DICHO. LADY MACBETH.
LADY MACBETH:
También en su sangre teñí yo la mia,
que traigo bañada del mismo color;
me avergüenza, empero, que un alma tan fría
en el pecho dome al alto valor.
(Llaman).
A las puertas llaman que dan al poniente;
vamos a la alcoba, y allí borrarán
pocas gotas de agua el hecho reciente;
¡cuán fácil remedio!
(Llaman).
Ven, llamando están.
Ven… ponte de blanco como si durmieras;
que si levantarnos pide la ocasión,
no te hallen vestido. Deja las quimeras;
vuelvan a tu pecho constancia y razón.
MACBETH:
Antes yo quisiera perder la memoria
que la hazaña infausta triste recordar.
(Llaman).
Duncan ¿no despiertas? ¡horrorosa historia!
¡Ojalá pudieras, Duncan, despertar!