MEDIOS DE TRANSPORTE ALTERNATIVOS

1. POR AIRE

Las estadísticas han mostrado que volar es el modo más seguro de viajar. Cuando escapas de un área infestada, esto no puede ser más cierto. El tiempo de ruta se reduce a minutos. El terreno y otras barreras físicas se convierten en insignificantes. La necesidad de alimento, provisiones, prácticamente todas las lecciones de este capítulo, se desvanecen cuando vuelas alto muy por encima de las cabezas de una plaga de gules. Sin embargo, viajar por aire tiene sus inconvenientes. Dependiendo del tipo de aparato de vuelo y de las condiciones en cuestión, estas desventajas pueden anular cualquier beneficio de desplazarse por el aire.

A. Aparato de vuelo de ala fija

Para la velocidad y la accesibilidad, nada supera al avión estándar, si asumimos que al menos una persona de tu grupo sabe pilotar uno. La gasolina puede ser, literalmente, una cuestión de vida o muerte. Si el viaje requiere una parada para repostar, asegúrate de que sabes su localización exacta y puedes garantizar un aterrizaje seguro. En las primeras etapas de los brotes, muchos particulares cogieron sus aviones privados sin saber en absoluto a donde se dirigían. Muchos se estrellaron mientras otros intentaban repostar en áreas infestadas. En un caso, un ex piloto acrobático dirigió el avión hacia una zona fuera de peligro, se le acabó el combustible e intentó salvarse saltando en paracaídas. Para cuando tocó tierra, todos los zombis a dieciséis kilómetros a la redonda habían visto estrellarse el avión y se iban acercando lentamente a su posición. (El resultado fue contado por otro piloto). Los hidroaviones anulan este peligro potencial (siempre que permanezcas sobre el agua). Sin embargo, un aterrizaje forzoso en mitad de un lago o de un océano puede ponerte a salvo de los gules pero no de la naturaleza. Lee los relatos sobre pilotos de la Segunda Guerra Mundial que pasaron semanas en botes salvavidas después de ser derribados y puede que quieras pensártelo dos veces antes de subir en tu pájaro anfibio.

B. Helicóptero

La habilidad de aterrizar en cualquier estructura en cualquier momento supone un avance enorme en relación a los aparatos de vuelo de ala fija. Que se acabe el combustible no es una sentencia de muerte, ya que no necesitas una pista de aterrizaje para aterrizar. ¿Pero qué pasa si lo haces en territorio hostil? Sólo el ruido anunciará tu presencia. En cuanto a repostar, aplica las mismas reglas que con los aparatos de vuelo de ala fija.

C. Globo aerostático

Una de las máquinas para volar más primitivas es en realidad una de las más eficaces. El globo aerostático, tanto de aire caliente como de helio, puede permanecer en el aire durante semanas. La desventaja, sin embargo, es la falta de propulsión. Los globos aerostáticos dependen en gran medida del viento y de las corrientes térmicas para su desplazamiento. A menos que tengas mucha experiencia, utilizar un globo aerostático puede hacer poco más que dejarte suspendido y desamparado sobre territorio hostil.

D. Dirigible

Pueden parecer ridículos, pueden ser casi imposibles de encontrar, pero si pretendes viajar por aire, no hay nada mejor que un dirigible lleno de helio. Estos aparatos de vuelo sin alas, perfeccionados durante la Primera Guerra Mundial y que iban por buen camino para reemplazar a los aviones, fueron casi olvidados tras el desastre de Hindenburg en 1937. Hoy existen como poco más que vallas publicitarias o cámaras aéreas para eventos deportivos. Sin embargo, durante una infestación, combinan la longevidad del globo aerostático con la movilidad y la habilidad para aterrizar en cualquier terreno del helicóptero. Los dirigibles se han usado en cuatro ocasiones durante los brotes de zombis: una para escapar, una para estudiar y dos para misiones de búsqueda y destrucción. Todas fueron éxitos rotundos.

2. POR AGUA

Los barcos, en casi cualquier forma, suponen el modo de transporte más seguro durante un ataque. Como se ha comentado antes, aunque los zombis no usan los pulmones y pueden desplazarse bajo el agua, les falta coordinación para nadar. Por este motivo, viajar en barco tiene muchas de las ventajas de hacerlo volando. En muchas ocasiones, personas que intentan escapar cruzando cualquier masa de agua han mirado abajo para ver a los gules mirarles desde el fondo. Incluso si la quilla del barco queda a un par de centímetros del alcance de los zombis, los humanos en el interior no tienen nada que temer. Los estudios han demostrado que escapar por el agua tiene un índice de supervivencia cinco veces más alto que hacerlo por tierra. Como gran parte de Estados Unidos está llena de ríos y canales, el transporte es teóricamente posible durante cientos de kilómetros. En algunos casos, los humanos que usan barcas como islas artificiales en lagos o estanques han sobrevivido durante semanas mientras que las orillas estaban repletas de muertos vivientes.

A. Clases de propulsión

  1. El motor: El combustible fósil permite no sólo una mayor velocidad sino un control en cualquier tipo de vía fluvial que no puede compararse con nada. Sin embargo, un inconveniente bastante obvio es el suministro finito. De nuevo, asegúrate de llevar suficiente combustible para el viaje entero o de saber dónde se mantienen reservas seguras y repletas. Otro problema es, como puede esperarse, el ruido. Viajar muy lento conservará el combustible pero también alertará a todos los zombis que estén al alcance del oído desde la orilla (un motor que va lento hace tanto ruido como uno que va rápido). Los motores que funcionan con combustible fósil tienen su lugar. En un segundo, pueden aportar una explosión de potencia. Úsalos sólo cuando sea necesario y ten siempre mucho cuidado.
  2. La vela: El viento es una fuente de energía consistente. Aprovecharlo te permitirá viajar sin la preocupación de tener que dosificar el combustible. Aparte del ondear de las velas sueltas, las naves que se impulsan con el viento hacen el mismo ruido que el kelp flotante: casi ninguno. Desafortunadamente, el viento es también altamente impredecible. Un día de calma puede dejarte varado; un temporal fuerte puede hacer que zozobres. Nueve de cada diez veces, el viento no soplará en la dirección correcta. Aunque así sea, ir más lento o parar no será tan fácil como apagar el motor. Cualquier principiante puede pilotar una lancha motora como un cazador de ballenas de Boston, pero navegar requiere habilidad, paciencia, inteligencia y años de práctica. Recuerda esto antes de hacerte marinero de un día para otro, izar el foque y encontrar que el viento sopla en dirección a los muertos vivientes.
  3. La fuerza física: ¿Qué puede haber más sencillo que remar? Con un poco de práctica, cualquiera puede propulsar y hacer maniobrar su propio navío. En este caso la mayor desventaja es tan simple como la vida misma: nos cansamos. Esto debe tenerse en cuenta cuando planifiques el viaje marítimo. ¿Qué distancia vas a recorrer? ¿Cuántas personas viajan contigo? Incluso haciendo turnos para llevar los remos, ¿podéis alcanzar vuestro destino antes de que todos estéis exhaustos? A menos que cuentes con un motor de reserva o velas, ten cuidado cuando planifiques viajes que dependen por completo de la fuerza física. Recuerda, los humanos necesitan descansar; los zombis, no. ¿Por qué ponerte en una situación que enfrenta nuestra mayor debilidad contra su mayor fortaleza?