ESTUDIO
[1] El propio Lovecraft reconoce la deuda que tiene con Machen (Lovecraft, “Selected Letters”) <<
[2] De esta novela dijo Lovecraft que “arruinaba completamente una idea magnífica por el tratamiento casi infantil de la misma” (Lovecraft, «El horror en la literatura»). <<
[3] Toda la obra de Shiel fue encomiada por Lovecraft, pero en especial su cuento “The house of sounds” <<
[4] Para Lovecraft, «La casa en el confín de la tierra» constituye algo casi sin par en la literatura (Lovecraft, “El horror…”). <<
[5] «The sword of Walleran» es una antología de relatos de Dunsany hecha por el propio autor. <<
[6] La obra de Blackwood ha sido una de las que más han influido en Lovecraft, según él mismo reconoce (Lovecraft, «Selected Letters»). Ciertos seres de Blackwood han sido incluso reelaborados por algunos escritores del «Círculo de Lovecraft» para mejor adaptarlos a los Mitos. <<
[7] El personaje “Danforth” no acaba demasiado bien. En el “Círculo de Lovecraft”, los autores no ahorraban penalidades a los amigos a quienes hacían intervenir como personajes en sus relatos. <<
[8] En este relato también se menciona a Clark Ashton Smith bajo el disfraz del sacerdote atlanteano Narkas-Ton <<
[9] Bhêchadjaguru, el «médico de las almas» del panteón budista. <<
[10] Blake evitó el irracionalismo de Swedenborg al expresarse en un plano no filosófico sino estético. <<
[11] Estos poemas en prosa influyeron también notablemente en Dunsany y, a través de él, en la llamada fantasía heroica. <<
[12] El lenguaje aklo y los Dôls son invenciones de Machen y figuran por primera vez en su cuento El pueblo blanco. <<
[13] En El Gran Dios Pan, Machen intenta hacer pasar a Nodens, que es en realidad invención suya, por un númen romano. <<
[14] En otras ocasiones no se identifica plenamente al Wendigo con Ithaqua, pero al menos se le considera como pariente suyo muy próximo. <<
[15] El llamado de Cthulhu, según la traducción de Gosseyn. Este relato es una de las piezas básicas de los Mitos. No lo he incluido en esta antología por ser fácilmente accesible al aficionado, pero recomiendo vivamente su lectura. <<
[16] Estos poemas en prosa influyeron también notablemente en Dunsany y, a través de él, en la llamada fantasía heroica. <<
[17] Esta descripción se limita a subrayar una semejanza percibida subjetivamente y, por tanto, Shiel no traspasa aquí las fronteras del arte realista. En cambio, cuando Lovecraft, para expresar un sentimiento análogo al de Shiel, describe ruinas auténticamente prehumanas, hace arte fantástico pues, aún dentro de la ficción aceptada que es el arte, objetivo, su subjetividad en una aparente realidad. En líneas generales, puede decirse que el realismo y la fantasía dependen sólo del predominio respectivo de los factores perceptivos (subjetivación de lo objetivo) o impresivos (objetivación de lo subjetivo) presentes en todo arte. <<
[18] Gordon Pym casi debería también ser considerado como parte integrante de los Mitos, o al menos como uno de sus antepasados más directos e inmediatos. Así lo pone de manifiesto el propio Lovecraft en su relato “En las montañas de la locura” que constituye, no sólo una continuación de la novela de Poe, sino también una interpretación de la misma a la luz de los Mitos. <<
[19] En el cuento “El que susurraba las tinieblas”, Lovecraft cita textualmente el terrible Signo Amarillo inventado por Chambers. <<
[20] El primer relato en que aparecen los Dioses Arquetípicos es “The lair of the star-spawn” de Derleth y Schorer, publicado originalmente en Weird Tales en agosto de 1932. Pese a su indudable interés histórico, no lo he incluido en esta antología por su (a mi juicio) demasiado baja calidad. <<
[21] El relato “The coming of the white worm”, constituye un capítulo completo del espantoso Libro de Eibon o Liber Ivonis. <<
[22] La bibliografía canónica de los Mitos ha sido establecida por Carter, que hace constar si cada libro citado es real o imaginario y, en este caso, quién es su inventor. <<
[23] El “descensus ad inferos” es un elemento imprescindible de todo cuento de miedo. De ahí el valor catártico de éstos. <<
[24] Sobre este cuento escribe Groff Conklin: “El extraño individuo que escribió este extraño relato vivió sin duda algo de lo que escribió; y supongo, por lo tanto, que a partir de esta narración un psiquiatra podría deducir muchas cosas de su autor”. <<