LA SOMBRA, ANTES
¡Empiezan!
Las perfecciones se acentúan.
La flor extiende sus coloridos pétalos
amplios al sol.
Pero la lengua de la abeja
no les acierta.
Se hunden de nuevo en el lodo
dando un grito
—puede decirse que es un grito
que repta sobre ellos, un estremecimiento
mientras se marchitan y se esfuman…
WILLIAM CARLOS WILLIAMS, Paterson
«Nacido en una ciudad de muertos».
BRUCE SPRINGSTEEN