LOS BROTES

Aunque cada ataque zombi es diferente, dado el número, el terreno, la reacción del pueblo en general, etc., su nivel de intensidad puede medirse en cuatro categorías diferentes.

CLASE 1

Este es un brote leve, normalmente en países del Tercer Mundo o en zonas rurales del Primer Mundo. El número de zombis para esta clase de brote oscila entre uno y veinte. El número total de víctimas (incluyendo a los infectados) puede variar entre uno y cincuenta. La duración, desde el primer caso hasta el último (conocido), va desde veinticuatro horas hasta catorce días. La zona infestada será pequeña, no más de un radio de treinta kilómetros. En muchos casos, los límites vendrán determinados por las fronteras naturales. La reacción es limitada, puede que exclusivamente provenga de los ciudadanos o de alguna ayuda adicional de las fuerzas locales de la ley. La cobertura de los medios de comunicación será mínima, y si se presenta. Si los medios de comunicación se encuentran allí, busca historias comunes como homicidios o «accidentes». Este es el tipo de brote más común y también el que más fácilmente pasa desapercibido.

CLASE 2

En este nivel de brote se incluyen las zonas urbanas o las zonas rurales con alta densidad de población. El número total de zombis oscilará entre veinte y cien. Las víctimas humanas llegarán a ser hasta varios cientos de personas. La duración de un ataque de clase 2 no es mucho más larga que la de un brote de clase 1. En algunos casos, un mayor número de zombis hará desencadenar una respuesta más inmediata. Un brote en una zona rural de poca población podría extenderse a un radio de ciento sesenta kilómetros, mientras que un brote urbano podría comprender únicamente algunos edificios. La eliminación sería, por supuesto, más organizada. La actuación civil sería reemplazada por fuerzas locales, nacionales e incluso federales. Si es un ataque leve se puede buscar ayuda militar adicional, a la Guardia Nacional si estamos en Estados Unidos o a su equivalente fuera de este país.

La mayoría de las veces, para aliviar el pánico, estas unidades toman una actitud menos combatiente, aportando asistencia médica, control de multitudes y apoyo logístico. Los brotes de clase 2 casi siempre atraen a la prensa. A no ser que el ataque ocurra en una zona aislada por completo del mundo, o una donde los medios de comunicación se controlen estrictamente, la historia será contada. Esto no quiere decir, sin embargo, que vaya a contarse fielmente.

CLASE 3

Una crisis de verdad. Los brotes de clase 3, más que cualquier otro, demuestran la amenaza real a la que nos exponen los muertos vivientes. Los zombis son miles y abarcan una zona de varios cientos de kilómetros. La duración del ataque y un posible proceso de limpieza lento podrían durar hasta varios meses. No habría cabida para la censura de los medios o los encubrimientos. Incluso sin la atención de los medios, la magnitud del ataque al completo dejaría demasiados testigos oculares. Se trata de una batalla completamente desarrollada, donde las fuerzas de la ley serían reemplazadas por unidades de tropas regulares. En la zona infestada quedaría declarado el estado de alarma, así como en las áreas colindantes. Cuenta con la ley marcial, viajes restringidos, suministros racionados, control federal de los servicios y custodia estricta de las comunicaciones. Llevará tiempo desarrollar todas estas medidas. La fase inicial será un caos hasta que aquellos que están en el poder lleguen a controlar la crisis. Disturbios, saqueos y pánico generalizado se añadirán a sus dificultades, atrasando más aún una respuesta efectiva. Mientras esto ocurriera, los que viven en el área infestada estarían a merced de los no muertos. Aislados, abandonados y rodeados de gules, dependerían únicamente de ellos mismos.

CLASE 4

(Véase «Vivir en un mundo no muerto»).