diseño y la operación de plantas, como para la investigación y desarrollo de tecnología. Este hecho ha provocado que gran parte del trabajo técnico requerido deba de importarse, a pesar de contar en el país con personal altamente calificado y reconocido a nivel internacional.
La consecuencia de esta estrategia de operación ha sido la disminución en la producción de refinados y petroquímicos, que contienen un alto valor agregado tanto para el consumo interno como para la exportación; en cambio la exportación de crudo sin ningún valor agregado se mantiene alta, bajo la suposición de que con esta comercialización se podrían ingresar divisas suficientes para sufragar los gastos derivados de compromisos fiscales y de deuda pública interna y externa.
Contrariamente a esa suposición, una gran parte de las divisas que se obtienen por esta venta de petróleo crudo se utilizan para la adquisición en el extranjero de los refinados y petroquímicos que se han dejado de producir en el país, a precios mucho más elevados. Además, al dejar de producir estos productos en el país, no sólo se pierde la oportunidad de obtener un ingreso de divisas muy superior si se comercializaran estos bienes con gran valor agregado, sino que también se pierde la experiencia y capacidad técnica para mejorarlos y diversificarlos, dejando ocioso el alto potencial humano con el que se cuenta actualmente.
Tomando en cuenta las consideraciones mencionadas anteriormente, se puede concluir que es conveniente realizar cambios en la estrategia de operación, de tal manera que se pueda optimizar el aprovechamiento de este recurso natural estratégico para el desarrollo del país.
Sin embargo, las iniciativas de reformas constitucionales recientemente aprobadas por el Congreso de la Unión plantean ciertas perspectivas de cambio que pueden representar un riesgo aún mayor para esta industria y para la economía del país. No obstante, si se toman las medidas necesarias para establecer criterios fundamentales que minimicen o eliminen estos riesgos y si se orientan las posibilidades de inversión para favorecer el restablecimiento de la capacidad de procesamiento en refinación y petroquímica; revirtiendo así el deterioro generado en las últimas décadas y proyectando esta industria nuevamente al más alto nivel a favor de nuestro país, se podrían lograr los verdaderos cambios que se requieren desde antes de dichas reformas, como se plantea en este análisis.
A continuación se presenta un análisis FODA, donde se señalan, no de manera exhaustiva, algunas de las fortalezas y debilidades que presenta actualmente nuestra industria petrolera después de la errónea estrategia de los últimos años, así como las oportunidades y amenazas que se podrían presentar a partir de las recientes reformas constitucionales:
Conclusiones
Con base en las amenazas descritas en el análisis anterior, se puede advertir que es necesario evitar que se extraiga indiscriminadamente el petróleo crudo para exportación, debido a que, además de agotar rápidamente las reservas que se puedan tener, limitaría el desarrollo de la industria de refinación y petroquímica en el país. Por otra parte, la sobreoferta de crudo a nivel internacional reduce el nivel de precios, disminuyendo los ingresos para el Estado, que además tendría que compartir los beneficios de la comercialización con las empresas extranjeras que participen en nuestro país.
Por otra parte, como se aprecia en las oportunidades del cuadro anterior, si se recibe inversión que complemente los procesos de exploración y extracción, y sobre todo si se instalan plantas de procesamiento, se puede desarrollar la industria petroquímica dentro de nuestro territorio. La venta de estos productos, tanto en el interior como en el extranjero, produce mucho mejores beneficios económicos, como ya se anotó anteriormente.
Para poder aprovechar estas oportunidades y evitar las amenazas potenciales observadas, es necesario hacer uso de nuestras fortalezas e incrementarlas, eliminando al mismo tiempo las debilidades que han sido un lastre en el desarrollo de esta industria.
Propuesta
Con el objeto de poder alcanzar las ventajas que se plantean en las conclusiones mencionadas sería necesario incluir, dentro de las leyes reglamentarias de la reciente reforma, las condiciones que permitan obtener las inversiones en las áreas en las que sea más favorable para el país y evitar asimismo el agotamiento de las reservas petroleras, con el fin de preservarlas estratégicamente el mayor tiempo posible.
1. Para lograr lo anterior debe quedar estipulado en la nueva reglamentación, como criterio principal, que la plataforma de extracción de crudo debe quedar limitada a la capacidad de procesamiento interna en el país. Por lo tanto, quedará excluida la posibilidad de exportar petróleo crudo con nulo valor agregado.
