CAPITULO
23

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Tel’aran’rhiod

EL Tel’aran’rhiod, aunque no se localiza en ningún mapa, es un lugar visitado por muchos pero en el que nadie vive. Es de este mundo y al tiempo es algo aparte; es el Mundo de los Sueños, también llamado el Mundo Invisible. El Entramado urdido con las vidas de los hombres es solo una realidad entre muchas, parte de un Entramado mayor, tejido con todas y cada una de las realidades posibles.

Pero entre la urdimbre de este gran Entramado existen espacios, y ahí es donde los antiguos creían que existía el Tel’aran’rhiod.

EL MUNDO DE LOS SUEÑOS

Casi cualquier persona puede entrar en este mundo de forma accidental; sólo es necesario soñar para tener acceso a él durante un momento. Por lo general, esta visita, cuando se produce, es tan breve que quienes lo atisban ni siquiera advierten que han pasado a un lugar más allá de sus sueños normales. No obstante, a diferencia de los entornos oníricos personales, el Tel’aran’rhiod es un lugar real, con peligros reales. Una herida recibida mientras se está allí en sueños no desaparecerá al despertar, aun cuando el cuerpo físico nunca entra en el Mundo de los Sueños. Quienes "mueren" en un sueño normal se despiertan por lo general, pero los que mueren en el Tel’aran’rhiod, no. Este hecho es sin duda el origen de la creencia de que quienes mueren en sus sueños ya no despiertan.

Esta acción recíproca solo afecta a los seres vivos, y lo que se haga en el Mundo de los Sueños no afecta en ningún sentido al mundo de vigilia, siempre y cuando no implique a otro ser vivo.

ENTRAR EN EL TEL’ARAN’RHIOD

Los sueños de una persona crean su propia clase de mundo al que pueden acceder otros. Hace mucho que las caminantes de sueños Aiel poseen la habilidad de entrar en los sueños de otros y lo utilizan para comunicar mensajes, como fue el caso de la antigua convocatoria que condujo a los jefes de clan a Rhuidean, En tales sueños, el visitante está en desventaja y puede quedar atrapado por el soñador, Si bien es posible atraer a otros al sueño de uno, las caminantes de sueños nunca lo hacen porque lo consideran demasiado peligroso, además de una maldad.

Mientras que muchos atisban fortuita y fugazmente este mundo, solo ha habido unas pocas personas con la habilidad de entrar en él a voluntad. Estas personas se las llama caminantes de sueños. Algunas caminantes de sueños Aiel no poseen el don de tocar la Fuente Verdadera, así que este Talento no tienen relación con la capacidad de encauzar el Poder Único.

Aunque las caminantes de sueños pueden entrar en el Tel’aran’rhiod desde sus sueños normales sin contar con ayuda de nada, ciertos ter’angreal hacen persona que no posea el Talento, incluso que no pueda encauzar, también pueda entrar en él. Corren rumores de que la fabricación de tales ter’angreal podría estar resurgiendo. Sólo hace falta dormirse con el ter’angreal en contacto con la piel para tener acceso al Tel’aran’rhiod.

Una persona puede entrar físicamente en el Mundo Invisible, si es encauzadora y tiene capacidad de Viajar, ya que este Talento abre el tejido hacia el Tel’aran’rhiod de forma muy parecida al modo que abre un acceso a un determinado lugar en el mundo de vigilia. Las caminantes Aiel hacen una seria advertencia en contra de entrar físicamente al Mundo de los Sueños, ya que creen que quien lo hace pierde parte de su condición humana. Quienes viajan corporalmente allí se enfrentan a un reto diferente al que se enfrentan quienes lo hacen en sus seños. Los caminantes de sueños no han de preocuparse por alimento o descanso, ya que no se siente hambre en el sueño y sus cuerpos están en reposo. Un visitante físico en el Tel’aran’rhiod acabará sintiendo necesidad de comida y descanso antes o después.

