A Kim Cardascia, que me dio la libertad para traspasar los límites de mi imaginación; y a Nancy Yost, que me ayudó a mantener la cordura mientras lo hacía.
A las Damas del Santuario y a RBL Romanticans por las risas y por el apoyo que nos habéis dado a la saga de los Cazadores Oscuros y a mí. Os quiero a todas. Gracias por ser como sois y por amar la novela romántica tanto como yo.
A mis amigos, sin quienes estaría perdida sin remedio: Rickey, Lo, Jane, Cathy-Max, Deb, Rebecca y Kim Williamon.
A mi marido y a mis hijos, por su paciencia, su amor y toda esa increíble felicidad que los cuatro han añadido a mi vida. Y por último, pero no por ello menos importante, le doy las gracias a mi familia por ser una increíble fuente de apoyo.