RESUMEN Y CONCLUSIONES DEL ANÁLISIS POLÍTICO DE
LA REFORMA ENERGÉTICA
Eliezer Morales Aragón1
1.- En el contexto actual, es necesario plantear un hecho: la profunda naturaleza política de nuestra lucha; y a partir de ello, señalar claramente que se trata de una contienda de largo plazo.
Con esta visión entendemos las reformas energética, laboral, educativa, hacendaria y en telecomunicaciones, en la línea de sometimiento de México al Consenso de Washington. Una verdadera traición a la patria, cuyos puntos cruciales fueron la implantación del modelo neoliberal a partir del régimen de Miguel de la Madrid y su clarificación como proyecto de nación por Carlos Salinas de Gortari.
El diseño y aplicación de este modelo fue resultado fehaciente de la fusión de los intereses de la oligarquía mexicana con el capital trasnacional y la fuerza del Estado mexicano, y su superación pasa fundamentalmente por un profundo cambio en la correlación de las fuerzas políticas del país.
El asesinato de Luis Donaldo Colosio, los fraudes electorales contra Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, la privatización del ejido y el desmantelamiento de las empresas públicas son los momentos cruciales de la marcha triunfal de un proceso para privatizar y extranjerizar las palancas y los bienes fundamentales de la economía mexicana.
2.- La prédica de la clase política es: las decisiones las tomamos nosotros y las coagulamos en las instituciones. La nuestra es: la política se hace haciendo política. Esta paradoja o redundancia aparente se explica señalando que en la naturaleza de nuestra lucha se encuentra el meollo de la discusión en torno al hecho de que la clase política, a partir de la normativa del derecho positivo, se arroga para sí todas las decisiones fundamentales en todos los órdenes de la vida del país. En ese sentido, los individuos y los partidos, así como organismos como el INE (antes IFE), los institutos estatales electorales y los tribunales, el federal y los locales deciden todo al margen de los ciudadanos.
En efecto, esa clase política interpreta y aplica la ley a su conveniencia, apoyándose en tribunales a modo, en jueces que tuercen los procedimientos y anulan la norma, complementados con toda una estructura donde caben lo mismo las diversas policías, las Fuerzas Armadas y las cárceles. Así, la ciudadanía mexicana, que nunca ha dejado de luchar, tiene uno y mil obstáculos para ejercer sus derechos e incidir en la conducción de Estado. Por ello, las tareas más importantes para desarrollar una ciudadanía plena reside en romper las trabas constitucionales y paraconstitucionales; las prácticas del régimen político como el control corporativo, la compra del voto, el fraude electoral; la inmoralidad de empobrecer a la población y con dádivas hacer de cada pobre un votante a favor del sistema; la acción mediatizadora de la televisión, la radio y la prensa; la corrupción, la intimidación abierta o encubierta hasta superar el ostracismo en que han hundido a la ciudadanía y convertirla en participativa. Ahora y en el largo plazo este es un objetivo absolutamente indispensable.
3.- Es nuestro deber plantear las grandes dificultades que es necesario vencer con el propósito de lograr el objetivo de revocar las reformas constitucionales ya aprobadas. O sea, ante un gran obstáculo es necesario desplegar grandes esfuerzos para echar atrás las decisiones ya cristalizadas en las reformas constitucionales. Lo enorme de la tarea tiene su correspondencia con la construcción de una movilización social y un embate de la misma magnitud. Esto significa que esta batalla, además de la izquierda que debe empeñar su mejor esfuerzo, debe entender desde ahora que esta empresa debe concitar la concurrencia de sectores sociales adicionales a la izquierda misma. Por ello, además de que las movilizaciones deben congregar a toda la izquierda, sin excepción, debe procurarse desde ahora arrastrar a nuestro lado a todos los jóvenes, estudiantes, trabajadores organizados o no, a los maestros de todos los niveles, a las mujeres, empresarios nacionalistas de todos los tamaños, campesinos, sin importar su credo, preferencia sexual, origen étnico o nivel económico. Esta mención es para enfatizar que se trata de una lucha de todos y es necesario desarrollar un autentico terremoto ciudadano si es que se desea tener éxito. El propósito de esta tónica es comprender desde ahora que la movilización social en el sentido más amplio de la palabra es necesario para generar un gran movimiento político-social poseedor de una enorme claridad en sus objetivos, vigoroso y certero en sus razonamientos. Su fuerza debe fundarse en la solidez de sus argumentos y, por tanto, debe ser poseedor de una sólida convicción en sus ideas.
