Quisiera poder decir que escribir este libro fue sencillo. Pero no lo fue. De hecho, probablemente haya sido una de las cosas más difíciles que he llevado a cabo en mi vida… Por lo tanto, debo un enorme agradecimiento a todos aquellos que me han ayudado y apoyado durante esta dura etapa. En primer lugar, este libro nunca hubiera existido de no ser por la pasión y la fe inquebrantable de mi editor, Charlie Sheppard, que no sólo luchó por la creación de este libro en las fases iniciales, sino que me apoyó en todo momento para mantenerlo vivo cuando quise rendirme. También quiero mostrar un profundo agradecimiento a Annie Eaton, por su apoyo incondicional y por haber creído encarecidamente en mí y en Prohibido. Las editoras Sarah Dudman y Ruth Knowles han trabajado extremadamente duro y les estoy muy agradecida por su paciencia, pericia y compromiso. Mi agradecimiento también a Sophie Nelson y al equipo de diseño por su inestimable contribución.
Me siento especialmente agradecida por el increíble apoyo de mi familia. Mi madre no sólo revisa incansablemente mis libros en cada fase, sino que además me ayuda a encontrar el tiempo y la energía para escribirlos. Tansy Roekaerts me ofrece observaciones constructivas sobre todos mis libros y siempre parece saber cómo ayudarme cuando me bloqueo. Tiggy Suzuma es el orgullo de mi vida y de algún modo consigue hacerme reír en los malos momentos, evitando que me lo tome todo demasiado en serio. Thalia Suzuma también me aporta consejos muy valiosos, así como ayuda práctica y asesoramiento profesional. Por ultimo, soy muy atornillada por tener como mejor amiga a Akiko Hart, quien no sólo me ayuda a escribir, sino, más importante aún, me ayuda a vivir.