Era una reunión casual en la antesala de la Cámara del Consejo, sólo unos momentos antes de pasar a ella, para discutir los asuntos del día, y unas cuantas ideas fueron intercambiadas con rapidez.
—De manera que el Mulo está en camino.
—Eso he oído yo también. ¡Arriesgado! ¡Considerablemente arriesgado!
—No si los acontecimientos se ajustan a las funciones establecidas.
—El Mulo no es un hombre corriente… y es casi imposible manipular a sus instrumentos elegidos sin que lo detecte. Las mentes controladas son muy difíciles de penetrar. Dicen que ya se ha dado cuenta de algunos casos.
—Sí, pero no creo que esto se pueda evitar.
—Las mentes incontroladas son más fáciles. Pero hay tan pocas que tengan autoridad bajo su mando…
Entraron en la Cámara. Otros les siguieron.