Este libro está dedicado a mi madre, la primera guerrera que hubo en mi vida y la que me enseñó que hay que luchar las cosas para poder conseguirlas. ¡Te quiero, mami!
También se lo dedico a mi hija Sandra, por ayudarme tanto cuando estoy agobiada; y a mi hijo Jorge, por hacerme reír cuando lo necesito. ¡Os quiero hasta el infinito y más allá!
Y por supuesto a todas las mujeres que como la protagonista de esta novela, luchan día a día para seguir sonriendo y llenando su vida y la de sus familias de luz positiva.
Mil besotes.
MEGAN MAXWELL