DENTRO DEL AMBITO DE
NUESTRAS TIERRAS

EN la Era de Leyenda el mundo estaba densamente poblado, no quedaban tierras sin ocupar. Los desastrosos cambios geológicos del Desmembramiento diezmaron la población, pero una recuperación gradual significó que para el final del reinado de Artur Hawkwing toda la tierra comprendida entre el Yermo de Aiel y el Océano Aricio albergaba un mayor o menor nivel de civilización. Tras la muerte de Hawkwing, sin embargo, la población inició un descenso progresivo que no puede achacarse solo a la Guerra de los Cien Años. Hacia el final de este conflicto los dirigentes reclamaban para sí tierras sin tener suficientes recursos humanos para conservarlas. Dicho declive ha continuado hasta el día de hoy, y actualmente hay vastas extensiones de territorios despoblados que ninguna nación reclama, así como zonas que, aunque pertenecientes a algún reino en teoría, son prácticamente desconocidas y escapan al poder de su dirigente "oficial". Pequeñas ciudades y grandes urbes permanecen abandonadas y en ruinas.

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Nadie sabe con certeza por qué ha disminuido la población, aunque algunos teorizan que lo ha causado el contacto con el Oscuro a través de sellos progresivamente debilitados. Otros creen que es la consecuencia del obligado retroceso del mundo a unas costumbres más primitivas, ya que el conocimiento y los instrumentos de la civilización se han perdido. Sea por la razón que sea, el hecho es que ha afectado a todas las naciones, desde las vastas estancias en exceso vacías de la poderosa Torre Blanca hasta la aldea de Campo de Emond, en Andor, que incluso ha olvidado que pertenecía a una reina o que era parte de una nación más grande.

La agitación actual está desencadenando vertiginosos cambios políticos por todo el mundo, y es difícil —quizás imposible— obtener nada que se parezca a una información política precisa. Por ello, los nombres y las estadísticas que aparecen en esta parte pertenecen a los últimos documentos oficiales y no reflejan necesariamente los asuntos como son a fecha de hoy.

CAPITULO
24

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LA TORRE BLANCA

"Una Aes Sedai nunca miente, pero la verdad que expresa puede no ser la verdad que uno cree oír".

—Dicho concerniente a las hermanas de la Torre Blanca

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EMBLEMA DE LA TORRE BLANCA

Una llama blanca estilizada; una lágrima blanca apuntando hacia arriba; la Llama Blanca; la Llama de Tar Valon.

ESTANDARTE

La Llama de Tar Valon centrada en un remolino o espiral con los siete colores, empezando en la parte superior del centro en el siguiente orden: azul, verde, blanco, marrón, gris, amarillo, rojo. Cada componente de la espiral da una vuelta completa a la llama antes de que su extremo más ancho llegue al borde del estandarte.

LAS AES SEDAI

A lo largo de los siglos de agitación tras el Desmembramiento del Mundo, sólo la ciudad de Tar Valon y las Aes Sedai que vivían en ella consiguieron conservar su soberanía y sus tradiciones de manera ininterrumpida desde que la Torre Blanca se instituyó por primera vez en el 98 DD. Ningún reino ni pueblo, salvo quizá los Ogier, han conseguido acercase a la duración del gobierno de la Torre Blanca en Tar Valon, cuanto menos alcanzar el nivel de influencia que las Aes Sedai ejercen sobre el resto de los países, y todo esto a despecho de que ninguna otra nación manifiesta confiar plenamente en ellas o siquiera entenderlas. Algunos todavía las consideran responsables del Desmembramiento del Mundo. Ni que decir tiene que muchas Aes Sedai sostienen que sus tradiciones no han variado desde antes del Desmembramiento, pero las pruebas históricas indican que la organización y el nivel de conocimientos de las actuales Aes Sedai difieren mucho de los que tuvieron sus predecesores durante la Era de Leyenda.

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Aunque las Aes Sedai hacen creer al mundo que la Torre Blanca tiene el monopolio del manejo del Poder Único, al menos entre mujeres —en realidad muchas creen que es así—, el hecho es que hay mujeres que pueden encauzar que no son parte de la Torre y cuyo número se desconoce. Normalmente son pocas las Aes Sedai que reclutan muchachas, aunque cuando encuentran a una que puede aprender a encauzar, no dejan que nada se interponga en su camino para inscribirla como novicia. (Históricamente la mayoría de las novicias tienen dieciséis años o menos cuando se las inscribe, y por lo general la Torre se ha negado a aceptar una novicia de más de dieciocho años por ser demasiado mayor para adaptarse a la disciplina). Más que salir a buscarlas, el método preferido es dejar que la chica acuda a una Aes Sedai y se lo pida o, mejor aún, que vaya a la propia Torre Blanca. Entre las mujeres que pueden encauzar y no forman parte de la Torre están las espontáneas, que desarrollan su habilidad por sí mismas, así como las mujeres a las que se les ha dicho que se vayan de la Torre por un motivo u otro, y últimamente se han sumado los informes concernientes a las Sabias Aiel y a las Detectoras de Vientos de los Marinos. Es casi inevitable que las mujeres que pueden encauzar pero no son Aes Sedai traten de pasar inadvertidas, con frecuencia ocultando sus habilidades a cuantos están a su alrededor e incluso trasladándose a otra ciudad o pueblo si se sospecha que las posee. La razón es muy sencilla: el miedo de que las Aes Sedai puedan pensar que se estaba hacienda pasar por una de ellas. Las hermanas castigan esa falsa pretensión con tal severidad que la interesada no lo olvida en toda la vida.

