42

PUENTE DEL DÍA DEL TRABAJO, 2011

LOS HAMPTONS, NUEVA YORK

¡Joder! —exclamó Simon, dejándose caer sobre ella.

—Exacto, joder —bromeó ella, abrazándolo y echándose a reír—. Ha sido asombroso.

Simon estaba de acuerdo. Había tenido un orgasmo tan intenso que casi no se sentía el cuerpo.

Por supuesto, que April Hudson y él llevaran varios mojitos de más en el cuerpo podía haber tenido algo que ver.

En lo más recóndito de su mente sabía que había algo que tenía que recordar. Algo importante. Algo relacionado con April.

La joven se montó sobre él.

—Hagámoslo otra vez —dijo, arrastrando las palabras—. Casi no me ha dolido. No sé por qué he esperado tanto.