4.- Uno de los referentes más constantes que hemos venido desarrollando para vertebrar nuestra oposición a las reformas constitucionales fue una doble consideración. La primera de ellas se basa en la naturaleza profundamente regresiva de las iniciativas ya aprobadas y que coagularán en el muy corto plazo en la legislación secundaria. En el caso de la Reforma Energética, sus perfiles se encuentran ya prefigurados en los 21 transitorios y se concretarán en las próximas semanas. El segundo elemento toral, imbricado con el anterior, es el propósito explícito de la privatización modernizadora explícita en sus componentes básicos. El cariz absolutamente innegable, tipológicamente neoliberal, es rechazable en tanto la total ausencia de carácter social está divorciada desde el origen del propósito social que le confirió el constituyente. No sólo en el tenor de los artículos hoy reformados, sino también de lo que es la tónica de otras definiciones, también de naturaleza social. Este hecho nos lleva a presentar como argumento político central la idea de que no sólo se trata de una reforma sumamente lesiva sino además implica la ruptura del pacto social, pues, como si se tratara de un golpe de Estado, desaparecieron lo poco que había de estado de derecho, la división de poderes, el pacto federal, liquidaron la soberanía nacional, cedieron derechos sobre el subsuelo y las aguas nacionales, continuaron desmantelando la política social y dejaron el interés nacional en manos de tribunales internacionales. En síntesis, llenaron de oprobio a las instituciones, modificaron las reglas de la convivencia política y destruyeron el tejido social. La consecuencia política de este argumento nos lleva a postular la improcedencia de las reformas y, por tanto, la necesidad de su revocación mediante la consulta ciudadana y la amplia movilización social.
5.- Lo anterior nos lleva directamente a plantear, sin mediaciones, el contraste existente entre nuestra posición y la sustentada por la dualidad PRI y PAN, que en todos los casos es necesario calificar como eje conservador de la vida política nacional. Se trata en realidad de confrontar la posición reaccionaria que ya desde sus primeras expresiones ha descalificado la posibilidad de conceder a la revocación, prevista en el artículo 35 constitucional para ser aplicada a las reformas ya promulgadas, así como al conjunto de consecuencias jurídicas, económicas, laborales y demás. Debemos tener claro que ésta es apenas la primera fase de la batalla. Es necesario tener claridad en este punto.
6.- Enseguida se encuentra ante nuestros ojos la necesidad de presentarnos como firmes partidarios y proponentes para realizar una verdadera reforma energética que, ésta sí, lleve a cabo la crítica de todo el manejo realizado en el sector energético en las últimas décadas. En esta parte debe jugar un papel preponderante en nuestra argumentación circunstanciada de las razones de por qué no es factible aceptar el carácter de reforma del proceso privatizador-modernizador ya en marcha
7.- Como parte fundamental de la crítica a realizar hay que desarrollar dos aspectos. El primero se refiere a la naturaleza liquidadora que pretende realizarse en contra de Pemex y de la CFE, al transformarlas en empresas productivas del Estado. Se trata de un endriago jurídico cuya naturaleza todavía ignoramos, pero dados los propósitos y el contexto creado por los reformadores, no debe esperarse nada bueno de la degradación proyectada. Si no, al tiempo. El segundo elemento es, a no dudarlo, la presencia de las corporaciones trasnacionales en nuestro territorio, a las cuales, en el colmo de la imprevisión, se les ha dado acceso a la propiedad de los hidrocarburos de nuestro subsuelo. La falta de visión de nuestros descuidados legisladores no ha parado mientes en el caso de la minería a cielo abierto, los hidratos de metano y las tierras raras, todas ellas riquezas presentes y también potencialmente para el futuro. Esta mención no puede ser exhaustiva. Por ello calificamos a esto como uno más pero no el último capítulo de nuestra desventura por venir, de la cual nunca podemos lamentarnos lo suficiente.
Después de todo, la conducta de los legisladores no es sólo una claudicación, sino el sometimiento acrítico del Congreso a la voluntad del presidente de la República, e incluso refleja lo que ya es del dominio público: la descomposición política que tiene lugar en ese órgano de representación nacional, cuyos integrantes comercian sus decisiones a cambio de dinero, anulando la acción de uno de los poderes de la unión, tornándolo ilegítimo y ajeno al interés nacional.
8.- Es indudable que una parte infaltable de las referencias políticas tiene que ser la conversión de Pemex en apéndice de la SHCP, y por ello en haber sido convertida en la entidad que suministra, entre y 35% y 38% del presupuesto de gasto corriente del Presupuesto de Egresos del gobierno federal. Se trata, sin duda alguna, de una de las perversiones más evidentes a la vista en el manejo de nuestros hidrocarburos. Por tanto, la necesidad de realizar una de las críticas más solidas, en el propósito de reconsiderar de fondo la naturaleza misma de los hidrocarburos y, por tanto, el imperativo de reencauzar el rumbo del sector energético.