Mientras que las mujeres que encauzan sin el consentimiento de la Torre Blanca proceden con cautela y se esconden, los hombres que pueden manejar el Poder Único tienen mucho más que temer. Se los persigue, en especial el Ajah Rojo, y una vez capturados se los lleva, por disposición de la Torre, a Tar Valon para ser juzgados y amansados, seccionando su habilidad. Históricamente, pocos de estos hombres han permanecido sueltos el tiempo suficiente para causar un daño generalizado, pero han sido objeto de miedo y desprecio desde el Desmembramiento. Con frecuencia hasta la propia familia del hombre traicionará su secreto a las Aes Sedai. Los cambio que puede haber, ahora que tales hombres se están agrupando en los Asha’man, sólo el tiempo lo dirá.

Se pidió a una Aes Sedai, que prefiere conservar su anonimato, y a un varón encauzador que describiesen la sensación de encauzar el Poder Único, Éstas fueron sus respuestas:

La Aes Sedai:

"Cuando me abro y busco el contacto con la Fuente Verdadera para dejar que el Poder Único me llene, me siento complete de un modo que me hace darme cuenta de lo vacía y insustancial que es mi vida cuando no estoy encauzando, Es un gozo intenso —casi un éxtasis— y una sensación de estar totalmente envuelta por la calidez y el amor de la Luz, Sólo cuando encauzo me siento realmente viva, Soltar el Poder es como si se apagara la luz del sol, Estoy vacía sin él, como un cuadro privado de su color, Supongo que esa es la razón de que el entrenamiento que recibimos sea tan exigente, Si no lo fuera, dudo que ninguna de nosotras tuviera la fuerza de voluntad necesaria para soltar el Poder una vez que lo ha asido".

El Asha’man:

"Tengo entendido que las mujeres sienten una envolvente sensación de calidez, Para mí no es así, Antes bien, tocar la Fuente es como quedarme vacío de toda emoción, totalmente impasible y tranquilo, pero al mismo tiempo con plena conciencia de todo a la vez, El Poder no es algo que se te entregue con facilidad, Por el contrario, tienes que luchar para conseguirlo, forcejear para asirlo y retenerlo, sabiendo que te devorará si pierdes esa pugna, Se parece mucho a intentar mantener el equilibrio contra el violento impulso de una avalancha: si resbalas, te arrastrará pendiente abajo y te aplastará sin la menor compasión, pero si eres capaz de mantener el precario equilibrio, no hay nada que no puedas hacer.

"Y, por supuesto, está la infección, que cubre el Saidin como una capa aceitosa y letal a un vino exquisito. Es imposible tocar la Fuente sin sentir el veneno, pero da igual, porque el Poder es importantísimo…"

EL PODER POLÍTICO DENTRO DE LA TORRE

Las Aes Sedai sostienen que sólo una encauzadora puede comprender realmente a otra encauzadora, y lo cierto es que el miedo, la desconfianza y el odio son consecuencia normal de la ignorancia cuando atañe a algo tan importante como el Poder Único. De no estar respaldadas por el poder político de la Torre Blanca, las encauzadoras serían víctimas de todo tipo de ataques por parte de aquellos que las tienen por brujas. A fin de evitar esto, las Aes Sedai se han ocupado de que casi todos los dirigentes hayan tenido una consejera Aes Sedai en un momento u otro. Hay incluso quienes dicen, aunque no estando al alcance de las hermanas, que reyes y reinas son poco menos que títeres al servicio de los planes ocultos de la Torre Blanca. Si bien muchos dirigentes rebatirían tal cosa, ninguno negaría el hecho de que las Aes Sedai se inmiscuyen en muchos asuntos que no parecen ser de si incumbencia. Se dice que las Aes Sedai inventaron el Gran Juego, también llamado el Juego de las Casas.

UN MUNDO APARTE

La desconfianza que despiertan las Aes Sedai también se debe al hecho de que son diferentes. Encauzar el Poder Único las cambia. El rostros intemporal de una Aes Sedai es de sobra conocido. Una lo bastante mayor para ser bisabuela puede que tenga sólo unas pocas canas, y ninguna arruga. Además, las Aes Sedai viven mucho más que cualquiera que no encauce —aunque no tanto como las Aes Sedai de la Era de Leyenda— porque en realidad encauzar demora el proceso de envejecimiento.

Ni que decir tiene que el hecho de tejer los flujos del Poder también contribuye a hacer diferentes a las Aes Sedai, ya que llevan a cabo tareas con el Poder que de otro modo serían irrealizables, y sin más limitación que los Tres Juramentos que han de prestar cuando se las asciende a Aes Sedai, en tanto que los que no encauzan dependen de su inteligencia, su fuerza física y herramientas fabricadas por el hombre. Si bien las habilidades de las Aes Sedai tienen —por supuesto— límites, para quienes no encauzan es prácticamente como si esos límites no existieran.

LOS TRES JURAMENTOS

Antes de ser ascendida al nivel de Aes Sedai, a la Aceptada se le exige prestar tres juramentos mientras sostiene la Vara Juratoria, un ter’angreal que hace vinculantes las promesas, y que son:

1. No decir nunca algo que no sea cierto.

2. No fabricar ninguna arma con la que un hombre pueda matar a otro.

3. No utilizar nunca el Poder como arma salvo contra los Engendros de la Sombra o, como último recurso, en defensa de la propia vida, la vida del propio Guardián o la de otra hermana.

