II. CLASIFICACIÓN DE LOS POEMAS DEL ROMANCERO
Todos los romances son gitanos, aunque no siempre en proporciones igualmente explícitas. Baste sólo que todos ellos llevan elementos del ambiente gitano: fraguas, yunques, metales, ritos y creencias gitanas.
1. ROMANCES PROPIAMENTE GITANOS (del 1 al 15).
El bloque primero, el más extenso y, sin duda, el principal, va desde el romance primero al decimoquinto. Contiene la personal visión de Lorca del mundo gitano o su personal invención de un mundo gitano que se subjetiva a través de materiales tomados de la gitanería como realidad social y, sobre todo, folklórica. El mundo que allí existe es un mundo cerrado, autónomo, inconfundible, no identificable con ninguna realidad existente. Es un mundo que el poeta empezó a crear cuando en el romance primero vio a la luna acercarse a la fragua para llevarse consigo una incipiente vida gitana. Y es un mundo que el poeta destruye en el romance decimoquinto, cuando los gitanos son brutalmente sorprendidos, saqueados, quemados, asesinados bajo idéntica presidencia luminosa de una luna, que en el romance primero era luna llena («polisón de nardos»), y que aquí es luna menguante, y ajena o despreocupada a la existencia humana: «la media luna soñaba / un éxtasis de cigüeña». Un mundo que se abrió entre nardos embriagadores y se cierra con siemprevivas (Romance de la Guardia Civil), lorquiana flor de la muerte. Un mundo que se abrió en armonía e íntima comunión con el cosmos favorable y bien dispuesto, aquel aire conmovido que participaba en el velatorio de la fragua enlutada, y se cierra con un cosmos, dolido y altivamente despreocupado: «el alba meció sus hombros / en largo perfil de piedra». Un mundo que se abrió al ritmo marcado por jinetes que regresaban de correrías nocturnas tocando el tambor del llano, y se cierra cuando un fantasmal, bíblico, nocturno y picassiano «caballo malherido / llamaba a todas las puertas».
a) Romance-prólogo:
«Romance de la luna, luna» (niño que muere cuando sus padres están ausentes y es llevado por la luna). Este romance anuncia el destino trágico del mundo de los gitanos, la presencia de la muerte. La luna representa el poder mágico contra el que nada se puede. En las culturas primitivas la luna siempre aparece con su poder e influencia sobre la vida de las personas; algo que no sucede en la mentalidad moderna y racional.
b) Poemas centrados en figuras femeninas:
«Preciosa y el aire». (Un viento humanizado y lleno de deseos eróticos persigue a la gitana Preciosa). Si en el romance anterior la luna, fuerza mítica, perseguía al niño gitano, ahora otra fuerza mítica (el viento, símbolo del deseo y del instinto masculino) persigue a la niña gitana; una fuerza extrahumana amenaza el mundo de los gitanos. El mito de EROS, el amor, como fuerza vital. Eros y Tánatos, el amor y la muerte como fuerzas poderosas que configuran nuestras vidas.
Cuatro figuras femeninas: «Romance sonámbulo» (gitano herido que regresa a su casa donde su novia está muerta); «La monja gitana» (una monja, en la soledad del convento, sueña historias de amor); «La casada infiel» (romance erótico sobre una relación adúltera); «Romance de la pena negra». (En la tristeza honda de Soledad Montoya se expresa la pena del pueblo gitano, del pueblo andaluz, «un ansia sin objeto», una pena existencial).
Las cuatro figuras femeninas representan el sufrimiento, la pena, la frustración. El «Romance sonámbulo» representa la frustración y esterilidad del amor oscuro; «La casada infiel», el amor carnal (una noche marchosa y ardiente, como dice García Lorca), la pasión amorosa; «La monja gitana», el tema del amor, del deseo erótico; y el «romance de la pena negra», la encarnación del dolor perenne, la pena negra de la que no se puede salir, la pena sin remedio, un ansia sin objeto, con la seguridad de que la muerte nos está acechando.
c) Romances que se refieren a gitanos con destino trágico:
Tres tipos míticos masculinos: «Prendimiento de Antoñito el Camborio», «Muerte de Antoñito el Camborio», «Muerto de amor» (un enfermo que se muere de amor), «El emplazado» (cumplimiento de una predicción de muerte)… Si en el «Romance sonámbulo» aparecía el tipo mítico femenino, ahora aparece el tipo mítico masculino.
