COMPLETA
¡Chas!
Apresuradamente, como el viento que atraviesa una puerta, y Karou era esa puerta, y el viento regresaba a casa, y ella era también el viento. Ella era el viento y la casa y la puerta.
Entró corriendo en sí misma y lo invadió todo.
Permitió que ella misma entrara y se sintió llena.
Cerró de nuevo. El viento se apaciguó. Fue así de sencillo.
Estaba completa.