No siempre se exigió prestar estos juramentos, pero varios acontecimientos ocurridos antes y a partir del Desmembramiento lo hicieron necesarios, El segundo fue el que se adoptó en primer lugar tras la Guerra de la Sombra, En cuanto al primero, si bien se cumple al pie de la letra, a menudo se sortea utilizando cuidadosamente las palabras, Se cree que los dos últimos son inviolables.

LOS TALENTOS

Algunas Aes Sedai tienen una destreza especial en el uso del Poder Único que se denomina Talento. Estos Talentos se manifiestan en áreas concretas y rara vez están relacionados con la fuerza individual para encauzar. El Talento más común es la Curación. Entre los Talentos está la Danza de las Nubes, o control del tiempo atmosférico, y el Canto de la Tierra, que supone controlar los movimientos de la tierra, como prevenir u ocasionar terremotos y avalanchas. Hay Talentos menores, a los que rara vez se les da nombre, tales como la habilidad de ver la condición ta’veren de una persona o copiar la capacidad de los ta’veren para alterar el destino, bien que en un área pequeña y localizada que rara vez cubre más que unos cuantos metros cuadrados. Algunos Talentos mayores, como el Viaje —la capacidad de desplazarse de un sitio a otro sin cruzar el espacio que media entre ellos—, han empezado a descubrirse de nuevo recientemente. Otros, como la Predicción —la posibilidad de predecir acontecimientos futuros, pero de una manera general— y el Ahondamiento —la localización de minerales metalíferos y su extracción de la tierra de vez en cuando— se dan en muy raras ocasiones. En la actualidad lo único que se sabe de muchos Talentos e el nombre y en ocasiones una vaga descripción del mismo, como por ejemplo Alinear la Matriz, Hilar Geofuego y Exprimir Lágrimas.

Otro Talento que se tenía por perdido hasta hace poco es el del Sueño, que se creía había desaparecido en el 526 NE con la muerte de Corianin Nedeal, la última soñadora conocida. Con el descubrimiento de las caminantes de sueños Aiel, así como los rumores sobre una mujer Soñadora entre las Aes Sedai, parece que este Talento ha resurgido en el Entramado.

Algunas Soñadoras también caminan en los sueños al poseer la capacidad de entrar en el Tel’aran’rhiod, así como en los sueños de otras personas, pero todas las Soñadoras tienen visiones dentro de sus sueños que van más allá de lo que podrían ver en cualquiera de esos dos sitios y que parecen anunciar acontecimientos futuros de una manera bastante concreta, Las Aes Sedai que han estudiado el fenómeno y escrito sobre él creen que no es tan seguro que se cumplan las predicciones de estas Soñadoras como las vaticinadas en la Premonición, si bien admiten que son algo más que simples sueños, Las estudiosas del tema piensan que esos sueños indican posibles acontecimientos futuros y, en consecuencia, se deben interpretar con cuidado. Algunas piensan que estos sueños son la advertencia del Entramado de lo que puede acontecer cuando todavía hay una posibilidad de cambiar su curso.

Por otro lado, las dotadas con el Talento de la Predicción saben que ciertos acontecimientos ocurrirán, que esos sucesos están firmemente hilados en el tejido del Entramado, aunque las Pronosticadoras ignoran cuándo y cómo. A menudo la Predicción se ha considerado, erróneamente, una variante del Sueño, pero no puede emplearse a voluntad, y algunas mujeres con ese Talento sólo tienen una o dos "visiones" a lo largo de toda su vida, La Predicción está ligada al Poder (sólo aquellas que encauzan pueden tener la Predicción), pero el Sueño y el caminar en los sueños no están enlazados a la capacidad de encauzar. Esto puede explicar en parte la razón de que haya más caminantes de sueños entre las Sabias Aiel que Soñadoras entre las Aes Sedai.

CONVERTIRSE EN UNA AES SEDAI

Una vez que se descubre que una chica posee la capacidad de encauzar o de aprender a hacerlo, se la lleva a la Torre Blanca donde se someterá a un duro entrenamiento durante años.

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Las chicas con el don innato empiezan como novicias y se les marca un plan de estudios y tareas designado para fortalecer tanto la mente como el cuerpo, así como para enseñarles el camino Aes Sedai. Aprenden a utilizar su capacidad, como también las consecuencias de un mal uso de la misma, pues aunque el don de encauzar es una facultad dada por la naturaleza también puede quitarlo un círculo de trece Aes Sedai. Este castigo rara vez se lleva a cabo, salvo por delitos gravísimos contra la Torre. Como advertencia, a todas las novicias se las exige aprender de memoria los nombres y delitos de las mujeres a las que se aplicó la neutralización a lo largo de la historia de la Torre Blanca. Hasta hace poco, no se había condenado a ninguna mujer a ser neutralizada desde hacía más de cien años.

