Entra CASIO con MÚSICOS y el GRACIOSO.
CASIO
Tocad aquí, señores. Premiaré vuestra labor.
Algo que sea corto, y dad los buenos días
al general.
[Tocan.]
GRACIOSO
¡Señores! ¿Es que esos instrumentos han estado en Nápoles, que hablan así por la nariz?[20]
MÚSICO 1.º
¿Qué queréis decir?
GRACIOSO
Veamos. ¿Son instrumentos de viento?
MÚSICO 1.º
Claro que sí, señor.
GRACIOSO
Pues les cuelga un rabo.
MÚSICO 1.º
¿Qué rabo les cuelga?
GRACIOSO
El que va con el instrumento de ventosidad. Señores, aquí tenéis dinero: al general le gusta tanto vuestra música que por caridad os pide que no hagáis más ruido.
MÚSICO 1.º
No lo haremos.
GRACIOSO
Si tenéis música que no se oiga, adelante. Mas ya sabéis que el general no quiere música.
MÚSICO 1.º
De esa música no tenemos, señor.
GRACIOSO
Pues entonces, el pito en la bolsa y se acabó. ¡Vamos, esfumaos, humo!
Salen los MÚSICOS.
CASIO
Oye, amigo.
GRACIOSO
Yo no oigo a Migo: os oigo a vos.
CASIO
Anda, déjate de chanzas. Toma esta pequeña moneda de oro. Si está levantada la dama que acompaña a la esposa del general, dile que Casio le suplica el favor de su presencia. ¿Lo harás?
GRACIOSO
Está levantada. Me dispongo a preguntarle si se sirve presenciarse aquí.
CASIO
[[Gracias, amigo.]]
Sale el GRACIOSO.
Entra YAGO.
Me alegro de verte, Yago.
YAGO
¿No os habéis acostado?
CASIO
Pues no. Cuando nos despedimos ya era de día.
Yago, me he permitido
llamar a tu esposa. Mi súplica es
que me proporcione una ocasión
para hablar con la dulce Desdémona.
YAGO
Ahora mismo os la mando.
Y veré la manera de alejar al moro
para que converséis con mayor libertad.
CASIO
Os lo agradezco de veras.
Sale [YAGO].
En Florencia no vi a nadie tan leal.
Entra EMILIA.
EMILIA
Buenos días, teniente. Me apena
que cayerais en desgracia. Mas todo irá bien.
El general y su esposa lo están comentando,
y ella os defiende. Otelo responde
que el hombre al que heristeis es muy renombrado
y tiene amistades, y que, en justa prudencia,
se imponía el despido. Mas afirma que os aprecia
y que no necesita más defensa que su afecto
[[para aprovechar la mejor ocasión]]
y admitiros de nuevo.
CASIO
No obstante, os suplico
que, si lo creéis posible y conveniente,
me procuréis ocasión para conversar
a solas con Desdémona.
EMILIA
Venid, os lo ruego. Os llevaré
donde podáis hablar con libertad.
CASIO
Os estoy muy agradecido.
Salen.