UN MISTERIO DE HAMPSTEAD
La inquietud se ha apoderado del vecindario de Hampstead[169] debido a una serie de sucesos que parecen seguir un desarrollo paralelo a aquellos conocidos por los redactores de titulares como «El Horror de Kensington», «La Apuñaladora» o «La Mujer de Negro». Durante los pasados dos o tres días, se han sucedido varios casos de niños extraviados o que no han regresado a casa tras haber finalizado sus juegos en el Heath[170]. En todos los casos, los niños eran demasiado pequeños para ofrecer una explicación inteligible de lo que les había ocurrido, si bien todos han afirmado a modo de excusa que habían estado con una «hermosa dama»[171]. Todas las desapariciones se produjeron bien avanzada la tarde y en dos ocasiones los niños no fueron encontrados hasta la mañana siguiente. En el vecindario la creencia general es que, como el primer niño desaparecido explicó su ausencia asegurando que una «hermosa dama» le había invitado a dar un paseo, los otros habían adoptado la misma expresión con intención de utilizarla tan pronto como la ocasión lo permitiera. Algo muy probable, teniendo en cuenta que ahora mismo el juego favorito de los pequeños es separar a unos de otros con artimañas. Un corresponsal nos escribe lo extraordinariamente divertido que resulta ver a algunos de los renacuajos haciéndose pasar por la «hermosa dama». Alguno de nuestros caricaturistas podría, nos asegura, aprender una lección sobre la ironía de lo grotesco comparando la realidad con semejante imagen. Que la «hermosa dama» sea el papel más popular en estas representaciones al fresco, es sólo una nueva muestra de los principios generales de la naturaleza humana. Nuestro corresponsal añade ingenuamente que ni siquiera Ellen Terry[172] podría ser tan arrebatadoramente atractiva como algunos de estos pequeños niños de cara mugrienta pretenden —e incluso imaginan— ser.
No obstante, existe la posibilidad de que el asunto tenga también un lado serio, pues algunos de los niños, de hecho todos los que han desaparecido durante la noche, han sufrido pequeñas lesiones o heridas en la garganta. Las heridas tienen todo el aspecto de haber sido infligidas por una rata o un perro pequeño y, aunque individualmente no revistan mucha importancia, tienden a demostrar que, sea cual sea el animal responsable de las mismas, tiene un sistema o método propio. Los policías de la división local han recibido instrucciones de estar alerta ante la desaparición de cualquier niño, especialmente si son muy pequeños, dentro de los límites y alrededores de Hampstead Heath, y ante la presencia de cualquier perro vagabundo que pudiera rondar por allí.