UNA REALIDAD DIFERENTE

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El Tel’aran’rhiod es un reflejo no permanente del mundo de vigilia. Todos los continentes, montañas, océanos, llanuras y bisques existen allí, al igual que edificios y calzadas, concordando, en su mayor parte, con los del mundo de vigilia. Estas cosas son objetos estables, relativamente invariables, y en consecuencia se reflejan como tal en el Tel’aran’rhiod. Todos los objetos movibles, como cuencos en una mesa, documentos y comida son muy efímeros y por ello aparecen o desaparecen o cambian constantemente. Tal vez no existen en un mismo lugar en el mundo de vigilia el tiempo suficiente como para dejar impresa más que una imagen transitoria en el Mundo de los Sueños. La comida que un visitante físico consigue ingerir seguramente desaparecerá antes de haber llegado a su estómago y, por consiguiente, no es probable que le alimente mucho. Los papeles sobre un escritorio pueden cambiar en el texto y en la posición delante de los ojos de un observador, o las joyas aparecer y desaparecer de un joyero. Sólo los productos que han permanecido inmóviles en un sitio el tiempo suficiente para dejar una impresión estable, como la fruta o los vegetales que no se han arrancado de la planta, pueden existir durante un lapso lo bastante largo para que el visitante los utilice. No obstante, use lo que use el visitante no tundra efecto alguno en su equivalente del mundo de vigilia.

Los humanos no son los únicos seres vivos que viajan por este mundo. También lo hacen animales salvajes, los animales domésticos brillan por su ausencia. Hay quien mantiene que estos últimos han cambiado tanto a causa de su relación con el hombre que han perdido para siempre su conexión con lo inmutable de la naturaleza y, por ende, con el Mundo de los Sueños.

A diferencia del mundo de vigilia, el Tel’aran’rhiod, puede sufrir cambios por los pensamientos de quienes están en él. En este aspecto, se parece mucho a un verdadero sueño, es decir, que lo que uno cree que tiene consistencia puede hacerse realidad en este mundo. Es posible crear casi cualquier cosa que se pueda imaginar. Por desgracia, esta creación desaparecerá cuando vacile la concentración de quien le ha dado forma. Allí las leyes físicas funcionan de forma distinta. Se puede volar de un sitio a otro, o simplemente imaginar otro lugar y aparecer en él. También se puede adoptar la apariencia que se quiera o cualquier tipo de ropa.

La naturaleza flexible del Tel’aran’rhiod lo hace muy atractivo, pues allí uno puede ir a cualquier parte y hacer casi todo lo que quiera. Pero también es muy peligroso. En consecuencia, las caminantes de sueños Aiel prohíben viajar solo por él a quien es inexperto. Las Aes Sedai no tienen esta regla, quizá porque entre ellas apenas ha habido Soñadoras en los últimos mil años más o menos.

EL SUEÑO DEL LOBO

Durante el último siglo han empezado a aparecer nuevas facultades que no están relacionadas con el Poder Único; posiblemente han comenzado a resurgir Talentos que se habían perdido a lo largo del girar de la Rueda, Entre estas nuevas facultades están las de los Hermanos Lobo, a los que a menudo es posible identificar por los ojos semejantes a los de esos animales, Los Hermanos Lobo se pueden comunicar directamente con los lobos, de mente a mente, a largas distancias, y sus sentidos están acentuados, más en consonancia con los de un animal depredador que con los de un humano, También tienen la facultad de entrar en el Tel’aran’rhiod, aunque ellos lo llaman el Sueño del Lobo, Entre los pocos Hermanos Lobo conocidos están Elyas Machera, otrora Guardián, y Lord Perrin Aybara, al que se conoce como "Ojos Dorados".

La entrada al Suelo del Lobo no es igual para los Hermanos Lobo que para una caminante de sueños, Lord Perrin habla de una fugaz imagen de ventanas abriéndose a otros acontecimientos en otros lugares, Cree que estas "visualizaciones de ventanas" pueden estar relacionadas con la esporádica habilidad de las caminantes de sueños de ver atisbos de sucesos futuros, pero hay muy pocos datos disponibles para hacer una comparación detallada. Estamos profundamente agradecidos a Lord Perrin por su ayuda, y a su gentil esposa, Lady Faile, por convencerlo para que nos la diera.