… existía Arnold Bros (fund. en 1905), los grandes almacenes que los gnomos conocían como la Tienda.
Ésta era el hogar de varios miles de gnomos que habían abandonado hacía mucho tiempo la vida en el campo para establecerse bajo los tablones del suelo por el que deambulaban los humanos.
Pero los gnomos no tenían nada que ver con los humanos, que eran grandes, lentos y torpes.
Los gnomos viven deprisa. Para ellos, diez años son como un siglo. Y, dado que habían vivido en la Tienda más de ochenta años, hacía mucho tiempo que habían olvidado que existían cosas como el Sol, la Lluvia y el Viento. Lo único que conocían era la Tienda, creada por el legendario Arnold Bros (fund. en 1905) como Lugar Adecuado para que vivieran los gnomos.
Y entonces, llegados a la Tienda de un Exterior que los gnomos no creían que existiera en realidad, aparecieron Masklin y su tribu. Ellos sí que sabían qué eran la Lluvia y el Viento. Por eso querían ponerse a cubierto de ambos.
Y Masklin y los suyos trajeron consigo la Cosa. Durante años, habían pensado que la Cosa era una especie de talismán, un amuleto. Sólo en la Tienda, al ser acercada a la electricidad, despertó por fin para revelar a un grupo selecto de gnomos unas cosas que ellos apenas entendieron…
Así supieron que sus antepasados procedían de las estrellas y que habían llegado en una especie de Nave. Y que esa Nave los había estado esperando durante miles de años, suspendida en alguna parte del cielo, para devolverlos a CASA.
Y supieron también que la Tienda iba a ser demolida en el plazo de tres semanas.
Los trucos, fanfarronadas y diversas artes persuasivas que desplegó Masklin para lograr que los gnomos abandonaran la Tienda, robando uno de los enormes camiones de ésta, se relatan en Camioneros.
Y los miles de pequeños seres escaparon a una vieja cantera y, durante un breve período de tiempo, las cosas fueron bastante bien.
Pero, cuando uno mide diez centímetros de estatura en un mundo lleno de gigantes, las cosas nunca funcionan bien durante demasiado tiempo.
Así, los gnomos descubrieron que los humanos se disponían a reabrir la cantera.
Al mismo tiempo, cayó también en sus manos un recorte de periódico donde había una foto de Richard Arnold, nieto de uno de los hermanos que habían fundado Arnold Bros. La empresa propietaria de la Tienda se había convertido con el tiempo en una gran multinacional, y Richard Arnold, según el periódico, se disponía a visitar Florida para presenciar el lanzamiento de su primer satélite de comunicaciones.
La Cosa reveló a Masklin que, si podía ser transportada al espacio, podría ponerse en contacto con la Nave. El gnomo decidió entonces escoger un par de compañeros y dirigirse al aeropuerto, con la intención de encontrar la manera de viajar a Florida para enviar la Cosa al cielo. Un plan ridículo, por supuesto, y también imposible. Pero, como Masklin lo ignoraba, intentó llevarlo a cabo de todos modos.
Creyendo que Florida estaba a cinco kilómetros de distancia y que en todo el mundo no debía de haber más de unos centenares de humanos, sin saber con exactitud adonde iban o qué harían cuando llegaran allí, pero decididos a llegar y a hacer lo que fuera preciso, Masklin, y sus compañeros emprendieron la marcha.
Los gnomos que se quedaron atrás se enfrentaron a los humanos, según se cuenta en Cavadores. Defendieron su cantera cuanto pudieron y, finalmente, huyeron a bordo de Jekub, la enorme excavadora amarilla.
Pero ésta es la historia de Masklin y su viaje…