LADY MACBETH.
LADY MACBETH:
Mis vinos bebieron: traidor agasajo
que a ellos embriaga y me alienta a mi.
(Ruido).
¿Qué es eso? ¡Silencio! Sin duda sería
de fatal lechuza silbido feroz;
lo está haciendo ahora: las puertas tenía
entornadas ambas los goznes sin voz.
Los gentiles hombres apenas con vida
y roncos resuellos lanzando en su afán;
narcóticas drogas mezclé a su bebida
y en hondo letargo sumidos están.
MACBETH:
¿Qué me queréis? ¡Hola! (Desde adentro).
LADY MACBETH:
¡Ay! , si despiertos
se hallan y no pudo Macbeth concluir:
¡ah! Nuestros conatos serán descubiertos
quedando la empresa al fin sin cumplir.
Yo puse las dagas en la cabecera;
al instante mismo las pudo encontrar;
si dormido Duncan no se pareciera
a mi padre tanto, yo misma clavar…