12 de Noviembre, 1991
Querido amigo,
Me encantan los bollos de nata, y si digo esto es porque nos han pedido que pensemos en razones para vivir. En la clase de Ciencias, el profesor Z. nos habló de un experimento en el que elegían una rata o un ratón, y los ponían en un extremo de una jaula. Al otro lado de la jaula ponían un trocito de comida. Y la rata o el ratón se acercaban a la comida y comían. Entonces, devolvían a la rata o al ratón al extremo original de la jaula y, esta vez, ponían electricidad por el tramo de suelo que tendrían que recorrer para conseguir el trozo de comida. Hicieron esto durante un tiempo, y la rata o el ratón dejaron de ir a buscar la comida al llegar a cierta cantidad de voltaje. Luego, repitieron el experimento, pero reemplazaron la comida con algo que les daba a la rata o al ratón un placer muy intenso. No sé qué sería eso que le daba tan intenso placer, pero supongo que algún tipo de sabor especial para ratas o ratones. En cualquier caso, lo que los científicos descubrieron fue que la rata o el ratón aguantaban mucho más voltaje a cambio de placer. Incluso más que por comida.
No sé qué significado tiene, pero lo encuentro muy interesante.
Con mucho cariño,
Charlie