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No fue un día sino una noche. La noche que cambió mi vida fue la noche cuando mi padre asesinó a mi madre y dos hermanos y me irió grave. También irió a mi hermana, tan grave que ella cayó en coma. En tres años murió sin despertar. Se llamaba Ellen y la quería mucho. Le gustaba recoger flores y ponerlas en boteyas. Lo que pasó fue como una película de terror. Nunca voy a ver películas de terror porque la noche de Halloween en 1958 yo viví una.

Mi hermano Troy era muy mayor para el truco o trato (15). Él estaba viendo la tele con mi madre y dijo que nos ayudaría a comerse nuestras golosinas cuando volviéramos y Ellen, ella dijo no, disfrázate y sal a por las tuyas, y todo el mundo se rio porque todos la queriamos. Ellen, solo tenía 7 pero ella era como una muñequita Lucile Ball, podía hacer que todo el mundo se riera, hasta mi padre (si estaba sobrio, cuando estaba borracho siempre estaba enfadado). Ella iba a ir como la Princesa Summerfall Winterspring (lo he buscado y se escribe asi) y yo iba a ir como Buffalo Bob, por EL SHOW DE HOWDY DOODY que nos gustaba ver a los dos. «Chicos a ver ¿qué hora es?» y «Oigamos lo que nos cuentan desde la Galería Penut» y «¡¡¡Kowabunga, Buffalo Bob!!!». A mí y a Ellen nos encantaba ese programa. Ella adoraba a la Princesa y yo adoraba a Buffalo Bob ¡y los dos adorábamos a Howdy! Queríamos que mi hermano Tugga (su nombre era Arthur pero todos lo llamábamos Tugga, no me acuerdo porqué) saliera como el «Alcalde Fineus T. Bluster» pero él no, decía que Howdy Doody era un programa de niños chicos, él iba a ir como «Frankinstine», aunque Ellen decía que la mascara daba mucho miedo. Además Tugga me llamó tonto del c*** por coger mi rifle de aire comprimido Daisy porque decia que Buffalo Bob no sacaba ninguna pistola en la tele y mi madre dijo «Llevalo si quieres Harry, no es un arma de verdad ni siquiera dispara balas de mentirijilla, asi que a Buffalo Bob no le importara». Eso fue la última cosa que me dijo y me alegro que fuera una cosa bonita porque ella podía ser muy extricta.

Bueno, ya estábamos listos para salir y yo dije porque estaba muy nervioso: «esperad un momento que tengo que ir al lavabo». Todos se rieron de mi, hasta mamá y Troy que estaban en el sofá pero ir a hacer pis en ese momento me salvó la vida porque fue entonces cuando llegó mi padre con el martillo. Mi padre era malo cuando estaba borracho y le daba palizas a mi madre «una detrás de otra». Una vez cuando Troy discutió con él para que no lo hiciera, le rompió el brazo. Esa vez casi fue a la cárcel (mi padre quiero decir). De todas formas mis padres estaban «separados» en esta época de la que estoy escribiendo, y ella estaba pensando en divorciarse, pero eso no era tan fácil en 1958 como ahora.

De todas formas, él entró por la puerta y yo estaba en el lavabo y oí a mi madre decir «Lárgate y llévate esa cosa, se supone que no puedes estar aquí». Lo siguiente fue que ella empezó a gritar. Luego después de eso todos se pusieron a gritar.

Había más, tres terribles páginas más, pero no era yo quien tenía que leerlas.