Escena IV[5]

Un páramo. — TRES BRUJAS.

BRUJA 1ª:

¿Dónde has estado, hermana?

BRUJA 2ª:

Dando a los cerdos muerte.

BRUJA 3ª:

¿Y dónde tú?

BRUJA 1ª:

La suerte

deparome al salir esta mañana

ala mujer de un marino.

Estaba la golosa

devorando afanosa

una y otra castaña; yo me inclino

y la barba en la cuja

castañas le pedí;

mas echome de allí

llamándome hechicera y momia y bruja.

Embarcado su esposo

para Alepo navega;

yo hacia la misma vega

también hendiré el aire nebuloso

a bordo de una criba;

y mi venganza justa

trabajará su fusta

de la flotante grímpola[6] a la estiva.

BRUJA 2ª:

Yo te regalo un viento.

BRUJA 1ª:

Eres piadosa.

BRUJA 3ª:

Yo una racha espantosa.

BRUJA 1ª:

Y otra que tengo yo soltar intento.

Con fuerzas nunca vistas

bramarán las tormentas:

mis ráfagas violentas

enjugarán los puertos como artistas.

Agitará mi anhelo

cuantos tiene la náutica cuadrantes;

crujirán resonantes

los tempestuosos ámbitos del cielo.

No hospedarán sus ojos

al sueño ni de noche ni de día;

ni logrará descanso ni alegría;

ni le darán las horas más que enojos.

Y ya que su bajel por mis reproches

no pueda fracasar, vigilia, espantos,

agitación padecerá y quebrantos

por nueve veces nueve siete noches.

Mirad qué traigo aquí.

BRUJA 2ª:

Enseña, enseña.

BRUJA 1ª:

El pulgar del piloto que volvía,

y cuando ya su casa descubría

viéndola naufragó sobre una peña.

(Suenan cajas).

BRUJA 3ª:

Los tambores.

BRUJA 2ª:

Tambores.

BRUJA 3ª:

Macbeth viene.

TODAS:

Las hermanas profetisas

fuera en vano

perseguir por la tierra o por el mar;

o en las brisas

las divisas

de su arcano[7]

escudriñar.

Tres por ti

y tres por mí.

Tres veces tres

son nueve. ¡Si!

y el número llegó

y el encanto a la par se consumó.