QUE EL HÉROE PRACTIQUE
INCOMPREHENSIBILIDADES DE CAUDAL
Sea esta la primera destreza en el arte de entendidos: medir el lugar con su artificio. Gran treta es ostentarse al conocimiento, pero no a la comprehensión; cebar la ex pectación, pero nunca desengañarla del todo. Prometa más lo mucho, y la mejor acción deje siempre esperanzas de mayores.
Excuse a todos el varón culto sondarle el fondo a su caudal, si quiere que le veneren todos. Formidable fue un río hasta que se le halló vado, y venerado un varón hasta que se le conoció término a la capacidad; porque ignorada y presumida profundidad, siempre mantuvo con el recelo el crédito.
Culta propiedad fue llamar señorear al descubrir, alternando luego la victoria sujetos; si el que comprehende señorea, el que se recata nunca cede.
Compita la destreza del advertido en templarse con la curiosidad del atento en conocerle, que suele esta doblarse a los principios de una tentativa.
Nunca el diestro en desterrar una barra5 remató al pri mer lance; vase empeñando con uno para otro, y siempre ade lantándolos.
Ventajas son de ente infinito envidar mucho con resto de infinidad. Esta primera regla de grandeza advierte, si no el ser infinitos, a parecerlo, que no es sutileza común.
En este entender ninguno escrupuleará6 aplausos a la cruda paradoja del sabio de Mitilene:7 Más es la mitad que el todo, porque una mitad en alarde y otra en empeño más es que un todo declarado.
Fue jubilado en esta, como en todas las demás destrezas, aquel gran rey primero del Nuevo Mundo, último de Ara gón, si no el non plus ultra de sus heroicos reyes.8
Entretenía este católico monarca, atentos siempre, a todos sus con reyes, más con las prendas de su ánimo, que cada día de nuevo brillaba, que con las nuevas coronas que ceñía.
Pero a quien deslumbró este centro de los rayos de la prudencia, gran restaurador de la monarquía goda, fue, cuando más, a su heroica consorte; después a los tahúres del palacio, sutiles a brujulear9 el nuevo rey, desvelados a sondarle el fondo, atentos a medirle el valor.
Pero, ¡qué advertido se les permitía y detenía Fernando!, ¡qué cauto se les concedía y se les negaba! Y, al fin, ganoles.
¡Oh, varón candidato de la fama! Tú, que aspiras a la grandeza, alerta al primor. Todos te conozcan, ninguno te abarque; que con esta treta, lo moderado parecerá mucho, y lo mucho infinito, y lo infinito más.
5 Tirar la barra: «género de diversión que para ejercitar la robustez y agilidad suelen tener los mozos» (D. de A.). Todavía se practica en fiestas populares.
6 Regateará aplausos.
7 Uno de los siete sabios de Grecia.
8 Fernando el Católico.
9 brujulear: «en los juegos de naipes es ir el jugador descubriendo poco a poco las cartas y por la pinta conocer de qué palo es» (D. de A.)