Música. — MACBETH, que vuelve con el REY DUNCAN, MALCOLM, DONALBAIN, BANQUO, LENOX, MACDUFF, ROSSE, ANGUS, SEÑORES y ACOMPAÑAMIENTO.
DUNCAN:
Nuestra huéspeda[20] apreciable,
dama hermosa del castillo,
el amor que me circunda
y que acepto agradecido,
donde quiera que me muevo,
a veces le deseara;
y a mis deudos favoritos
menos grave así sería.
LADY MACBETH:
Si el rendimiento sumiso
nuestro amor os ofreciera
con mil obsequios prolijos,
triplicándole tres veces
o hasta un número infinito,
fuera todo pobre muestra,
alarde fuera mezquino,
comparado con las honras
que sin cesar recibimos
de mano de vuestra alteza.
Por los favores antiguos,
por las recientes mercedes
con que os plugo distinguirnos,
os recompensen los cielos.
DUNCAN:
A vuestro esposo seguimos,
castellana, muy de cerca.
Ser mensajero yo mismo
quería de mi venida;
pero cabalga tan vivo
en su lealtad y en su amor,
que mis esfuerzos previno.
Por esta noche, señora,
hospitalidad pedimos.
LADY MACBETH:
Vuestros vasallos, señor,
los suyos, sus señoríos
y cuanto les pertenece,
es solo para servicio
y feudo de vuestra alteza.
Si todo lo recibido
de vos os lo devolvieran,
nunca vuestros beneficios
pagaran como debían.
DUNCAN:
Nunca a mi valiente primo
pagaré yo lo que debo.
Permitidme…
(Le ofrece el brazo a lady Macbeth para salir).
Su heroísmo,
su lealtad, dan a mi trono solidez, honor y brillo.
(Parten todos. MACBETH se queda el último, y se vuelve a la escena).