Normalmente se necesitan de cinco a diez años de estudios para que una novicia ascienda al siguiente nivel, el de Aceptada. Las reglas y la disciplina son muy estrictas durante ese período. En muy pocas ocasiones, a las espontáneas —mujeres que ya sabes cómo encauzar— se les permite saltarse el nivel de noviciado y pasar directamente al de Aceptada, dependiendo de sus habilidades y su madurez, pero en toda la historia de la Torre Blanca tal cosa sólo se ha hecho un puñado de veces, y siempre ha sido causa de controversia. Todas las que deseen ascender al nivel de Aceptada han de pasar una prueba final para la que se utiliza un ter’angreal ubicado en una estancia de techo abovedado, en las entrañas de la Torre. La candidata a la Aceptación tiene que desnudarse por complete y pasar a través de los tres arcos de plata de ese ter’angreal, de uno en uno, y encontrar el camino de vuelta. Se permite que la candidata rehúse hacer la prueba dos veces, pero a la tercera negativa a entrar en los arcos, o si la novicia es incapaz de completar los tres pasos a través del ter’angreal una vez iniciada la prueba, se la expulsa de la Torre y jamás podrá ser una Aes Sedai.

Según las hermanas, se dice que ese ter’angreal hace aparecer los peores temores de la candidata, obligándola así a experimentar y superar sus miedos para ganarse la Aceptación. El primer paso representa lo que fue; el segundo, lo que es; y el tercero, lo que será. Algunas de las mujeres que entran jamás regresan. En cada caso el ter’angreal da a quien se somete a la prueba una razón de peso para permanecer en su ámbito constrictivo. Para salir, la mujer tiene que desear ser una Aes Sedai más que nada en el mundo. Ni siquiera las Aes Sedai que lo utilizan saben si los mundos en el interior del ter’angreal son reales o ilusorios.

Una vez terminada la prueba, una candidata que ha tenido éxito pasa a ser Aceptada entre las Aes Sedai. Como Aceptada, se le entrega un anillo que tiene la forma de la Gran Serpiente, y si vestido de novicia completamente blanco cambia por otro con siete finas bandas de colores en los bordes y los puños. La Aceptada está un poco menos limitada por las reglas que las novicias, y se le permite —dentro de ciertos límites— elegir las materias de estudio.

El símbolo de la Gran Serpiente ya era antiguo antes de que empezase la Era de Leyenda. Representa a una serpiente mordiéndose la cola, y hace mucho que simboliza el tiempo y la eternidad, El anillo de la Serpiente es un símbolo de hermandad entre las Aes Sedai, Una Aceptada debe llevarlo siempre en el dedo corazón de la mano derecha, mientras que las Aes Sedai pueden llevarlo en cualquier dedo o, si las circunstancias lo aconsejan, no ponérselo.

Por lo general una Aceptada tarda muchos años en ascender a Aes Sedai de pleno derecho. La prueba en este caso conlleva demostrar la capacidad de encauzar y mantener la calma en "circunstancias extremas", pero en qué consiste exactamente esta prueba es un secreto celosamente guardado. Para ascender a Aes Sedai, la candidata Aceptada debe prestar los Tres Juramentos sosteniendo la Vara Juratoria, y como nueva Aes Sedai ha de manifestar cuál de los siete Ajahs ha elegido como suyo; a partir de entonces tiene derecho a llevar el chal en el que aparece plasmada la Llama de Tar Valon, con los flecos del color de su Ajah.

Se enseña a cualquier mujer que acude a la Torre Blanca y puede encauzar, pero obviamente no todas tienen potencial para convertirse en Aes Sedai. A éstas se las instruye lo suficiente para que no representen un peligro para sí mismas ni para los demás, y después se les ordena abandonar la Torre. Sin embargo, si la mujer tiene el potencial entonces la paciencia de la Torre parece infinita. A aquellas que son lentas en el aprendizaje, a diferencia de las que intentan pasar la prueba y fracasan, se las anima a seguir adelante y, por supuesto, al igual que a otros novicias y Aceptadas no se les permite marcharse. Se dice que algunas mujeres han tardado varias décadas en conseguir el chal de Aes Sedai. Los rumores sobre cambios en estas condiciones siguen todavía sin confirmarse.

LOS GUARDIANES

Una vez que la mujer es una Aes Sedai de derecho puede vincular a un Guardián. Mientras que los Ajahs en su mayoría sostienen que una Aes Sedai puede tener un solo Guardián, no hay una ley que establezca un número. Las hermanas Rojas no se vinculan con ninguno, en tanto que las Verdes vinculan a tantos como deseen.

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La vinculación se realiza con el Poder Único y une permanentemente al Guardián y a la Aes Sedai. Éticamente, el Guardián —también llamado Gaidin, Hermano para Batallas— debe accede a la vinculación, pero se sabe de casos en los que ésta se impuso contra la voluntad del hombre. El vínculo otorga al Guardián el don de la rápida curación de heridas, la posibilidad de resistir lagos periodos sin comida, bebida o reposo, y la capacidad de detector la infección del Oscuro a cierta distancia. También puede percibir ciertas cosas sobre la mujer a la que protege, incluida su muerte. El vínculo permite saber a la Aes Sedai si su Guardián está vivo por muy lejos que se encuentre, si bien no le indica a qué distancia se halla. Si él muere lo sabrá, a través del vínculo, en el mismo instante y el modo en que ha perecido. Cuando un Guardián muere, a menudo su Aes Sedai acaba vinculando a otro con el tiempo, aunque rara vez lo hará antes de haber superado el trauma psíquico ocasionado por su muerte. Algunas Aes Sedai creen que esta conmoción es consecuencia del control emocional que se requiere para encauzar, pero no hay ninguna prueba concluyente que respalde esta teoría. Si matan a la Aes Sedai y el Guardián sobrevive, éste pierde todo deseo de vivir y parece buscar la muerte. Los intentos de mantener con vida a estos Guardianes fracasan por lo general.

