Agradecimientos

Estoy en deuda con los difuntos Dorothy L. Sayers y Charles Williams, con Mark Musa, con mi amiga Katherine Picton y con The Dante Society of America por sus expertos conocimientos de La Divina Comedia de Dante Alighieri, que he usado para escribir este libro. En esta novela he seguido las normas de esa asociación para el uso de letras mayúsculas para lugares como el Infierno o el Paraíso.

Los cuadros de Sandro Botticelli me han servido de inspiración, igual que los incomparables escenarios de la Galería de los Uffizi en Florencia. Las ciudades de Oxford, Florencia, Asís, Todi y Cambridge han aportado sus particulares atmósferas a la novela, igual que la población de Selinsgrove.

He visitado la biblioteca digital Archive para consultar la traducción al inglés de Dante Gabriel Rossetti de La Vita Nuova, así como el original italiano. Y he usado la traducción de La Divina Comedia de Henry Wadsworth Longfellow.

Me gustaría darle las gracias a Jennifer, por sus sugerencias y su apoyo. Esta novela no existiría sin su amistad y sus palabras de ánimo. Asimismo, le agradezco a Nina sus aportaciones creativas y su sabiduría. Y le estoy enormemente agradecido a Kris, que leyó una de las primeras versiones de la obra y me ofreció valiosas sugerencias en varias fases del proceso. Gracias.

He disfrutado trabajando con Cindy, mi editora de Berkley, y estoy deseando volver a trabajar con ella en mis dos próximas novelas. Gracias también a Tom por su sensatez y energía al gestionar mi paso a Berkley. Y gracias asimismo a los equipos de realización y diseño que han trabajado en este libro.

Mi agente de prensa, Enn, trabaja incansablemente para promocionar mis obras y ayudarme con las redes sociales, que me permiten estar en contacto con los lectores. Es un honor formar parte de su equipo.

Quisiera darles las gracias también a todas las personas que me han apoyado, especialmente a las Musas, Tori, Erika y a las lectoras que se encargan de la web Argyle Empire y de los grupos de SRFans en distintas redes sociales. Deseo agradecerle especialmente a Elena que me asesorase en la pronunciación de los textos en italiano para el audiolibro. John Michael Morgan hizo un espléndido trabajo con la lectura de la edición en inglés de El infierno de Gabriel y El éxtasis de Gabriel.

Y, por último, no es ningún secreto que mi intención era terminar la historia del Profesor y Julianne con El éxtasis de Gabriel. Gracias a todos los que me escribieron pidiéndome que continuara la historia. Vuestro apoyo constante, así como el de mi familia, es inestimable.

S. R.

Ascensión, 2013