Escena V[23]

LADY MACBETH.

LADY MACBETH:

Mis vinos bebieron: traidor agasajo

que a ellos embriaga y me alienta a mi.

(Ruido).

¿Qué es eso? ¡Silencio! Sin duda sería

de fatal lechuza silbido feroz;

lo está haciendo ahora: las puertas tenía

entornadas ambas los goznes sin voz.

Los gentiles hombres apenas con vida

y roncos resuellos lanzando en su afán;

narcóticas drogas mezclé a su bebida

y en hondo letargo sumidos están.

MACBETH:

¿Qué me queréis? ¡Hola! (Desde adentro).

LADY MACBETH:

¡Ay! , si despiertos

se hallan y no pudo Macbeth concluir:

¡ah! Nuestros conatos serán descubiertos

quedando la empresa al fin sin cumplir.

Yo puse las dagas en la cabecera;

al instante mismo las pudo encontrar;

si dormido Duncan no se pareciera

a mi padre tanto, yo misma clavar…