Notas

[1] Si no tiene cosa mejor que hacer, señor (o príncipe), y si la perspectiva de pasar la tarde con una pobre enferma no lo asusta demasiado, me encantaría verlo en mi casa entre 7 y 10. Annette Scherer. <<

[2] ¡Dios mío, qué salida tan virulenta! <<

[3] Antes que nada, querida amiga, dígame cómo se encuentra. <<

[4] Le confieso que todas estas fiestas y estos fuegos de artificio comienzan a parecerme insípidos. <<

[5] No me atormente. Entonces, ¿qué se ha decidido con respecto al despacho de Novosiltsov? Usted lo sabe todo. <<

[6] ¿Qué se ha decidido? Se ha decidido que Bonaparte ha quemado sus barcos y creo que nosotros estamos a punto de quemar los nuestros. <<

[7] Esta famosa neutralidad prusiana no es sino una trampa. <<

[8] El vizconde de Mortemart, emparentado con los Montmorency por los Rohan. <<

[9] Al parecer, este barón es un pobre diablo. <<

[10] El señor barón de Funke ha sido recomendado a la Emperatriz-madre por su hermana. <<

[11] Pero, a propósito de su familia, […] hace las delicias de todos. La encuentran bella como la luz del día. <<

[12] ¿Qué quiere usted? Lafater habría dicho que no tengo el sentido de la paternidad. <<

[13] Soy su […] y sólo a usted puedo confesarlo. […] son la traba de mi existencia. <<

[14] Tienen la manía de los casamientos. […] personita […] una pariente nuestra, una princesa Bolkónskaia. <<

[15] Es la ventaja de ser padre. <<

[16] La pobrecilla es desgraciada como las piedras. <<

[17] Escuche, querida Anita […] Arregle este asunto y seré su fiel esclavo para siempre. <<

[18] Espere. […] La esposa del joven Bolkonnski […] Haré el aprendizaje de solterona con su familia. <<

[19] La mujer más seductora. <<

[20] He traído mi labor. […] Annette, no me juegue usted una mala pasada. […] Usted me había escrito que se trataba de una velada íntima; vea de qué lacha vengo. <<

[21] Tranquilícese, Lisa; siempre será usted la más bonita. <<

[22] ¿Sabe usted? Mi marido me abandona […] Va a hacerse matar. Dígame, ¿por qué esta guerra? <<

[23] ¡Qué deliciosa criatura es la pequeña princesa! <<

[24] Es usted muy amable, monsieur Pierre, al venir a visitar a una pobre enferma. <<

[25] ¡Ah! Veamos. Cuéntenos eso, vizconde. <<

[26] El vizconde es conocido personal de monseñor. […] El vizconde es un excelente narrador. […] ¡Ya se nota que es un hombre de sociedad! <<

[27] ¡Qué bella persona! <<

[28] Señora, temo que mis recursos no estén a la altura de semejante auditorio. <<

[29] Espere, voy a traer mi labor. […] Veamos, ¿en qué piensa? […] Tráigame mi bolsa. <<

[30] ¿No es una historia de fantasmas? <<

[31] Es porque detesto las historias de fantasmas. <<

[32] Muslo de ninfa asustada. <<

[33] El derecho de gentes. <<

[34] ¿Se enrola para la guerra, príncipe? <<

[35] El general Kutúzov […] ha tenido a bien tomarme como ayudante de campo. <<

[36] Sea el buen muchacho que siempre ha sido. <<

[37] Una vez haya pasado a la Guardia. <<

[38] ¿De la coronación de Milán? ¿Y de la nueva comedia de los pueblos de Génova y de Lucca, que acuden a presentar sus respetos a M. Bonaparte? ¡M. Bonaparte sentado en un trono y satisfaciendo los deseos de las naciones! ¡Encantador! Es para volverse loca. Se diría que el mundo entero ha perdido la cabeza. <<

[39] Dios me la da, ay de quien la toque. […] Se dice que estaba muy bello al pronunciar estas palabras. <<

[40] Yo espero […] que eso haya sido la gota de agua que hará desbordar el vaso. Los soberanos no pueden seguir soportando a este hombre, que lo amenaza todo. <<

[41] ¿Los soberanos? No me refiero a Rusia. […] ¡Los soberanos, madame! ¿Qué hicieron por Luis XVI, por la reina, por madame Elizabeth? Nada […] Y créame, sufren el castigo de su traición a la causa de los Borbones. ¿Los soberanos? Envían embajadores a cumplimentar al usurpador. <<

[42] Traversa de gules, anglesada de azur, casa Condé. <<

[43] Lo ha dicho Bonaparte. <<

[44] Les mostré el camino de la gloria […] No lo quisieron; les he abierto mis antecámaras y se precipitaron en masa…” No sé hasta qué punto tenía derecho de decirlo. <<