2. Como segundo criterio deberá favorecerse la localización de nuevos yacimientos para incrementar las reservas probadas. Este incremento de reservas no implica de ninguna manera un incremento en la extracción fuera de la plataforma establecida con el criterio señalado anteriormente.
3. La refinación y la petroquímica básica serán regidas y controladas por el Estado tomando como base las necesidades internas de consumo y desarrollo.
4. La producción petroquímica secundaria será estimulada para la exportación.
5. La integración de proveedores y la cadena de valor nacionales de esta industria serán consideradas como prioritarias en la política económica del país.
6. La investigación y desarrollo, así como la formación de personal de alta calificación técnica dentro de esta industria recibirán estímulos especiales.
7. La corrupción y el despojo a la nación de los beneficios de esta industria se consideran traición a la patria.
8. Los daños al medio ambiente provocados por las actividades de esta industria serán sancionados con la más alta penalidad contenida en la legislación del país, además de la obligación de la reparación del daño y la cancelación de licencias o contratos presentes y posteriores para las empresas responsables.
Epílogo
Con la inclusión de estos criterios dentro de las leyes secundarias, se podría aprovechar la reciente reforma para recuperar el daño producido durante las recientes décadas y se evitarían las amenazas que puede significar dicha legislación. La implantación de esta legislación deberá establecer un plazo de transición no mayor a cinco años para permitir la sustitución de la renta petrolera actual por los más lucrativos ingresos derivados de la exportación de petroquímicos. De esta forma, la política fiscal podrá ser ajustada sin resentir ningún perjuicio, antes de recibir los beneficios de esta nueva estrategia petrolera más favorable para México.
Tercera parte
La Reforma Energética
y sus posibles efectos
negativos (julio, 2014)
La Reforma Energética recientemente aprobada por el Congreso plantea una serie de expectativas de beneficio para México, sin embargo no presenta argumentos verificables que puedan soportarlas. Por el contrario, los escenarios probables basados en los antecedentes de estas políticas en nuestro país y las evidencias actuales en el contexto internacional, demuestran que se establecerán condiciones en las que se puede prever una cadena de efectos negativos en varias áreas de la vida en nuestro país.
Lo anterior significa daños tanto ecológicos como en el desarrollo tecnológico e industrial, en el empleo y la educación, en la economía, y consecuentemente en el desarrollo social y el bienestar de la población. Los dos efectos negativos directos de la aplicación de estas reformas son: la cuantiosa exportación de crudo y la participación de empresas extranjeras en esta depredación de un recurso patrimonial estratégico y no renovable. De estos dos efectos primarios se deriva una cadena de efectos secundarios que pueden dañar gravemente diversos aspectos de la economía y el bienestar de la sociedad mexicana.
A continuación se presenta un diagrama con notas explicativas que permite visualizar estos lamentables acontecimientos previsibles.
EFECTOS DIRECTOS
Exportación de crudo
La extracción de crudo actual es de aproximadamente 2.5 millones de barriles diarios, de los cuales sólo se destina al consumo interno 1.5 millones y el resto es para exportación.
Con la reforma se pretende incrementar el volumen de extracción para destinarla principalmente a la exportación. Para cubrir los requerimientos de las compañías extranjeras se podrían llegar a extraer cerca de los 5 millones de barriles diarios. Esto llevaría a un agotamiento acelerado de las reservas actuales.
Extranjerización
El proceso de apertura para la participación del sector privado en las actividades relacionadas con las industrias petrolera y eléctrica –hasta ahora reservadas únicamente para el Estado– propicia la entrada principalmente de las empresas extranjeras más grandes del mundo en esta rama industrial.
Los intereses de estas empresas no necesariamente coinciden con los intereses y necesidades de nuestro país y frecuentemente suelen estar en franca contradicción, como ya ha sido demostrado en el pasado. Esta actitud de prepotencia aún se presenta en la mayoría de los países en los que se encuentran operando.
Estas empresas cuentan con un enorme poder económico, con el que son capaces de ejercer una gran influencia política, tanto en sus países de origen como en los países huéspedes, como el nuestro. Todo esto tiende a propiciar corrupción y abusos en contra de la economía y la sociedad locales.
