APÉNDICE III

LA TUMPA-CHUMPA, DESENTRAÑADA

Lo que sigue ha sido tomado de una monografía geg basada en un discurso pronunciado por Limbeck Aprietatuercas, un geg —o enano— que conocí en el mundo del aire. Inteligente y curioso, Limbeck se interesó con creciente entusiasmo en descubrir la verdadera función y la auténtica naturaleza de la Tumpa-chumpa. Este resumen es, casi con seguridad, una mezcla de mis propias observaciones y del íntimo conocimiento de la gran máquina que poseen los gegs. Aunque sin duda equivocado en muchas de sus conclusiones, Limbeck consigue como nadie transmitir, en términos gegs, el propósito general de lo que su pueblo llama la Tumpa-chumpa.

HAPLO

Al principio de todos los tiempos y de la creación, era la Tumpa-chumpa. También había un montón de cosas antes de ella pero, en realidad, ésas no importan. Sólo cuando empezó a existir la Tumpa-chumpa tuvo la vida algún sentido o propósito. Los Dictores, los grandes y terribles seres del cielo, crearon aquel maravilloso lugar y condujeron a él a los gegs. Y luego nos dejaron solos. Y cuando nos dejaron solos, la fastidiaron de verdad.

Desde entonces hasta hoy, hemos continuado esforzándonos, trabajando y sirviendo a la Tumpa-chumpa con nuestras vidas y con nuestra sangre. Y sin saber por qué. Nadie nos dijo nunca qué hacía la palanca cuando la movíamos o por qué apretar tuercas era importante. Mi viejo amigo Balin Desatascador, un buen y dedicado geg hasta su desdichado accidente, no tenía la menor idea de qué desatascaba.

Vosotros, mis camaradas gegs, habéis nacido en una época radiante en la que ya no somos esclavos de los elfos ni de los humanos. Ni siquiera de los Dictores que nos arrojaron aquí como las naves elfas arrojaban sus desperdicios. Ya no nos rebajamos.

Ya no vivimos de las sobras de los demás. Hoy hemos erguido nuestra cabeza y estamos a la misma altura —bien, es un modo de hablar, una metátofa— que nuestros vecinos elfos y que nuestros primos humanos.

Una de las grandes ventajas de esta época de esclarecimiento es que ahora tenemos una mejor comprensión de la Tumpa-chumpa y de su propósito general. Gegs de todos los trunos me preguntan a menudo: «¿qué es la Tumpa-chumpa?», y, «¿de dónde vino?», y, «¿qué hace cada pieza?», y, «¿cuándo comemos?». Deberían preguntar: «¿por qué tenemos una Tumpa-chumpa?», pero, ya que esa pregunta sólo la he hecho yo, voy a responderlas todas, incluso la que no os habéis preocupado de hacer.

¿QUÉ ES LA TUMPA-CHUMPA?

La Tumpa-chumpa es una maquena. Una maquena es un conjunto de ruedas y girarroscas y pegagolpes y escupetubos que, cuando actúan juntos, ¡HACEN COSAS! Eso es una maquena. Cuando uno acciona las palancas o vigila la aguja de las cajitas de los lectrozumbadores, está ayudando a la Tumpa-chumpa a hacer algo.

Lo que hace cada cual depende sobre todo de la parte de la Tumpa-chumpa que uno sirva. El plano diagrama de la Tumpa-chumpa —dibujado por mí mismo y reproducido aquí por primera vez— debería servir para revelar la verdad de la máquina, tanto tiempo sumida en el misterio. Si prestáis atención y seguís el plano, reconoceréis las partes de la Tumpa-chumpa donde vosotros y vuestras familias habéis servido durante generaciones.

