Como siempre, este libro está dedicado a mi familia, que me apoya incondicionalmente.
Toda mi gratitud a Nancy Yost, que creyó en una idea por completo diferente. Gracias por toda la fe que has depositado en mí y por los ánimos que me has dado.
A Jennifer Enderlin y a Kim Cardascia, por compartir mi visión y por permitirme explorar los límites de mi imaginación.
A mis amigos, que siempre están ahí a la hora de compartir tanto la alegría como las penas: Rickey Mallory, Celeste Bradley, Cheryl Lewellyn, Valerie Walton, Diana Hillock, Rebecca Baum y Kim Jones (muchas gracias por tus conocimientos psicológicos). Y a Lisa Rich, que fue la Señora de la Luna original.
Y sobre todo, a los lectores, por estar dispuestos a acompañarme en este paseo por el Lado Salvaje donde, con un poquito de fe, de imaginación y de amor, todo es posible.
¡Un abrazo para todos!