UN PORTERO. — Llaman.
PORTERO[26]:
Pues no está manco el que quiere entrar. Si fuera yo portero de las puertas del infierno no tendría que dar más frecuentes vueltas a la llave.
(Llaman).
¡Aldabonazo! ¿Quien va allá, en el nombre de Belzebú? Esta será el alma de algun labrador que se habrá ahorcado con la esperanza de buena cosecha. Ven en tiempo oportuno y trae pañuelos con que limpiarte el sudor, que harto los habrás menester si has de aguardar hasta entonces.
(Llaman).
¡Aldabonazo! ¿Quién va allá, digo, en el nombre del otro diablo? ¡Aldabonazo! y no se cansará por cierto. Allá van, allá van, con mil de a caballo.
(Abre).