Escena X§

TODOS, menos EL MEDICO.

MACDUFF:

¿Qué enfermedad es esa?

MALCOLM:

El mal se llama;

milagrosa virtud al soberano

de Inglaterra en su cura muchas veces

he visto practicar; cómo humillado

solicita del cielo los favores,

con qué oraciones o piadosos salmos,

tan solo el rey lo sabe; mas las gentes

a quien postra del mal el fiero asalto;

las más atribuladas y ulcerosas,

el cuerpo de apostemas[64] escamado,

compasión a los ojos mera burla

de las artes quirúrgicas, su mano

sana sin dilación, una medalla

al dolorido cuello encadenado,

con tantas preces oración devota.

Y es fama, que al morir dejan legado

los reyes de Inglaterra a su heredero

este bendito y sanador milagro.

También dicen las gentes que su alteza

del profético don se halla dotado;

y así flotan en torno a su corona

bendiciones sin cuento; y sus vasallos

beato le proclaman, santo en vida.