Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza,
el sol besa a la nube en Occidente
y de púrpura y oro la matiza,
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza
y hasta el sauce inclinándose a su peso,
al río que le besa, vuelve un beso.