6. POSFOTOCOPIAS

Recuerda el nombre de la Universidad de Lima donde le dieron el doctorado honoris causa, pero no el tema de la conferencia ni el nombre del Rector que se lo entregó, ni la fecha. Debe de haber sido por lo menos hace diez años porque todavía los pedidos de autógrafos en libros no habían sido desplazados por las fotos que los asistentes se toman con el conferencista en los iPhones. Llegó una estudiante con un ejemplar de uno de los libros homenajeados y le explicó que lo había conseguido gracias a una amiga que viajó a Bogotá ya que en las librerías peruanas no se encontraba. Varios trajeron fotocopias de capítulos sueltos y buscaron la dedicatoria. Al final se animó un joven, casi adolescente:

—No tengo ningún libro suyo; ¿me puede firmar éste? —dijo mientras extendía un ejemplar de El Quijote.

—Me hubiera encantado haberlo escrito, pero no se me dan las novelas.