Escena VIII§

DICHO. LADY MACBETH.

LADY MACBETH:

También en su sangre teñí yo la mia,

que traigo bañada del mismo color;

me avergüenza, empero, que un alma tan fría

en el pecho dome al alto valor.

(Llaman).

A las puertas llaman que dan al poniente;

vamos a la alcoba, y allí borrarán

pocas gotas de agua el hecho reciente;

¡cuán fácil remedio!

(Llaman).

Ven, llamando están.

Ven… ponte de blanco como si durmieras;

que si levantarnos pide la ocasión,

no te hallen vestido. Deja las quimeras;

vuelvan a tu pecho constancia y razón.

MACBETH:

Antes yo quisiera perder la memoria

que la hazaña infausta triste recordar.

(Llaman).

Duncan ¿no despiertas? ¡horrorosa historia!

¡Ojalá pudieras, Duncan, despertar!