LADY MACDUFF y SU HIJO. Luego UN MENSAJERO.
LADY MACDUFF
Ves, hijo mio,
que tu padre murió; di, ¿cómo piensas
vivir de aquí adelante?
HIJO:
Como viven
los pájaros del cielo.
LADY MACDUFF
¿Haciendo presa
en moscas y gusanos?
HIJO:
No señora;
quiero decir, que viviré cual pueda.
LADY MACDUFF
Infelice avecilla; no sabrías
precaverte aun de redes ni varetas[59],
ni de halcón altanero ni reclamo.
HIJO:
¿Y a qué la precaución? Nunca la flecha
se desperdicia en pobre pajarillo;
mas no ha muerto mi padre, aunque os convenga
decirme que así fue.
LADY MACDUFF
Murió sin duda.
¿Cómo tendrás ya un padre que te quiera?
HIJO:
¿Y cómo tendréis vos otro marido?
LADY MACDUFF
Si marido quisiese, en cualquier feria
comprara veinte o más.
HIJO:
Comprando tantos
los vendierais después por cosa cierta.
¿Mi padre era traidor?
LADY MACDUFF
Así lo dicen.
HIJO:
¿Y qué es, madre, un traidor?
LADY MACDUFF
El que a promesas falta y a juramentos y el que miente.
HIJO:
¿Y todos los que mienten y falsean
los propios juramentos son traidores?
LADY MACDUFF
Todos lo son; y sufren el afrenta
de morir en la horca.
HIJO:
¿Y ha de ahorcarse
a cuantos así mienten?
LADY MACDUFF
Ley es esa.
HIJO:
¿Y quién los ha de ahorcar?
LADY MACDUFF
Los hombres buenos.
HIJO:
Pues los traidores son gente asaz necia,
pues juradores y embusteros bastan
por su número inmenso, si quisieran,
para romper la hueste de hombres buenos
y cortarles a todos la cabeza.
LADY MACDUFF
Dios te ayude, rapaz, tu padre ha muerto.
HIJO:
Si mi padre, señora, muerto hubiera,
lloraríaisle vos amargamente.
LADY MACDUFF
No tienes, hijo, no, quien te proteja.
(Entra un MENSAJERO).
MENSAJERO:
La bendición de Dios en esta casa;
no os agravie, señora, que se atreva
así un desconocido a incomodaros.
Grave peligro os amenaza cerca;
si consejo tomaseis de un amigo
que aunque rústico os habla con llaneza,
no se os encuentre aquí. Idos, señora;
salvad vuestros hijuelos de la ofensa.
Porque os asusto así, feroz llamadme;
mas lo contrario felonía fuera.
Vuestra vida, señora, riesgo corre;
no despreciéis la voz que os amonesta;
el cielo os guarde. Detenerme temo. (Se va).
LADY MACDUFF
¿Adónde huir? la muerte me rodea.
Mas si yo no hice daño… ¡qué locura!
En el mundo terrestre es con frecuencia
laudable el hacer mal y el ser benigno
peligroso en extremo. ¿Quién recuerda
con mujeril memoria si ha hecho daño?
¿Qué semblantes son estos?