Muchas personas creen que la increíble destreza en la lucha de los Guardianes también debe ser producto del vínculo, ya que se cuentan entre los guerreros más temibles, pero las Aes Sedai niegan este punto. Insisten en que a los Guardianes se los escoge en gran parte por su destreza natural, que después se pule al máximo mediante un riguroso entrenamiento en los patios de prácticas. Los Guardianes viven donde vivan sus Aes Sedai, y disponen de dependencias especiales ubicadas en la Torre Blanca. Su lealtad está ligada totalmente a sus Aes Sedai, y cualquier desacuerdo queda entre ellos, de puertas adentro. Ha habido casos de Aes Sedai casadas con sus Gaidines, principalmente entre las hermanas del Ajah Verde, pero en su mayoría la relación de Aes Sedai y Guardián es casta. Esto no se debe a ninguna regla o tradición en particular, sino más bien al hecho de que las presiones y exigencias de la vida de Aes Sedai impiden una relación personal que vaya más allá de la normal entre encauzadora y protector. Hay indicios de que las Aes Sedai reciben otros beneficios del vínculo con sus Gaidines, pero la naturaleza exacta de los mismos es un secreto bien guardado.

LA SEDE AMYRLIN

La Amyrlin ha sido siempre una de las dirigentes más —o quizá la más— ponderosas de nuestras tierras, Es creencia general que la primera en ostentar el título de Sede Amyrlin de la Torre Blanca fue Elisane Tishar, de hecho, más de cien años antes de que terminara de construirse la Torre, Se ignora la fecha exacta de su ascensión, pero se sabe que reinaba ya en el 98 DD, Los nombres de las Sedes Amyrlin que la sucedieron hasta los tiempos de Artur Hawkwing se perdieron hace mucho (salvo quizás en los archivos secretos de la Torre), La lista que aparece a continuación comprende las Sedes Amyrlin habidas desde el 939 AL (aproximadamente) hasta que las dos pretendientes actuales fueron ascendidas al puesto, en el 999 NE, Los periodos indicados para las dos primeras son aproximados, ya que todas las fechas durante la Guerra de los Cien Años son, en el mejor de los casos, dudosas.

1. Bonwhin Meraighdin* (Ajah Rojo): 939 AL(?) Despojada de la Vara y la Estola por intentar manipular a Artur Hawkwing para controlar el mundo, Fue la última del Ajah Rojo que ocupó el puesto hasta que Elaida a’Roihan depuso a Siuan Sanche.

2. Deane Aryman (Ajah Azul): 992 AL(?)—1084 AL(?).

3. Selame Necoine (Ajah Verde): 1084 AL(?)—5 NE.

4. Rabayn Marushta (Ajah Blanco): 5—36 NE.

5. Dalaine Ndaye (Ajah Gris): 36—64 NE.

6. Edarna Noregovna (Ajah Azul): 64—115 NE.

7. Balladare Arandaille (Ajah Marrón): 115—142 NE.

8. Medanor Eramandos (Ajah Gris): 142—171 NE.

9. Kiyosa Natomo (Ajah Verde): 171—197 NE.

10. Catala Lucanvalle (Ajah Amarillo): 197—223 NE.

11. Elise Strang (Ajah Gris): 223—244 NE.

12. Comarra Zepava (Ajah Azul): 244—276 NE.

13. Serenia Latar (Ajah Gris): 276—306 NE.

14. Doniella Alievin (Ajah Marrón): 306—332 NE.

15. Aliane Senican (Ajah Blanco): 332—355 NE.

16. Suilin Escanda (Ajah Azul): 355—396 NE.

17. Nirelle Coidevwin (Ajah Verde): 396—419 NE.

18. Ishara Nawan (Ajah Azul): 419—454 NE.

19. Cerilla Marodred (Ajah Gris): 454—476 NE.

20. Igaine Luin (Ajah Marrón): 476—520 NE.

21. Beryl Marie (Ajah Blanco): 520—533 NE.

22. Eldaya Tolen (Blue Ajah): 533—549 NE.

23. Alvera Ramosanya (Ajah Amarillo): 549—578 NE.

24. Shein Chunla (Ajah Verde): 578—601 NE.

25. Gerra Kishar (Ajah Gris): 601—638 NE.

26. Varuna Morrigan (Ajah Verde): 638—681 NE.

27. Cemaile Sorenthaine (Ajah Gris): 681—705 NE.

28. Marasale Jureen (Ajah Amarillo): 705—732 NE.

29. Feragaine Saralman (Ajah Azul): 732—754 NE.

30. Myriam Copan (Ajah Verde): 754—797 NE.

31. Zeranda Tyrim (Ajah Marrón): 797—817 NE.

32. Parenia Demalle (Ajah Gris): 817—866 NE.

33. Sereille Bagand (Ajah Blanco): 866—890 NE.

34. Aleis Romlin (Ajah Verde): 890—922 NE.

35. Kirin Melway (Ajah Marrón) 922—950 NE.

36. Noane Masadim (Ajah Azul): 950—973 NE.

37. Tamra Ospenya (Ajah Azul): 973—979 NE.

38. Sierin Vayu (Ajah Gris): 979—984 NE.

39. Marith Jaen (Ajah Azul): 984—988 NE.

40. Siuan Sanche *(Ajah Azul): 988—999 NE. Despojada de la Vara y la Estola en una acción todavía rodeada de controversia (y que algunos dicen que condujo a la división de la Torre), y neutralizada junto con su Guardiana de las Crónicas.

