Para el parto utilizaron
grúa, cincel y barrena:
el cordón umbilical
era una gruesa cadena.
Era feo y tenebroso
duro como un cigüeñal.
No tenía la piel rosada
sino vil y gris metal.
El bebé, que suponían
los iba a juntar muy juntos,
en realidad los volvió
adustos y cejijuntos.
Aprovechando una gira,
se largó Paquito Serra.
Y a partir de ese momento
se quedó a vivir en tierra.