Canción

Ve y trae una estrella fugaz,

deja encinta una mandrágora,

dime dónde están los años pasados,

o quien partió el pie al Diablo.

Enséñame a escuchar el canto de las sirenas,

o a alejarme de la punzada de la envidia,

y da

con el viento

capaz de adelantar a una mente honesta.

Si naciste con el don de ver cosas extrañas,

cosas invisibles,

cabalga diez mil días con sus noches,

hasta que la edad tiña tus cabellos de nieve.

Con todo, cuando vuelvas contarás

las maravillas que te ocurrieron

y jurarás

que en ningún lugar

habita mujer justa o que diga verdad.

Y si encuentras a una, házmelo saber,

peregrinaje tal fuera dulce,

aun así, no lo haría, no,

aunque viviera en la puerta de al lado,

aunque fuera sincera cuando la conociste,

o aunque lo fuera cuando me escribiste.

Tan pronto como llegue,

habrá sido infiel

con dos, o puede que con tres.

John Donne (1572-1631)