Había una vez una chica
que venía de la mar.
Y había tan sólo un sitio
donde ella quisiera estar.
Con un tal Paquito Serra
que tocaba en un conjunto.
Por él se iría a la tierra
y dejaría el océano.
Porque él sólo y sólo él
le había quitado la calma.
Y por eso ella quería
robarle a Paquito el alma.