Antoñito el Camborio representa la dignidad gitana herida por la historia, el tiempo y las circunstancias. «Gitano verdadero, incapaz del mal como muchos que en estos momentos mueren de hambre por no vender su voz milenaria a los señores». Antoñito es el representante de la aristocracia gitana, un ser nacido para la perdición o para la gloria, pero nunca para la humillación y la mediocridad. «Muerte del emplazado» y «Muerto de amor» son los romances de la fatalidad inminente.
«Reyerta» (lucha y violencia entre gitanos). A través de un suceso trivial transluce una historia mítica (una historia realista y cotidiana que pasa a tener un significado general): la presencia de seres extramundanos como los ángeles, las características cristológicas de la pasión de Juan Antonio de Montilla, la insistencia sobre la sangre derramada… El tema de la lucha de personas que se atacan sin saber por qué; la violencia como otro impuso vital.
«Romance de la guardia civil española» (la represión de la Guardia Civil; destrucción del mundo mítico-gitano actual). La Guardia civil (creada para perseguir a los delincuentes en las zonas rurales) representa la dura realidad frente a la fantasía, la fuerza del mal que va a destruir el mundo de los gitanos; de ahí el color negro que califica a todo lo relacionado con los guardias civiles.
d) Tres romances dedicados a tres ciudades andaluzas:
Tres arcángeles mítico-gitanos representantes de tres ciudades andaluzas: «San Miguel» (Granada); «San Rafael» (Córdoba); «San Gabriel» (Sevilla). Canta a las femeninas ciudades (Granada, Córdoba, Sevilla) a través de figuras de sujetos masculinos, los arcángeles, en una típica maniobra confundidora de sexos en Lorca.
2. ROMANCES DE PERSONAJES HISTÓRICOS QUE SUFREN UN PROCESO DE AGITANACIÓN (del 16 al 18).
«Martirio de Santa Olalla»/el mundo paleocristiano. El romance de la Andalucía romana, dice Lorca. Se basa en la vida de Santa Eulalia de Mérida que recibió martirio en la época de Diocleciano.
«Burla de don Pedro a caballo»/el mundo de la Edad Media; el tema parece ser el olvido. Referencia a la soledad, ausencia de amor de un caballero.
«Thamar y Amnón»/el mundo bíblico. Se basa en una historia bíblica narrada en el Libro de Samuel: los amores incestuosos entre Thamar, hija del rey David, y su hermano Amnón.
Los siete primeros romances del libro presentan protagonistas femeninas: en el primero es la luna, en el segundo es Preciosa, en el cuarto la gitana suicida, el quinto está ocupado por la reprimida figura de la gitana monja, en el sexto la protagonista es la casada infiel, y en el séptimo es protagonista única la figura desvariante y honda de Soledad, la encarnación de la «Pena Negra», la encarnación del eterno femenino lorquiano, anhelante y frustrado.
En el bloque siguiente, predominan los hombres: ese Antoñito, que protagoniza los romances undécimo y duodécimo; ese Muerto de amor del tercero; ese Emplazado, al que se le cumple el plazo fatal del decimocuarto; ese don Pedro a caballo, que de tanto jugar con el agua de las lagunas, acaba muerto en el romance decimoséptimo, ay, jugando con las ranas.
En la primera parte dominan los temas de la frustración amorosa. Tras los poemas centrales, el libro se centra más en temas de sangre, violencia y muerte. Finalmente, se fusionan las dos fuerzas motrices de todo el Romancero Gitano y de toda la obra literaria de Lorca, el sexo conflictivo y la violencia destructora, en el romance último del libro, el de Thamar y Amnón, el de la muchacha violada por el hermanastro.