41. Elaida a’Roihan (Ajah Rojo): 999 NE, Amyrlin de la Torre en Tar Valon.

42. Egwene al’Vere (Ninguno): 999 NE. Amyrlin de la Torre en Exilio.

En el 999 NE, se produjo una división en la Torre por primera vez desde su fundación. Ambas "Torres" reclaman el derecho a nombrar una Amyrlin, Sólo el tiempo dirá cuál perdurará.

*Desde el Desmembramiento del Mundo sólo tres Sedes Amyrlin han sido despojadas de la Vara y la Estola, La primera, Tetsuan, es anterior a Bonwhin y se rumorea que participó en la traición a Manetheren durante la Guerra de los Trollocs. Tetsuan pertenecía al Ajah Rojo, Desglose por Ajahs: Azul, 11; Gris, 9; Verde, 7; Blanco, 5; Amarillo, 3; Rojo 2.

LA JERARQUÍA DE LA TORRE

Todas las Aes Sedai, excepto la Sede Amyrlin, pertenecen a una de las siete asociaciones o Ajahs de la Torre Blanca. Estos siete Ajahs se designan por colores: Azul, Rojo, Blanco, Verde, Marrón, Amarillo y Gris. Cada uno sigue una filosofía específica del uso del Poder Único y el propósito de las Aes Sedai, y su propio programa, su propio estilo de gobierno interno así como sus propias tradiciones.

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La Torre Blanca está dirigida por la Antecámara de la Torre, compuesta por la Sede Amyrlin, la Guardiana de las Crónicas y tres representantes, llamadas "Asentadas", de cada Ajah. Este consejo dicta toda la política oficial.

La Sede Amyrlin dirige la Antecámara desde un solio del mismo nombre y es elegida de por vida por la Antecámara. Es cabeza suprema de la Torre, y miembro de todos los Ajahs, hecho indicado por los siete colores de su Estola, fuera cual fuese el Ajah al que pertenecía antes. Al mismo tiempo, se la tiene como no perteneciente a ningún Ajah, sin favorecer a uno más que a otro. Se la considera igual, si no ligeramente superior, a cualquier monarca, y al menos teóricamente tiene poder absoluto sobre todas las Aes Sedai. En realidad, según fuentes cercanas a la Torre, la Amyrlin ha de sostener un sofisticado toma y daca político con la Antecámara para mantener fuerte su gobierno. Se ha sugerido que la caída de la Amyrlin Siuan Sanche, la más joven en asumir la Vara y la Estola (hasta la división de la Torre en el 999 NE), podría haber tenido origen en no haber logrado ese precario equilibrio, aunque eso es algo que sólo la Torre sabe con certeza.

La segunda en autoridad después de la Amyrlin es la Guardiana de las Crónicas, a la que elige la Amyrlin, por lo general al ascender ella a la Sede, y tradicionalmente pertenece a su mismo Ajah. El símbolo de su cargo también es una estola, del color de su Ajah y de un palmo de ancho más o menos, si bien no es representante de su Ajah. Habla sólo en nombre de la Amyrlin, que representa a todas las Aes Sedai. La Guardiana también actúa como secretaria de la Amyrlin y supervisa los asuntos oficiales de la Torre.

LOS SIETE AJAHS

Cada Ajah cuenta con sus Asentadas en la Antecámara para que lo representen, y cada uno tiene su propia dirigente o consejo director, pero la cabeza de un Ajah no ha de ser necesariamente una de sus Asentadas, ya que se cree que las Asentadas tienen que rendir cuentas a la cabeza de su Ajah de sus actuaciones en la Antecámara. Las Aes Sedai detestan facilitar cualquier información sobre sus Ajahs, sobre todo la identidad de sus líderes, que solo se conoce en su grupo.

Es sabido que el principal propósito del Ajah Rojo es proteger al mundo de todos los hombres capaces de tocar la Fuente Verdadera. Dan caza a los varones que encauzan y los llevan a la Torre para amansarlos. Rechazan el vínculo con los Guardianes, posiblemente porque su objetivo dificulta que confine o trabajen en colaboración con cualquier hombre. El Ajah Rojo, el más numeroso, está dirigido por una sola mujer, la cual ejerce un gran dominio sobre su Ajah y las Asentadas del mismo.

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También la dirección del Ajah Azul la ejerce un sola mujer muy ponderosa, y quizás éste sea el Ajah que tiene más influencia a pesar de ser uno de los que cuentan con menos miembros. El interés del Ajah Azul es la defensa de las causas justas (justas de acuerdo con su valoración de ese concepto, se entiende) y fomentar la justicia. Hábiles en las maniobras políticas, las Azules también son unas capaces administradoras. Desde la época de Artur Hawkwing, han sido más las Amyrlin ascendidas del Ajah Azul que de ningún otro.