A grandes rasgos, una maquena coge una cosa que se llama matirias primas y las convierte en benes y poduztos. Las matirias primas son, por sí solas, bastante inútiles. Un ejemplo de ellas sería el mineral que extraen del suelo las palas excavadoras. Sin embargo, hoy conocemos la desconcertante revelación de que este mineral iba destinado a ser utilizado en la construcción de la propia Tumpa-chumpa, y no para la creación de benes y poduztos. La principal fuente de matirias primas era un lugar que nosotros conocemos como Wombe. Wombe ha sido tradicionalmente el hogar de los jefes de truno y del survisor jefe. Sin duda, muchos de vosotros habréis contado en alguna ocasión un chiste sobre los survisores, que tienen fama de no trabajar ni servir a la Tumpa-chumpa como hacemos los demás. Esto se debe a que su tarea —la recogida de matirias primas del Lexax [69] a través de unos procesos místicos que el survisor conoce y comprende sólo de manera vaga a través de la tradición— no podía llevarse a cabo hasta el Alineamiento del Mundo. Una vez puestas en armonía todas las tierras de la creación,[70] el trabajo adjudicado al survisor ha empezado y, por fin, todos los componentes de nuestro gobierno tienen un empleo como es debido.

Desde Wombe, estas matirias primas son distribuidas por diversos medios a nuestras diferentes ciudades mediante un sistema llamado infas-tucturas. Para distribuir las matirias primas a sus destinos se emplea todo tipo de medios: zumbagonetas, tubos inspiradores, cintas portadoras, canales correaguas y los Levarriba. A lo largo de nuestra historia, este movimiento de matirias primas en torno a la Tumpa-chumpa ha sido percibido, pero nunca explicado con claridad. Se han propugnado diversas teorías respecto a su significado. La de Groth Manómetro, conocida popularmente como «teoría de la Tumpa-sangre»,[71] aunque tosca, no andaba muy lejos de la verdad. La otra teoría que competía con ella, del difunto Trotin Contrafase, según la cual las infas-tucturas estaban pensadas como un sistema de transporte alternativo, resultó trágicamente desmentida por sus propias pruebas en las cercanías de la cámara Ermédica, el año pasado. Ahora, cuando ya es demasiado tarde para Trotin, comprendemos por fin que estas infas-tucturas, como sistema de distribución de matirias primas, no están hechas para el transporte de gegs vivos.

Al mismo tiempo que los survisores de Wombe reparten matirias primas para los diversos trunos, entra en acción un segundo sistema que lleva el nombre mágico y místico de red portadora. Esto no siempre ha sido así. Al principio, la Tumpa-chumpa creó su propia nergía con un aparato llamado genador que impulsaba el agua hasta grandes cubas. Sin embargo, la cantidad de nergía que producía el genador no era suficiente para que la Tumpa-chumpa pudiera cumplir su destino. Ahora, con el Alineamiento de los Mundos, la nergía proviene de otra fuente distinta. A través de unos procesos que desconocemos, un aparato llamado cumulador recoge del mundo de Lexax una fuerza mística llamada Nergía. Esta fuerza maravillosa es canalizada entonces hacia un lugar secreto, conocido sólo por los Dictores, que se llama Sala de Trol.

Debo aclarar a nuestros oyentes más jóvenes que esta Sala de Trol no tiene nada que ver con los trolls. En la Tumpa-chumpa no existe ninguno de estos genios malignos, aunque he oído decir que quizás exista aún alguno de ellos en las regiones más remotas del Reino Medio. ¡No es preciso, pues, que nadie se deje llevar por el pánico!

Entonces, la Sala de Trol coge la nergía y la conduce a través de la red portadora. La forma de esta nergía varía desde el combustible que ilumina vuestros guingués hasta la fuerza que hace mover los engranajes de la Tumpa-chumpa. En cualquiera de sus formas, la nergía es lo que hace funcionar todo nuestro mundo.

