«La descarada tendencia de la época a la satisfacción exprés se ha aliado en México con la impunidad. En el mundo narco, la supremacía del presente se cumple a través de un ménage à trois del dinero rápido, la alta tecnología delictiva y el dominio del secreto. El pasado y el futuro, los valores de la tradición y las esperanzas planeadas carecen de sentido en ese territorio. Sólo existe el aquí y el ahora: la ocasión propicia, el emporio del capricho donde puedes tener cinco esposas, comprar a un sicario por mil dólares y a un juez por el doble, vivir al margen del gusto y de la norma, entre el colorido horror de las camisas de Versace, jirafas de oro macizo, joyas que parecen insectos de la Amazonia, un reloj que da la hora por 300 mil dólares, botas de avestruz azul turquesa. La gratificación de lo ilimitado a la que aspiran los nuevos modos de comportamiento (de internet al iPod, pasando por la presencia instantánea del dinero en las computadoras, el tráfico de personas y las marcas globalizadas) adquiere en el relato del crimen el amparo de lo oscuro: 15 minutos de impunidad para cualquiera (...)
Hemos llegado a una nueva gramática del espanto: enfrentamos una guerra difusa, deslocalizada, sin nociones de “frente” y “retaguardia”, donde ni siquiera podemos definir los bandos. Resulta imposible determinar con un razonable grado de confianza quién pertenece a la policía y quién es un infiltrado.
El trato con el crimen ha derivado en un decisivo desplazamiento simbólico. Si durante décadas nos protegimos de la violencia pensándola como algo ajeno, ahora su influjo es cada vez más próximo.»
JUAN VILLORO (Ciudad de México 1956, en Berlín entre
1981 y 1984, en Barcelona y Ciudad de México desde 2001), «La alfombra roja, el imperio del narcoterrorismo»,
El Periódico de Catalunya, 1 de febrero de 2009