País cerca de Dunsinane con un bosque a la vista. — Entran MALCOLM, SIWARD EL ANCIANO, SIWARD HIJO, MACDUFF, MENTETH, CATHNESS, ANGUS, LENOX, ROSSE[71] y SOLDADOS.
MALCOLM:
Los tiempos me parecen ya cercanos
en que gocen de paz los dormitorios.
MENTETH:
No se debe dudar.
SIWARD:
¿A dónde estamos?
MENTETH:
El bosque de Birman, señor, es ese.
MALCOLM:
Desgajen ramas dél nuestro soldados
llevándolas delante como un velo;
así ocultar el número logramos
de nuestra hueste.
MENTETH:
Sí.
SIWARD:
Que así se haga;
parece que aun persiste confiado
en su resolución nuestro enemigo;
y defender intenta con bizarro
denuedo a Dunsinane.
MALCOLM:
Es su esperanza;
pues donde quiera que dirige el paso
encuentra insurrección en vez de auxilio;
ni se alza en su favor un solo brazo
que forzado no sea.
MACDUFF:
Las censuras
hasta lograr el fin suspenda el labio;
y de ardid militar y de pericia
nuestras evoluciones entre tanto
se muestren dirigidas. De la guerra
bueno será que el arte obedezcamos.
SIWARD:
Dentro de corto término podremos
afirmar lo que somos, o negarlo.
Inseguro relata el pensamiento
de su especulación mentido cálculo;
pero el éxito cierto está en la espada;
marchemos, compañeros, a buscarlo.