MEMORÁNDUM DE MINA HARKER

(Incluido en su diario)

Base para la encuesta. —El problema del Conde Drácula es cómo regresar a su castillo.

(a) Alguien debe llevarle. Esto es evidente; pues, si tuviera la facultad de desplazarse a su antojo, podría hacerlo como hombre, como lobo, como murciélago, o de alguna otra forma. Evidentemente, teme ser descubierto o interceptado, en el estado de indefensión en el que debe de encontrarse, confinado como está en su caja de madera desde el amanecer hasta la puesta de sol.

(b) ¿Cómo va a ser llevado? Un proceso de exclusión podría sernos útil en este punto. ¿Por carretera, por ferrocarril, por el río?

1. Por Carretera. —Infinitas dificultades, especialmente al salir de una ciudad.

(x) Hay gente; y la gente es curiosa, e investiga. Una pista, una sospecha, una duda sobre el contenido de la caja, le destruiría.

(y) Hay, o podría haber, controles de aduana y peajes municipales.

(z) Sus perseguidores pueden seguirle el rastro. Éste es su mayor temor y, para evitar ser traicionado, ha rechazado, en la medida de sus posibilidades, incluso a su víctima: ¡yo!

2. Por ferrocarril. —No hay nadie que se encargue de la caja. Tendría que correr el riesgo de sufrir retrasos; y un retraso sería fatal, con enemigos a la zaga. Cierto, podría escapar por la noche, pero ¿qué haría si se encontrara en un lugar desconocido, sin un refugio al que poder volar? No es lo que pretende y no está dispuesto a arriesgarse.

3. Por el río. —Aunque por una parte es el medio más seguro, también es el que más peligros entraña. Sobre el agua está indefenso, excepto durante la noche; incluso entonces sólo puede conjurar niebla y tormenta y nieve, y convocar a sus lobos. Pero en caso de que naufragara, las aguas vivas se lo tragarían, indefenso; y entonces estaría realmente perdido. Podría hacer que el barco fuese conducido a la orilla; pero si fuera tierra hostil, en la que no pudiera moverse con libertad, su situación seguiría siendo desesperada.

Por mis informes sabemos que sigue navegando; de modo que lo que tenemos que averiguar ahora es por qué aguas navega.

Para ello deberíamos averiguar antes cuáles han sido exactamente sus pasos hasta ahora; quizá así arrojemos algo de luz sobre sus posteriores intenciones.

En primer lugar, debemos diferenciar entre lo que hizo en Londres como parte de su plan general de acción, y el modo en el que actuó cuando, obligado por las circunstancias, tuvo que arreglárselas como pudo.

En segundo lugar, debemos averiguar, en la medida en que seamos capaces de conjeturarlo a partir de los hechos que conocemos, qué ha hecho aquí.

En cuanto a lo primero, evidentemente pretendía llegar a Galatz, y mandó una factura a Varna con el único fin de engañarnos en caso de que averiguáramos qué medio iba a utilizar para salir de Inglaterra; su único e inmediato propósito entonces era huir. Prueba de ello es la carta que le envió a Immanuel Hildesheim, con instrucciones de que recogiera y desembarcara la caja antes del amanecer. También están las instrucciones recibidas por Petrof Skinsky. Esto sólo podemos suponerlo, pero tuvo que recibir alguna carta o mensaje, puesto que Skinsky fue a ver a Hildesheim.

Sabemos que hasta ahora los planes le han salido bien. El Zarina Catalina hizo una travesía excepcionalmente rápida; tanto que despertó las sospechas del Capitán Donelson, pero su superstición, unida a su astucia, jugó a favor del Conde, y navegó con viento favorable, rodeado de niebla, hasta llegar a Galatz completamente a ciegas. Ha quedado demostrado que los preparativos del Conde fueron los adecuados. Hildesheim reclamó la caja, la desembarcó y se la entregó a Skinsky. Skinsky se la llevó… y aquí le perdemos el rastro. Lo único que sabemos es que la caja está siendo desplazada por alguna corriente fluvial. Tanto los aduaneros como los peajes municipales, en caso de que hubiera alguno, han sido burlados.

Veamos ahora lo que debe de haber hecho el Conde desde su llegada… a tierra, en Galatz.

Skinsky recibió la caja antes del amanecer. Al amanecer, el Conde podría presentarse con su propia forma. Llegados a este punto, cabe preguntarse por qué fue escogido Skinsky para esta tarea. En el diario de mi marido se menciona que Skinsky tenía tratos con los eslovacos que mercadean río abajo hasta el puerto; que aquel hombre[287] afirmara que el asesinato había sido obra de un eslovaco, muestra la opinión general en contra de los de su clase. El Conde busca aislamiento.

Mi suposición es la siguiente: que el Conde decidió en Londres regresar a su castillo por vía marítima y fluvial, considerándolo el medio más seguro y discreto. Fue sacado del castillo por un grupo de zíngaros, quienes probablemente entregaron su carga a estos eslovacos para que llevaran las cajas hasta Varna, donde fueron embarcadas con destino a Londres. De este modo, el Conde tuvo conocimiento de las personas capaces de desempeñar este servicio. Cuando desembarcó, salió de su caja antes del amanecer o después de haberse puesto el sol, y se encontró con Skinsky para darle las instrucciones necesarias para transportar la caja río arriba. Cuando todo estuvo preparado, y supo que ya no le necesitaba, eliminó su rastro —o eso pretendía hacer—, asesinando a su agente.

He estado examinando el mapa, y he descubierto que los dos ríos más apropiados para que los remonten los eslovacos son el Prut y el Seret[288]. He leído en el escrito mecanografiado que durante el trance oí mugidos de vacas, remolinos de agua a la altura de mis oídos, y crujidos de madera. El Conde, por lo tanto, va en su caja, por el río, en una barcaza probablemente impulsada por remos o pértigas; pues las orillas están cerca y avanzan contra corriente. Si navegasen a favor no habría oído esos ruidos.

Por supuesto, también es posible que no se trate del Seret ni del Prut, pero podemos hacer más averiguaciones. De estos dos ríos el más navegable es el Prut, pero el Seret recibe, a la altura de Fundu, al Bistrita, que asciende hasta rodear el desfiladero de Borgo[289]. El recodo que hace allí es el punto más cercano al castillo de Drácula al que se puede llegar navegando.