Prólogo
El planteamiento adoptado en este libro expone a sus autores a la acusación de eurocentrismo, tal como ocurrió con su predecesor The Cambridge Illustrated History of Warfare: The Triumph of the West (1995); no obstante, proponemos tres razones en nuestra defensa. En primer lugar, habría sido imposible proporcionar en un solo volumen una exposición adecuada de la historia militar de las principales culturas (algunas de las cuales se remontan, como en el caso de la práctica china de la guerra, a fechas anteriores a las de Europa). En segundo lugar, prestar una atención meramente superficial a las tradiciones militares y navales de África, Asia y América, reservando al mismo tiempo a Occidente el interés principal, constituiría una distorsión imperdonable. Finalmente, según se explica en la Introducción, la conducción occidental de la guerra se ha impuesto, para bien o para mal, en todo el mundo. En los siglos xix y xx fueron notablemente escasos los Estados y culturas que lograron resistir largo tiempo a las armas occidentales –y los pocos que lo hicieron lo consiguieron, en general, mediante imitación o adaptación–. Nos parece, por tanto, que merece la pena examinar y analizar el auge y desarrollo de esta tradición dominante, junto con el secreto de su éxito.
El director de la obra ha acumulado numerosas deudas de gratitud. Dado que todos los colaboradores del libro escribieron sus originales al mismo tiempo, fue necesario un considerable trabajo de revisión y reescritura para lograr que cada capítulo complementara los demás, pero sin repetirlos. Así pues, deseo manifestar mi gratitud ante todo y sobre todo a mis coautores, que tuvieron la gentileza de aceptar más intromisiones editoriales de las que debería soportar cualquier estudioso y me proporcionaron, además, una ayuda y un estímulo incalculables. Estoy, además, encantado de poder expresar mi reconocimiento al apoyo comprensivo e ilustrado de nuestro director de edición en la Cambridge University Press, el Dr. Peter Richards; él fue el primero en proponerme la idea de este libro, que nunca habría llegado a concluirse sin su consejo y perspicacia. Todos nos sentimos, finalmente, agradecidos a quienes nos ofrecieron propuestas y referencias: a Jon Sumida, que me prestó algunos consejos excelentes en una fase temprana; a Michael Howard y Donald Kagan, que leyeron la obra completa en su primera versión; y a los muchos colegas cuya ayuda a cada uno de los colaboradores se reconoce al final del libro.
Al preparar esta edición revisada, los colaboradores y yo hemos corregido algunos errores de menor cuantía que se introdujeron inadvertidamente en el texto original. Damos las gracias a Peter Pierson y Jon Sumida por habérnoslos hecho notar. También hemos puesto al día las bibliografías de cada capítulo y ampliado la cobertura de los acontecimientos hasta el año 2008. Para concluir, los autores dedican respetuosamente este libro a Michael Howard y William H. McNeill, que establecieron el criterio de calidad al que aspiramos.
Geoffrey Parker