EFECTOS SECUNDARIOS
Ecológicos
Agotamiento
Las reservas probadas (P) en México se estiman en poco más de 10,000 millones de barriles (mb). Al ritmo de extracción actual de 2.5 millones de barriles diarios (mbd) –si no se incrementan estas reservas– podrían agotarse en un lapso no mayor a 10 años. Si se duplica el volumen de extracción podríamos agotarlas en cinco o seis años.
A esos niveles de extracción, aun duplicando las reservas con la adición de las reservas probables (2P), también se agotarían cuando mucho en 20 o 10 años, respectivamente. Si se llegan a localizar nuevos yacimientos (3P) y se extraen esos hidrocarburos para su exportación en crudo, la pérdida patrimonial será aún mayor.
Uso de suelo
En las reformas constitucionales en materia energética, se establece la prioridad del uso del suelo para la exploración y extracción de hidrocarburos, sobre cualquier otra actividad.
Esta disposición pone en gran riesgo la propiedad privada y social del territorio nacional, que además puede dañar actividades como: la agropecuaria, habitacional, turística, ecológica y cualquier otra que sea fundamental para el bienestar de la población.
Se dice que mediante la figura de la “ocupación temporal” las empresas “negociarán” con los actuales poseedores de los predios una “participación” de las utilidades de la explotación… David “negociando” contra Goliat.
Contaminación
Toda explotación de recursos naturales produce cierto grado de deterioro ambiental. En el caso de la extracción de hidrocarburos, el efecto contaminante se produce principalmente por emanaciones de gas en la atmósfera y por derrames de sustancias nocivas tanto en el suelo como en el subsuelo.
En el caso específico de la extracción de gas y aceite de esquistos o lutitas (gas shale), la afectación se extiende al consumo y contaminación de grandes cantidades de agua adicionadas con sustancias tóxicas utilizadas en el proceso.
Industriales y tecnológicos
Importación
La importación de derivados del petróleo ha crecido paralelamente a la exportación de crudo. Las cifras de la compra de gasolinas lo confirman. En petroquímicos, el valor monetario es aún mayor, aunque difícil de cuantificar con precisión por su diversidad.
Entre 2000 y 2013, la importación de gasolinas creció 17% en promedio cada año. Las compras al exterior pasaron de 90 mil 600 barriles diarios en 2000 a 358 mil 700 barriles diarios en 2013. En 2000 la importación de gasolinas representaba 19% del consumo nacional, en 2011 alcanzó su máximo, con 50%, y al cierre de 2013 se redujo a 45%, de acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos.
El Economista, 18 de febrero de 2014
Por lo menos durante los últimos 25 años, nadie ha comprado tanta gasolina en el mercado estadunidense como México, y su participación en las exportaciones que ha realizado EU del combustible en ese periodo ha oscilado entre 56 y 87%. Para México, las compras de gasolina en Estados Unidos representan 77% de sus importaciones totales del combustible, el resto lo obtiene en Holanda, que aporta 11%; en Arabia Saudita, de donde proviene 4%; seguido por Italia, con 3%, y otros países, con menor participación, según datos de la Secretaría de Economía.
El Economista, 20 de mayo de 2012
Cadena de valor
La tendencia al desmantelamiento y subutilización de las refinerías y plantas petroquímicas nacionales continuará siendo propiciada al incrementarse la exportación de crudo y la importación de los derivados procesados en el extranjero. Esta práctica dejará los precios de estos productos intermedios a merced del mercado internacional, eliminando las ventajas que podrían obtenerse con la integración de la cadena de valor dentro de Pemex. De esta manera se pierde competitividad en la producción de los productos secundarios y de consumo final que utilizan estos materiales como materia prima.
Cadena de suministro
Al instalarse en México las empresas extranjeras, de acuerdo a los tratados internacionales, se pierde la obligación de contratar bienes y servicios técnicos nacionales. De esta manera se desintegran las cadenas de proveeduría formadas principalmente por pequeñas y medianas empresas que generan la mayor parte del empleo calificado en nuestro país.
Desarrollo tecnológico
Al contratar la instalación de plantas productivas, junto con personal técnico de alto nivel de procedencia extranjera en las empresas trasnacionales, se pierde el incentivo para crear y fomentar instituciones y empresas nacionales que podrían desarrollar el avance tecnológico de nuestro país.