9.- Concomitante con el anterior, se encuentra el terrible despropósito perpetrado desde hace décadas de perseguir las cotas más altas posibles de extracción de petróleo crudo, para lograr los niveles más elevados de exportación. Se trata de una forma nada sutil de eutanasia diferida del futuro de la nación. Pocas cosas existen que pudieran llegar a ser más lesivas, dentro de las amenazas más ominosas a nuestro país.
10.- Como fruta madura, desprendida lógicamente de los puntos anteriores, emana las tesis de concebir a los hidrocarburos más como fuente de recursos líquidos que como palancas, sumamente versátiles y capaces de proporcionar múltiples insumos, impulsores de la actividad económica. No sólo eso, entre las innovaciones más pregonadas y también más notoriamente erradas se encuentra el argumento de las bondades de exportar el petróleo crudo, enseguida importar refinados, empezando por los combustibles mismos, la conclusión es que se nos dice que la SHCP otorga cuantiosos recursos para subsidiar nuestro consumo. El mismo procedimiento es aplicado a la petroquímica, en desperdicio flagrante de las inversiones ya realizadas y del abandono de actividades productivas ya en marcha.
11.- La explotación de los hidrocarburos en cada una de sus muy variadas fases, es una de las actividades que, de manera más frecuente y difundida, provocan daños ecológico-ambientales de una enorme variedad y, frecuentemente, resultan ser sumamente graves. Por ello, las menciones que de leves a inexistente se han hecho a estos problemas resultan, por decirlo suavemente, inadecuadas. Por el contrario, lo ecológico-ambiental y los perjuicios que ocasiona la explotación de estos recursos naturales, irrevocablemente no renovables y por tanto finitos, tiene que ser abordado. Esto señala que esta problemática debe tener un lugar preferente dentro del campo de nuestros planteamientos. La relevancia intrínseca que tiene, gradual pero obligadamente, debe ser claramente incluida dentro de cualquier argumentación del manejo de los energéticos.
12.- En un ámbito distinto, pero sin faltar ninguna, es necesario tomar en consideración la normativa de rango constitucional que marca la obligación de formular un Plan Nacional de Desarrollo. Derivado de esto se encuentra la necesidad de incluir el Programa Sectorial de Energía, acompañado de la realización de abrir una consulta ciudadana para que la nación tenga conocimiento y opine sobre el particular. Ello significa formular una estrategia energética, recibir opiniones y debatirlas según los lineamientos constitucionales definidos. Es útil tener presente la necesidad de estar atentos a la convocatoria de los foros de discusión que se realicen por esta razón.
13.- Dentro de las fallas que, por ausencia, deben destacarse en el manejo y previsión del sector energético se encuentra, sin duda alguna, la omisión en la formulación de un programa para el desarrollo de fuentes energéticas limpias, renovables y sustentables, distintas a las provenientes de los combustibles fósiles, pero sobre todo, falta de políticas y medidas para la preservación de los intereses y derechos de las futuras generaciones de mexicanos.
14.- En el pasado no muy remoto, estuvo presente en la preocupación del gobierno y los ciudadanos la necesidad de desarrollar, como base indispensable para el manejo de la industria, el desarrollo de tecnologías propias. Por ello, es indispensable reclamar la necesidad de reavivar y vigorizar al máximo las funciones del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). Resulta inexcusable aceptar la tesis de que no tenemos necesidad de desarrollar tecnología porque ésta puede adquirirse. Lo correcto es señalar que una y otra cosa no se oponen y que por esa razón es necesario contar con ambas opciones.
15.- Por último, pero de ninguna manera por ser menos relevante que las menciones anteriores, se encuentra la corrupción rampante que ha sido visible y paradigma de las actividades vinculadas con la extracción y utilización de los hidrocarburos y en el desarrollo de la actividad y el servicio eléctrico. Existen tantas menciones sobre este punto que se ha convertido en todo una figura folclórica y de género literario. Por ello, no son admisibles las menciones meramente epidérmicas o superficiales a esta cuestión. Por el contrario, se trata de algo que ha devenido en estructural y que requiere ser atendido y resuelto en concordancia con su importancia.
16.- Un mea culpa. Se requiere incluir en los puntos anteriores todo lo concerniente a la CFE y en general a la generación, distribución y el servicio eléctrico. Se trata de una omisión imperdonable.
1 Ha sido director de la Facultad de Economía de la UNAM, donde es profesor-investigador con estudios enfocados actualmente hacia la desigualdad.