NOTA SOBRE EL LONDRES DE TESSA

Como en Ángel mecánico, el Londres de Príncipe mecánico es, tanto como he podido hacerlo, una mezcla de lo real y lo irreal, lo conocido y lo olvidado. (Por ejemplo, sí que hay una cámara Pyx en la Abadía de Westminster). He respetado la geografía del auténtico Londres victoriano tanto como he podido, pero a veces no me ha sido posible.

Para los que se preguntan por el Instituto: sí que existió una iglesia llamada All-Hallows-the-Less (Todos los Santos de Less) que ardió en el Gran Incendio de Londres de 1666; sin embargo, estaba situada en Upper Thames Street, no donde la he ubicado yo, justo saliendo de Fleet Street. Los que conozcan Londres reconocerán la localización del Instituto, y la forma de su capitel, como la de la famosa St. Bride’s Church, querida por periodistas y reporteros, que no se menciona en Cazadores de Sombras, Los orígenes, ya que el Instituto ocupa su sitio. Los que se pregunten por el Instituto de York, éste está basado en Holy Trinity Goodramgate, una iglesia que aún se puede encontrar y visitar en York.

En cuanto a la casa de los Lightwood en Chiswick, durante los siglos XVI y XVII se creía que esta localidad se hallaba a suficiente distancia de Londres como para ser un sano refugio de la suciedad y la enfermedad que reinaba en la City, y muchas familias adineradas tenían una mansión allí. La de los Lightwood se basa muy ligeramente encima en la famosa Chiswick House. En cuanto al número 16 de Cheyne Walk, donde reside Woolsey Scott, en aquel tiempo estaba alquilado por Algernon Charles Swinburne, Dante Gabriel Rossetti y George Meredith. Eran miembros del movimiento estético, y les hubiera gustado el lema del anillo de Woolsey: «L’art por l’art», o «El arte por el arte».

En cuanto al fumadero de opio de Whitechapel, se han realizado numerosas investigaciones sobre ese tema, pero no existe ninguna prueba de que éste, tan elogiado por los fans de Sherlock Holmes y los amantes de lo gótico, haya existido nunca. Aquí lo he reemplazado por un antro de vicio demoníaco. Del mismo modo, nunca se ha probado que éstos existieran, pero, claro, tampoco se ha probado que no existieran.

Para los que se preguntan qué le dice Will a Tessa antes de entrar en la mansión de Chiswick, Caelum denique era el grito de guerra de los cruzados, y significa: «¡El cielo por fin!».