Apartadas de la vida mundana en general, las hermanas del Ajah Marrón están consagradas a la búsqueda y preservación del conocimiento. A diferencia del Azul y el Rojo, el Ajah Marrón lo rige un consejo dirigente. Las Marrones son primordialmente responsables de la obtención y conservación de la vasta colección de libros y pergaminos que hacen de la biblioteca de la Torre la mayor reserva de conocimiento del mundo reunida en un único lugar. Gran parte de lo que se sabe sobre objetos o nuevos Talentos ha sido descubierto por las hermanas Marrones.

Al Ajah Verde también se le conoce por el Ajah de Batalla, y su objetivo principal es mantenerse preparado para el Tarmon Gai’don, la Última Batalla con el Oscuro. Implacables combatientes de los Engendros de la Sombra, también son famosas por su aprecio por los hombres, una característica infrecuente en los otros Ajahs. Las hermanas Verdes no son partidarias de limitarse a un único Guardián, y se sabe de algunas vinculadas a tres o más al mismo tiempo. Si bien tal hecho es desde antiguo motivo de chanza entre las hermanas de los otros Ajahs, no es una práctica exclusivamente frívola. Durante la Guerra de los Trollocs, los Guardianes suplementarios de las Verdes tuvieron una influencia positiva en el resultado de la batalla.

Las Aes Sedai con un Talento muy desarrollado para la Curación se unen al Ajah Amarillo. Las hermanas Amarillas están totalmente consagradas a la Curación de enfermedades y heridas así como al hallazgo de nuevas curas y nuevos métodos de usar el Poder Único para devolver la salud, aunque a decir verdad pocas creen que exista un método mejor que el que se conoce desde el Desmembramiento.

Las hermanas del Ajah Gris son mediadoras que buscan la armonía y el consenso. Muchos reinos se procuran el servicio de las Grises para asegurar el cumplimiento de sus tratados con otros, si bien siempre existe el temor de que esos acuerdos, cuando se alcanzan con la mediación de Aes Sedai, favorezcan más los propósitos de la Torre que los de las partes negociantes.

El Ajah Blanco, a diferencia de los demás, evita en lo posible el contacto con el mundo y el conocimiento práctico relacionado con él. Se centra en las cuestiones filosóficas y en la búsqueda de la verdad, que para las hermanas Blancas es una pasión devoradora.

Aunque ni la Torre Blanca ni ningún Ajah nunca han hecho oficial el número de sus componentes, es posible calcular aproximadamente la proporción con respecto a los Ajahs, Con un número de miembros que abarca casi un quinto del total de Aes Sedai en el momento de escribir esto (señal de la importancia que dan a su reconocida tarea principal), el Ajah Rojo es sin duda el más grande, Lo sigue de cerca el Verde, y después por orden, el Gris, el Marrón, el Amarillo, el Azul y, por último, el Blanco, Al parecer estos porcentajes han permanecido más o menos iguales desde el Desmembramiento, sin más variantes que el cambio de un lugar en la clasificación de la lista.

Hay un octavo Ajah, aunque no tiene Asentadas oficiales en la Antecámara e históricamente nunca se ha hecho mención a él fuera del entorno de la Torre salvo para hacer un vehemente desmentido, La mayoría de las Aes Sedai se niegan a creer que existe, Es el Ajah Negro, Se dice que sus hermanas han renunciado a todos sus juramentos y sólo sirven a la Sombra, Se rumorea que recorren las estancias de la Torre bajo el disfraz de pertenecer a los otros siete Ajahs.

INFORMADORAS Y ESPÍAS

Todos los Ajahs, salvo quizás el Blanco, tiene sus propios "ojos y oídos" que recogen información e incluso espían para ellos. Estas informadoras, que no son Aes Sedai, sólo son leales a un Ajah en particular y, en algunos casos, a la Aes Sedai que concertó sus servicios. Se rumorean ciertos casos de "agentes dobles", pero hay poca gente que se atreva a incurrir de ese modo en la ira de las Aes Sedai. Las informadoras del Ajah Amarillo están atentas a los brotes de enfermedades; las leales al Marrón buscan escondrijos de libros y conocimientos; las del Verde transmiten información referente a asuntos militares; y las del Azul informan sobre asuntos de intrigas políticas.

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Cada Ajah tiene una hermana que está al mando de la red de inteligencia del Ajah y cuyo trabajo es compilar y coordinar la información reunida por los "ojos y oídos" y presentarlo a la cabeza o consejo dirigente del Ajah. Entonces se decide cuánta de esa información, o tal vez nada, se quiere compartir con la Torre, en general a través de sus Asentadas. Las noticias que se decide compartir con la Sede Amyrlin se pasan tradicionalmente a través de la Guardiana. No cabe duda de que las Aes Sedai creen que el conocimiento es poder, y quizá por ello ningún Ajah comparte nunca toda su información con la Antecámara. Ni con la Amyrlin.

La Amyrlin cuenta con su propia y vasta red de inteligencia, por lo que no depende por completo de los Ajahs. Su supervisora es oficialmente la cabeza de inteligencia de toda la Torre, pero en realidad sólo tiene que rendir cuentas a la Amyrlin.

La Amyrlin no es la única con una red de información personal. De hecho, se sabe que sólo las Blancas y aquellas hermanas que llevan una vida de estudio dentro de la Torre no tienen una. Las Aes Sedai no tienen obligación de compartir su información con la Torre ni con su propio Ajah y, de hecho, frecuentemente no comparten nada. Todas estas redes informativas, superpuestas pero no relacionadas entre sí, dan lugar a una vasta y enredada red de secretos e intrigas en la que cada Aes Sedai se centra primero y ante todo en sus objetivos personales, y ocurre algo similar con cada Ajah.