[45] Ninguno. <<

[46] Aun si ha sido un héroe para algunos […]. desde el asesinato del duque hay un mártir más en el cielo, un héroe menos en la tierra. <<

[47] Pero cómo, M. Pierre, ¿encuentra usted que el asesinato es grandeza de alma? <<

[48] Pero, mi querido monsieur Pierre… <<

[49] Es un escamoteo que en nada se parece a la manera de obrar de un gran hombre. <<

[50] Haría mejor en decir que es un labrador. <<

[51] ¡Ah! Hoy me han contado una encantadora anécdota moscovita: debo divertirles con ella. Usted me perdonará, vizconde, pero he de contarla en ruso. De otro modo se perdería la sal de la historia. <<

[52] Lacayos. <<

[53] Para ir de visitas. <<

[54] Está decidido. <<

[55] Cómo verá las cosas el padre […] Hasta la vista. <<

[56] Y bien, querido, su pequeña princesa está muy bien, muy bien. Y muy francesa. <<

[57] ¿Y sabe que es usted terrible con ese aire inocente? Compadezco al pobre marido, ese oficialillo que se da aires de príncipe reinante. <<

[58] Y decía usted que las damas rusas no valen lo que las francesas. Hay que saber darse maña. <<

[59] Palabra de honor. <<

[60] ¡Ah! No me hable de esa partida, no me hable de ella. No quiero oír hablar de eso. […] Tengo miedo. <<

[61] De qué tienes miedo. <<

[62] No, Andréi, te digo que has cambiado tanto, tanto has cambiado… <<

[63] Soy muy amable y muy cáustico. […] todas las mujeres distinguidas. <<

[64] Soy un hombre acabado. <<

[65] Soy un bastardo. […] Sin nombre, sin fortuna. <<

[66] Qué quiere usted, amigo mío. Las mujeres, amigo, las mujeres. <<

[67] Las mujeres decentes […] Las mujeres y el vino. <<

[68] Querida condesa, hace tanto tiempo… la pobrecita estuvo delicada… en el baile de los Razumovski… y la condesa Apráksina… he tenido tan gran placer… <<

[69] Estoy encantada… la salud de mamá… y la condesa Apráksina… <<

[70] Cada cosa tiene su tiempo. <<

[71] Los primos son peligrosos vecinos. <<

[72] Al paso que vamos. <<

[73] La princesa tal. <<

[74] Me hacía la corte. <<

[75] Las grandezas para nada le han hecho perder la cabeza. <<

[76] Querido, me prometiste… <<

[77] ¿Es positivamente seguro, pues? <<

[78] Jamás pude explicarme cómo Natalia se decidió a casarse con ese maleducado. Es un sujeto completamente estúpido y ridículo. Y jugador, según se dice. <<

[79] Pero excelente persona, príncipe. <<

[80] Es su ahijado. <<

[81] Piense que se trata de la salvación de su alma… ¡Oh!, es terrible, los deberes de in cristiano. <<

[82] ¡Ah, querida, no la había reconocido! […] Acabo de llegar y aquí me tienen para ayudarlos a asistir a “mi tío”… Me imagino cuánto habrán sufrido. <<

[83] Celebraría muchísimo que me librara de ese joven. <<

[84] ¿No me reconoces? <<

[85] Querido, si te portas como en San Petersburgo, acabarás muy mal; y no te digo más. <<

[86] Inglaterra está acabada. […] M. Pitt, como traidor a la nación y al derecho de gentes, está condenado a… <<

[87] Adiós, príncipe, que el buen Dios lo sostenga… <<

[88] Salteado con vino de Madeira. <<

[89] Que usted cuenta con hacerse una renta a expensas del Estado. <<

[90] El equilibrio está logrado… como dice el proverbio. <<

[91] Los Razumovski… Ha sido encantador… Es usted muy buena… La condesa Apráksina… <<

[92] Ya hizo cerrar el pico a Austria y me temo que ahora nos va a tocar a nosotros. <<

[93] ¿Conocéis el proverbio? […] Nos sienta de maravilla. […] completamente. […] Dígame un poco. <<

[94] Es muy bello lo que decís. <<

[95] Muy bueno, muy bueno, princesa; además, en Moscú uno se cree en el campo. <<

[96] ¿Verdad? <<

[97] Una pizca. <<

[98] Estoy rendido como un caballo de postas. <<

[99] Pero, mi buena Catiche, está claro como la luz del día. <<

[100] Y todo lo que se desprende. <<

[101] Entremos en razón. <<

[102] Protegida. <<

[103] No perdamos tiempo. <<

[104] De eso se trata. <<

[105] Créame que sufro tanto como usted, pero sea hombre. <<

[106] Ah, mi amigo, olvide los perjuicios que se hayan cometido con usted, piense que es su padre… tal vez en la agonía. […] Desde un principio lo amo como a un hijo. Fíese de mí, Pierre, no olvidaré sus intereses. <<