Cuando se juntan suficientes matirias primas y nergía en los diferentes trunos, la Tumpa-chumpa crea, gracias a nuestra ayuda y a nuestros esfuerzos, una variedad de benes y poduztos. Estos benes y poduztos son riquezas superfluas. Son cosas de todo tipo, desde camisas y calzones hasta guingués y tenedores, desde almohadas a martillos. Sillas, herramientas, armas, comida, agua… Todo lo que uno pueda imaginar —y muchas cosas que a uno jamás le cabrían en la cabeza— son benes y poduztos de la Tumpa-chumpa.

Sin embargo, no os dejéis llevar a la falsa conclusión de creer que toda esta riqueza no cuesta un precio.

«Todas las cosas tienen un precio, sólo que algunas lo esconden mejor que otras.»[72] En el Lexax vive otra gente que exige un pago por las matirias primas y por la nergía que nos envía a través del cumulador. Esa gente llama a dicho tributo «taxa de exportes». Una vez los benes y poduztos están listos, nosotros seleccionamos los que necesitamos y les enviamos el resto —un excedente enorme —a través del canal de exporto de las afueras de Het, como tributo a quienes nos envían matirias primas y nergía en tal abundancia.

¿Que por qué hemos de enviar los benes y poduztos por el canal de exporten? Bueno, puede que no os hayáis preguntado el porqué, pero lo haré yo mismo. ¿Por qué hemos de enviar esos benes y poduztos por el canal de exportes, me pregunto? Y me respondo: porque si no lo hiciéramos, ellos dejarían de enviarnos matirias primas y nergía y dejaríamos de tener todos estos benes y poduztos nuevos, en lugar de los desperdicios que antes nos traían los elfos.

La Tumpa-chumpa hace muchas otras cosas, como enviar agua desde los contendores y despósitos al Reino Superior a través de los Levarriba y mantener los diversos continentes alineados, mediante una serie de maquenas llamadas lineadoras,[73] que no voy a describir aquí pues se trata de un tema complejo que, probablemente, será mejor tratar en otra ocasión.[74]

¿DE DÓNDE VINO?

Justo antes del principio de las cosas, la Tumpa-chumpa fue puesta en marcha por los Dictores. Los primeros gegs, conducidos por el legendario Dunk Palanca, fueron traídos a Drevlin por los Dictores. Dunk procedió a tirar de la palanca y la Tumpa-chumpa se puso en funcionamiento. Está muy extendida la falsa creencia de que la Tumpa-chumpa siempre ha sido tan grande como ahora. Sencillamente, no es así. Al principio, la máquina era muy pequeña —no mayor, digamos, que una de sus secciones actuales— y no se dedicaba a otra cosa que a ampliarse a sí misma. Era una labor muy lógica, pues la primera parte del propósito de la Tumpa-chumpa era prepararse y protegerse para, más adelante, poder llevar a cabo su segundo —y más importante— propósito: servir a los gegs, a los welfos y a los humanos, así como a los habitantes del Lexax.

¿QUÉ HACE CADA PIEZA?

No tengo idea. Y vosotros, tampoco. La razón de que no tenga ni idea es que la Tumpa-chumpa es tan inconcebiblemente enorme, tan titánicamente compleja, y ha estado tanto tiempo sin control que ha crecido más allá de nuestra capacidad de comprensión. Sin Dictores y Troladores que la dirigieran, la Tumpa-chumpa se ha encargado por sí misma de adoptar las medidas necesarias para su propia supervivencia irracional.

¿POR QUÉ TENEMOS LA TUMPA-CHUMPA?

Servimos a la Tumpa-chumpa para que ella pueda servirnos. Éste es el segundo propósito de la gran maquena que hemos cuidado durante tantos años sin saber por qué lo hacíamos. Si cuidamos de la Tumpa-chumpa, ella cuidará de nosotros. Y esto debería ser suficiente para cualquier geg.

Para mí, desde luego, lo es.

¿CUÁNDO COMEMOS?

Ahora que la Tumpa-chumpa está funcionando como estaba previsto desde siempre, cuando nos apetezca. Y con esto concluye mi exposición y empieza nuestro almuerzo. ¡A comer!