El sistema nunca funcionaría de no ser por el hecho de que las hermanas actúan rigiéndose más por la tradición que por las reglas, y de acuerdo con la tradición ninguna Aes Sedai se inmiscuirá en lo que está haciendo otra Aes Sedai a menos que crea sinceramente que el asunto conduce a uno u otro desastre.

LOS ARCHIVOS SECRETOS DE LA TORRE BLANCA

Siempre han corrido rumores sobre una sección cerrada de la biblioteca de la Torre Blanca y a la que supuestamente sólo tienen acceso unas pocas Aes Sedai escogidas, La Torre nunca ha negado rotundamente su existencia —hasta donde se puede determinar por documentos públicos— pero también es muy posible, dada la naturaleza artera de las Aes Sedai, por todos conocida, que hagan desmentidos que, al examinarlos con atención, resulta que no son desmentidos en absoluto, cuando de hecho podrían haber dado una respuesta clara y directa, todo ello porque creen que fingir que están ocultando algo o que hacen algo que no hacen realmente las ayudará a alcanzar su objetivo, Acciones así han sido documentadas muchas veces; una lista que sería tan extensa como este volumen, Otro rumor que nunca deja de correr y que, cosa por demás curiosa, la Torre tampoco se ha dignado desmentir de forma clara, sostiene que hay una ley de la Torre que afecta a ese depósito secreto; según tal ley, cualquier intento no autorizado de indagar en esos archives está severamente castigado, y revelar tanto la existencia de los mismos como su contenido se equipara a la traición o la rebelión. Además, se supone que la propia le yes parte del depósito, y de ese modo complete un círculo de secretismo que resultaría increíble en cualquiera excepto las Aes Sedai o los Seanchan.

LA TORRE BLANCA

Cada Ajah ocupa una de las siete secciones de la mitad superior de la inmensa torre central y en las que hay alojamientos para sus miembros así como salas de reunión y de trabajo reservadas para cada Ajah, aunque algunas hermanas Marrones también tienen habitaciones en o cerca de la biblioteca. Estas secciones son iguales de tamaño a pesar de que no sea así con los Ajahs, pero incluso el más numeroso, el Rojo, no llega ni de lejos a llenar su espacio asignado. La sala principal de la Torre la de la Antecámara, así como las estancias comunes están ubicadas en la mitad inferior del edificio.

La Torre no ha estado nunca completamente ocupada desde que se construyó, y de hecho parece ir perdiendo habitantes. Si bien tienen buen cuidado en no comentarlo cuando hay cerca hermanas Rojas, algunas Aes Sedai creen que la eliminación sistemática de varones encauzadores que transmitan sus genes, sumado el hecho de que las Aes Sedai rara vez se casan y tienen hijos, es la causa de una mengua gradual de encauzadoras en la población durante los últimos tres mil años.

LA BIBLIOTECA

La estructura más grande después de la propia Torre en el recinto de las Aes Sedai es la gran biblioteca. Además del vasto cuerpo de la propia biblioteca, contiene despachos y salas de trabajo, y se rumorea que hay tantos cuartos secretos como secciones abiertas, y a buen seguro en su interior se guardan innumerables objetos de Poder. Aunque sólo parcialmente abierta a la gente de fuera, no cabe la menor duda de que alberga una de las mayores —si no la mayor— colecciones del saber del mundo. Esta biblioteca por sí sola situaría a Tar Valon como una gran ciudad aun cuando la Torre no estuviese ubicada en ella.

TAR VALON

La ciudad de Tar Valon está gobernada por un consejo de Aes Sedai elegidas por la Antecámara de la Torre. Este consejo supervisa el trabajo de una plantilla de oficinistas y burócratas no Aes Sedai que son los que realmente se encargan de la administración cotidiana de la ciudad. Este trabajo es complicado por el hecho de que Tar Valon y su Torre Blanca atraen gente de todos los países y de toda condición. Los visitantes cruzan los grandes puentes de construcción Ogier hacia la ciudad por asuntos que van desde visitas de estado hasta el peregrinaje o para concluir tratados o acuerdos comerciales. Aunque la isla mide sólo unos seis o siete kilómetros de punta a punta, con gran parte del terreno ocupado por parques y jardines, representantes de casi todas las razas y naciones del mundo viven y trabajan dentro de sus murallas.

La ubicación céntrica de Tar Valon entre las Tierras Fronterizas del norte y los reinos de sur y el oeste hacen de ella un lugar ideal para el comercio; el río Erinin facilita el tráfico fluvial, en tanto que los grandes puentes dan un acceso fácil a caravanas hacia las calzadas principales.

Desde que Tar Valon se fundó, en el 98 DD, la ciudad nunca ha caído en manos invasoras y sólo ha sufrido algún que otro ataque. Esto se debe principalmente a su condición de ser el corazón y el alma de las Aes Sedai y su Torre. Hay muy pocos oficiales que estén dispuestos a enfrentarse a mujeres que manejan el Poder Único, sobre todo siendo éste un grupo tan numeroso. El hecho de que toda la ciudad insular esté guardada por murallas también disuade a los posibles conquistadores.