La imaginación y la improvisación son dos bienes incalculables en los conflictos con los muertos vivientes. De todas formas, siéntete libre para considerar todos los materiales que te rodean para una reserva de armas potenciales. Pero recuerda siempre la fisiología de un zombi y lo que es presumible que tu artilugio casero logre.
1. ÁCIDO
Aparte del fuego, el ácido sulfúrico es la mejor forma de destruir un zombi por completo. Cómo utilizarlo es otro asunto. Si de alguna manera tienes los medios para adquirir o producir grandes cantidades de ácido sulfúrico, úsalo con el mismo respeto con que tratarías un arma incendiaria. La sustancia en sí es igual de peligrosa para ti como para los no muertos. El tiempo que necesita para disolver la carne y los huesos de los zombis es considerable. El ácido debería usarse más para deshacerse de los cuerpos una vez finalizado el encuentro que para el combate.
2. VENENO
Aunque existen cientos o miles de compuestos letales en este mundo, es imposible discutir sobre todos ellos. En lugar de eso, revisaremos algunas reglas básicas que controlan la estructura física y fisiológica de los no muertos. Los zombis son inmunes a todo tipo de tranquilizantes e irritantes como el spray de pimienta o el gas lacrimógeno. Cualquier compuesto diseñado para paralizar las funciones corporales tampoco obtendrá ningún resultado, ya que los no muertos no requieren más esas funciones. Los zombis no sufren ataques al corazón, parálisis nerviosas, ahogo o cualquier otro efecto letal que cause un veneno.
3. ARMAMENTO BIOLÓGICO
¿No resultaría poético destruir a seres infectados con un virus con otro virus? Desafortunadamente, no es una opción. Los virus sólo atacan a las células vivas. No tienen efecto en los muertos. Pasa lo mismo con todo tipo de bacterias. En varios ensayos en laboratorio se ha cultivado y diseminado fascitis necrotizante (enfermedad producida una bacteria que se come la carne) entre zombis capturados. Ninguno se probó con éxito. Los experimentos que se realizan actualmente consisten en cultivar una nueva clase de bacteria que se alimenta únicamente de carne muerta. Muchos expertos son escépticos ante este éxito. Hay pruebas para determinar cuáles de los muchos microorganismos que normalmente están involucrados en la descomposición continúan consumiendo la carne a pesar de su naturaleza infecciosa. Si los microbios pueden aislarse, reproducirse y repartirse de forma que no dañen a quien los use, podría tratarse del primer arma de destrucción masiva de la humanidad en la batalla contra los muertos vivientes.
4. ARMAMENTO ZOOLÓGICO
Cientos de criaturas, grandes y pequeñas, se alimentan de la carroña. Emplear alguno de estos animales para devorar a los muertos antes de que ellos devoren a los vivos puede parecer la solución ideal. Desafortunadamente, todas las especies, desde las hienas a las hormigas rojas, instintivamente eluden a los zombis. La naturaleza altamente tóxica del Solanum parece estar codificada en los patrones de supervivencia del reino animal. La señal de alarma misteriosa que el Solanum emite, ya sea un olor o algún tipo de vibración que los humanos olvidaron hace tiempo, resulta imposible de enmascarar con cualquier sustancia conocida. (Véase «1911 d. C, Vitre, Luisiana»).
5. ELECTROCUCIÓN
Como el sistema muscular de los zombis es básicamente el de un humano, la electricidad tiene la habilidad de aturdir o paralizar su cuerpo. Se han obtenido resultados letales en casos extremos con el uso de líneas eléctricas para carbonizar por completo el cerebro de un zombi. No es un arma maravillosa (la corriente que corre por las líneas eléctricas es suficiente para quemar casi cualquier materia orgánica, viva o muerta, hasta dejarla seca). Aturdir a un zombi requiere dos veces el voltaje que requiere aturdir a un humano, así que las pistolas Taser comunes no tienen efecto. La electricidad se ha usado para crear una barrera temporal con zanjas electrificadas y llenas de agua para mantener paralizados a los gules el tiempo suficiente hasta emplear un método secundario letal. Se han registrado muchos incidentes como este a lo largo de los años.
6. RADIACIÓN
Están llevándose a cabo experimentos para probar los efectos de las microondas y otras señales electromagnéticas en los cerebros de los no muertos, con la teoría de que tal proceso podría generar tumores de forma masiva al instante y letales en la materia gris de los zombis. La investigación se encuentra aún en sus primeras fases y los resultados hasta ahora son inconclusos. La única ocasión en que los zombis entraron en contacto con los rayos gamma fue en el célebre incidente de Khotan. (Véase «1987 d. C, Khotan, China»). En este suceso, los zombis no sólo no se vieron afectados por los Gray que podrían haber matado humanos, sino que amenazaron con extender su contaminación por toda la región. Por primera vez, el mundo vislumbraba una amenaza nueva y más mortífera: el zombi radiactivo. Por mucho que suene a película barata de ciencia ficción de los años 50, es, o fue, un hecho histórico significativo y muy real. Según el informe, los gules radiactivos no poseen habilidades mejoradas ni poderes mágicos. La amenaza que representaban reside en su habilidad para extender una radiación mortal a lodos y todo lo que tocaban. Incluso la gente que bebía del suministro de agua que había estado en contacto con gules moría en poco tiempo a causa de la radiación. Afortunadamente, el brote se redujo gracias al imparable ejército chino. Esta solución no sólo acabó con este nuevo peligro, también evitó que el desastre del reactor de Khotan fuera crítico.
7. ARMAMENTO GENÉTICO
Algunas propuestas recientes recomiendan una variedad de armas genéticas en la guerra contra los no muertos. El primer paso podría ser trazar la secuencia genética del Solanum. A continuación, se desarrollaría un agente que reescribiera esa secuencia, ordenando al virus suspender el ataque al tejido humano, volverse contra sí mismo o, simplemente, autodestruirse. En lugar de volver a convertir al zombi, convertiríamos el virus que controla al zombi. Si se consiguiera, cualquiera de estos agentes supondría un avance revolucionario en la lucha contra los no muertos. Basándonos en la ingeniería genética podríamos encontrar una cura real. Sin embargo, la celebración de este adelanto tendrá que esperar. La ciencia de la terapia genética aún vive su infancia. Incluso con la atención de los medios de comunicación e importantes recursos financieros, ambos inexistentes, el agente para combatir el virus seguiría siendo una teoría.
8. NANOTERAPIA
La nanotecnología, el estudio de la maquinaria microscópica, sólo está en su adolescencia. Actualmente, los chips de ordenador experimentales que se están fabricando ¡son tan pequeños como una molécula! Algún día, los robots de este tamaño serán capaces de desarrollar tareas dentro del cuerpo humano. Estos nanorobots, o como quiera que sea el término técnico, en el futuro destruirán las células cancerígenas, repararán el tejido dañado, incluso atacarán y destruirán virus hostiles. En teoría, no hay razón por la que no puedan ser inyectados por billones en un humano recientemente infectado para identificar el virus Solanum y erradicarlo del sistema. ¿Cuándo se perfeccionará esta tecnología? ¿Cuándo se adaptará para combatir el Solanum? Sólo el tiempo lo dirá.