ATACANDO

En julio de 1887, la Isla Sur de Nueva Zelanda fue el escenario de un pequeño brote en una granja cerca de Omarama. Aunque las primeras etapas del ataque se desconocen, los informes apuntan que al anochecer un grupo de catorce hombres armados mataron a tres zombis en los campos colindantes, luego se dirigieron a una casa para realizar lo que parecía ser una misión de limpieza sencilla. Mandaron a un hombre a hacer el reconocimiento de la casa. Entró; se oyeron gritos, gemidos y disparos; luego, nada. Enviaron a otro hombre. Al principio no se oía nada. Lo vieron asomarse por una ventana de la planta de arriba, diciendo a gritos que había encontrado un cuerpo a medio comer, pero nada más. De repente, apareció tras de él un brazo en descomposición, le agarró del pelo y lo empujó hacia dentro. Los otros entraron a toda prisa para ayudarle. Tan pronto como entraron en la casa, cinco zombis les atacaron desde todas direcciones. Las armas de mango largo como hachas y guadañas resultaron inútiles en el combate cuerpo a cuerpo. Pasó lo mismo con los rifles de cañón largo. Disparos de pistolas descontrolados mataron por accidente a tres hombres en el acto e hirieron a otros dos. En el punto álgido de la pelea, uno de los supervivientes sintió pánico, salió disparado de la casa, cogió un farol y lo tiró por una ventana. Investigaciones posteriores sólo encontraron esqueletos carbonizados.

Este capítulo se hace con la idea de ayudar a planear una misión civil de búsqueda y destrucción. Como se ha dicho antes, varias agencias gubernamentales tendrán su propio equipo y su doctrina (esperemos) para ocuparse de una guerra tan poco convencional. Si hacen acto de presencia, genial. Siéntate de brazos cruzados, relájate y mira cómo el dinero de tus impuestos realiza el trabajo duro. Pero como también se ha comentado antes, ¿y si no encontramos a aquellos a quienes pagamos y esperamos que nos protejan? En ese caso, la responsabilidad de erradicar la amenaza de los no muertos depende de ti y de los que puedas convencer para que se unan a ti. Cada regla, cada táctica, cada herramienta y arma que aparecen en este apartado han sido cuidadosamente adaptadas para ese tipo de eventualidad. Hemos extraído todo de combates reales. Se ha comprobado todo y ha demostrado estar listo para la batalla en el momento en que ha acabado la retirada y ha llegado la hora de cazar a los cazadores.