Se levantaba aún de noche a esperar en la cochera a que el motor se encendiera y, tras carraspear, el coche lo maquillara —muy mono— con bióxido de carbono.
Se levantaba aún de noche
a esperar en la cochera
a que el motor se encendiera
y, tras carraspear, el coche
lo maquillara —muy mono—
con bióxido de carbono.