Educativos y laborales
Cuadros de ingeniería
Ante la falta de demanda de firmas nacionales para la instalación de las nuevas plantas de empresas extranjeras, se desintegran los equipos de ingenieros especializados de alto nivel, propiciando su desocupación o desnacionalización.
Educación técnica
Como consecuencia de la falta de demanda de técnicos de alto nivel especializado, se propicia un bajo nivel de crecimiento en la matrícula para estas disciplinas en las instituciones educativas del país.
Empleo
El primer impacto en el empleo al sustituir las instalaciones productivas de Pemex por las de empresas extranjeras es la desaparición de los niveles de alto nivel técnico nacionales para dirigir y operar dichas plantas. Además, la creciente tendencia a la automatización de procesos para reducir mano de obra, propicia la reducción de las contrataciones laborales, tanto técnicas como administrativas.
Económicos y sociales
Balanza de pagos
La compra de petrolíferos y petroquímicos en el exterior, debido al desmantelamiento y subutilización de la capacidad instalada en la industria petrolera, implica un alto consumo de gasolinas y otros productos importados que podrían y deberían producirse dentro del país. Esto genera un efecto negativo en nuestra balanza comercial y en la balanza de pagos.
En el país resulta más caro producir que importar la gasolina Magna, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF). De acuerdo con el organismo, en 2011 el costo promedio de elaboración de este combustible fue de mil 569.1 pesos por barril, equivalente a 9.87 pesos el litro, con lo que superó los mil 543 pesos el barril, o 9.71 pesos el litro, que costó importarla. Según sus cálculos, se generaron faltantes de gasolina equivalentes a 10 millones 402 mil 500 barriles en el año, con un valor estimado en 16 mil 090, millones de pesos.
Por otra parte, la ASF indicó que Pemex Refinación sólo utilizó en ese año 73.6% de su capacidad instalada en la producción de petrolíferos; estima que en los siguientes años las importaciones de gasolinas seguirán aumentado y hacia 2030 representarán 61.2% del consumo.
El Financiero, 12 de febrero de 2014
Costo energético
La homologación de los precios de los energéticos con el mercado internacional propicia una pérdida de la ventaja comparativa de nuestro país como poseedor de los recursos naturales. De esta manera, tanto para la población como para los industriales, aumentan los costos a nivel internacional, pero no aumentan los ingresos en la misma proporción.
Pasivo laboral
Este pasivo incluye las obligaciones por los conceptos siguientes:
• Beneficios directos a corto plazo
• Beneficios directos a largo plazo
• Beneficios por terminación
• Beneficios post-empleo
Por lo anterior, es necesario cuantificar los montos reales en esta materia correspondientes a Pemex, convertida en “empresa productiva del Estado”; especialmente ahora que la Cámara de Diputados ha solicitado que este pasivo laboral pase a formar parte de la deuda pública, liberando a la empresa de este compromiso, junto al gobierno federal que se asume como “propietario” de esta nueva entidad.
Si la estrategia a seguir en adelante será eliminar numerosas plazas de trabajo, lo que implica la salida de un gran número de trabajadores –“para hacer más eficiente y competitiva a la empresa” o para dejar un mayor espacio a las empresas extranjeras–, este pasivo será convertido en un gasto oneroso para las finanzas públicas.
Independientemente del monto al que ascienda este pasivo –que puede ser de gran cuantía– lo importante es que se estaría volviendo a endosar a la población un nuevo “rescate” de una gestión en la que existieron responsables de las decisiones y por lo tanto de las consecuencias de las mismas.
Presupuesto fiscal
Tomando en cuenta que más de 30% del Presupuesto de Egresos de la Federación depende de los ingresos petroleros, si un alto porcentaje de la renta petrolera se comparte con las empresas extranjeras, será necesario un incremento proporcional en la explotación de nuestros recursos para recaudar la misma proporción de nuestro presupuesto. Esto crea un absurdo: ganamos lo mismo incrementando el agotamiento de nuestro patrimonio.
Soberanía
La presencia en nuestro país de las empresas más grandes del mundo, con una conocida influencia económica y política a nivel mundial, atenta contra la soberanía nacional al crear una dependencia en varios aspectos: tecnológico, económico, financiero, laboral y energético, entre otros. Esto propicia un retraso permanente en el desarrollo social, como ha sucedido a lo largo de la historia de muchos países, como el nuestro, en los que se presenta esta situación.
