DETECCIÓN
Todo brote de no muertos, sin tener en cuenta la clase, tiene un principio. Ahora que hemos definido al enemigo, el siguiente paso es la alarma previa.
Saber qué es un zombi no te servirá de nada si no eres capaz de reconocer un brote antes de que sea demasiado tarde. Esto no quiere decir que construyas un puesto de mando contra zombis en el sótano, claves alfileres en un mapa y acapares la radio de onda corta. Lo único que se requiere es buscar las señales que a una mente desentrenada se le pasarían por alto. Estas señales incluyen:
- Homicidios donde las víctimas son ejecutadas mediante un tiro en la cabeza o por decapitación. Ha ocurrido muchas veces: la gente reconoce qué tipo de brote es e intenta afrontar el problema con sus propias manos. Casi siempre, las autoridades locales los acusan de asesinos y son perseguidos como tales.
- Personas desaparecidas, particularmente en zonas salvajes o deshabitadas. Hay que prestar mucha atención a si uno o más miembros de la búsqueda desaparecen también. Si la historia se televisa o fotografía, fíjate en el nivel de armamento que lleva el equipo de búsqueda. Más de un rifle por grupo podría significar que se trata de algo más que una simple operación de rescate.
- Casos de «enajenación violenta» en los que el sujeto ataca a amigos o familiares sin usar armas. Date cuenta de si el atacante muerde o intenta morder a las víctimas. Si lo hace, ¿aún permanece alguna de las víctimas en el hospital? Trata de descubrir si alguna de las víctimas murió, de forma misteriosa, en los días posteriores al mordisco.
- Disturbios u otro altercado civil que empiece sin ser provocado u otra causa lógica. El sentido común te dirá que la violencia en cualquier estrato social no ocurre sin un catalizador como la tensión racial, las acciones políticas o las decisiones legales. Incluso la llamada «histeria colectiva» puede llevarnos hasta el origen del problema. Si no lo descubre nadie, encontrarán la respuesta en alguna otra parte.
- Muertes por enfermedad en las que no se determina la causa o parecen altamente sospechosas. Los decesos por enfermedades infecciosas son, si comparamos con hace un siglo, escasos en el mundo industrializado. Por esa razón, los nuevos casos siempre atraen a los medios. Fíjate en los casos donde la naturaleza exacta de la enfermedad quede sin explicar. También estate alerta de aquellas explicaciones sospechosas como el virus del Nilo occidental o la enfermedad de las «vacas locas». Podría tratarse de ejemplos de encubrimiento.
- Cualquiera de las anteriormente citadas donde se prohíba la presencia de los medios de comunicación. Es extraño que en Estados Unidos se censure por completo una noticia. Si se da el caso debemos observarlo inmediatamente como una luz roja. Por supuesto, puede haber muchas razones diferentes a un ataque de muertos vivientes. Por otra parte, cualquier evento que provoque restricciones de un gobierno tan consciente como nosotros de los medios merece gran atención. Lo cierto es que, sea lo que sea, no puede ser bueno.
Una vez que el acontecimiento capta tu atención, síguele el rastro. Anota la localización y la distancia a la que se encuentra de ti.
Busca incidentes similares en los alrededores o cerca del emplazamiento original. Si, en los siguientes días o semanas, esos incidentes tienen lugar, estúdialos cuidadosamente. Anota la respuesta de las fuerzas de la ley y otras agencias gubernamentales.
Si reaccionan más enérgicamente con cada caso, hay posibilidades de que esté teniendo lugar un brote.