Preguntas pendientes por responder tras la promulgación de la Reforma Energética (agosto, 2014)
Al iniciar las operaciones, las empresas extranjeras:
1. ¿Cuál es el objetivo de acelerar la extracción y exportación de petróleo crudo sin procesar?
2. ¿Cuál será el volumen máximo de extracción y exportación diaria de petróleo? ¿Quién lo determinará y bajo
qué criterio?
3. ¿Quién y cómo supervisará el cumplimiento de estos
límites?
4. ¿Cuánto tiempo se tiene estimado que durarán las
reservas probadas y probables 2P?
Al agotarse el petróleo crudo en nuestro país:
5. ¿Cómo se financiará el gasto público federal y estatal?
¿Impuestos, deuda interna o deuda externa? ¿En qué
proporción cada uno de ellos?
6. ¿Cómo se cubrirá la demanda interna de crudo?
7. ¿Con qué compraremos los petrolíferos que importamos?
8. ¿Cómo y cuánta energía eléctrica se generará?
¿A qué costo?
Si se extrae el gas shale:
9. ¿Cuánto tiempo durarán las reservas de este gas?
10. ¿Qué proporción de la demanda total de gas se obtendrá con esta tecnología?
11. ¿Qué tratamiento y uso tendrán las aguas residuales de este proceso?
Reflexión final
En una planeación de tipo estratégico se crean compromisos que deben garantizar los beneficios de la inversión y el trabajo realizados, en los que se señalan objetivos cuantificables y medibles, con fechas y responsables preestablecidos, así como mecanismos de evaluación y medidas correctivas o sanciones en caso de incumplimiento. Adicionalmente se pueden mencionar algunas expectativas que serían deseables y que buscan justificar la intención de los planes, pero que no se pueden garantizar, o incluso podrían no realizarse.
Con las recientes reformas constitucionales únicamente se mencionan las expectativas, pero no se señalan los objetivos que se deben garantizar y tampoco los plazos comprometidos, con fechas y responsables para su cumplimiento. Cuando esto sucede, la planeación se convierte solamente en una ilusión, que no es lo que este país necesita.
Al concluir el reciente proceso legislativo en materia energética no se realizó la reforma que necesita el país. No se estableció una estrategia de sustitución de fuentes de energía alterna a los combustibles fósiles; no se estableció un plan de inversión en petroquímica para agregar valor a nuestros recursos naturales; no se estableció un plan de desarrollo industrial y tecnológico a partir del uso racional de los hidrocarburos; tampoco se marcaron los montos y los parámetros para la distribución de los ingresos que se pretende obtener en el corto y mediano plazo.
Lo que se logró fue: asegurar a los inversionistas extranjeros la posibilidad de participar en la explotación de nuestra riqueza petrolera, asegurando una utilidad económica para sus accionistas. También se comprometió la utilización del territorio nacional para la extracción de hidrocarburos en forma prioritaria, sobre cualquier otro uso al que se pudiera destinar por parte de sus legítimos poseedores, ya sean privados o sociales. Además, se transfirió la propiedad de Pemex y la CFE, de la nación mexicana (pueblo, territorio e instituciones públicas) como “empresas paraestatales”, al gobierno federal (organismo encargado de administrar las políticas públicas a nivel federal) como “empresas productivas del Estado”.
Desde hace varios años, el país sí ha requerido de una reforma energética, pero no la que se acaba de promulgar. Es necesario y urgente realizar dicha reforma, en la que se busque preservar por el mayor tiempo posible la disponibilidad de los hidrocarburos como materia prima no renovable. También se debe garantizar el óptimo aprovechamiento de estos recursos, al agregarles el mayor valor posible mediante su procesamiento dentro del territorio nacional. Además se debe asegurar la utilización de los ingresos obtenidos de la comercialización de esos productos, en beneficio de la sociedad y el desarrollo nacionales, mediante planes concretos con metas, plazos, responsables y mediciones de valuación claras. Solamente de esta manera realmente podremos decir con certeza:
El petróleo es de todos los mexicanos.
1 Ingeniero químico y economista por la UNAM. Profesor en el Sistema de Universidad Abierta de la UNAM.