[107] Sea hombre, amigo mío, yo velaré por sus intereses. <<

[108] Querido doctor, […] este joven es el hijo del conde… ¿hay esperanza? <<

[109] Confíe en Su misericordia. <<

[110] Ánimo, ánimo, amigo. Él desea verlo Eso es bueno… <<

[111] Ha sufrido otro ataque hace media hora. Valor, amigo mío… <<

[112] La bondad divina es inagotable. Va a comenzar la ceremonia de la extremaunción. Venga. <<

[113] Está adormecido […] Vamos. <<

[114] Catiche ha hecho servir el té en el saloncito. […] Vamos, mi buena Anna Mijáilovna… tome algo, porque de otra manera no resistirá. <<

[115] Nada reanima tanto, después de una noche en blanco, como una taza de excelente té ruso. <<

[116] Vamos, mi buena Anna Mijáilovna, deje hacer a Catiche. <<

[117] Le suplico… <<

[118] Se nos va y me dejan sola. <<

[119] Ya no existe… <<

[120] Vamos, lo acompañaré. Trate de llorar: nada alivia como las lágrimas. <<

[121] Hay que ser hombre. <<

[122] Es penoso, pero son cosas que hacen bien; eleva el alma ver a hombres como el anciano conde y su digno hijo. <<

[123] Ah, está despachando su correspondencia, princesa; yo ya he despachado la mía. He escrito a mi pobre madre. […] Princesa, debo advertirle de que el príncipe ha tenido un altercado, un altercado con Mijaíl Ivánovich. Está de pésimo humor y taciturno. Dese por informada, usted sabe… <<

[124] Amiga, ya le he rogado otras veces que no me informe nunca sobre el humor de mi padre. Yo no me permito juzgarlo y querría que los demás tampoco lo hicieran. <<

[125] Pero esto es un palacio. […] Vamos, rápido, rápido. <<

[126] ¿Es María quien hace ejercicios? Vamos despacio, hay que sorprenderla. <<

[127] ¡Ah, qué alegría para la princesa! Tengo que prevenirla… <<

[128] No, no, por favor… Usted es Mademoiselle Bourienne, la conozco por la amistad que le profesa mi cuñada. […] ¿No nos espera? <<

[129] ¡Olí, querida!… ¡María!… ¡He soñado esta noche!… No te lo esperabas, ¿verdad? Ah, María, estás más delgada. Y has recobrado… <<

[130] He reconocido en seguida a la señora princesa. <<

[131] ¡Y yo que ni siquiera pensaba!… […] ¡Ah, Andréi! No te veía. <<

[132] Llorona. <<

[133] De lo mejor. <<

[134] Me abandona aquí y Dios sabe por qué… ¡Cuando podría haber sido promovido!… <<

[135] Malbrough se va a la guerra, Dios sabe cuándo volverá. <<

[136] ¡Caer en este ridículo!… <<

[137] La pobre condesa Apráksine ha perdido a su esposo, ya no le quedan lágrimas. <<

[138] Mademoiselle Bourirmi, ahí tiene a otro admirador de su granuja de Emperador. <<

[139] Ya sabe usted que no soy bonapartista, príncipe. <<

[140] ¡Qué hombre de carácter es tu padre! Tal vez por eso me da miedo. <<

[141] ¡Ah, Andréi! Qué tesoro de mujer. <<

[142] Comprenderlo todo es perdonado todo. <<

[143] En recursos. <<

[144] En la calle. <<

[145] Andréi, si tuvieses fe te habrías dirigido a Dios para que te inspirase ese amor que no sientes; y tu oración habría sido oída. <<

[146] ¡Ah! lo creía en sus habitaciones. <<

[147] Figúrate a la vieja princesa Zúbov con sus ricitos postizos y la boca llena de dientes postizos, como si tratara de desafiar los años. <<

[148] ¿Ya, Andréi? <<

[149] Aquí tiene al desgraciado Mack. <<

[150] ¡Dios mío, qué ingenuo! <<

[151] Cuarenta mil hombres aniquilados, y el ejército de nuestros aliados destrozado, y halláis en eso motivo de risa. […] Bien está para un muchachuelo que nada vale, como ese sujeto a quien has hecho amigo tuyo, pero no para ti, no para ti. <<

[152] ¡Muy buenos días, muy buenos días! <<

[153] ¡Qué trabajador! […] ¡Viva Austria, viva Rusia, viva el emperador Alejandro! <<

[154] ¡Viva todo el mundo! <<

[155] Las ocurrencias de Bilibin corrían por todos los salones de Viena. <<

[156] Con semejantes noticias, me han recibido como a perro en juego de bolos. <<

[157] Sin embargo, querido, a pesar de la gran estima que me merece el ejército «ortodoxo» ruso, confieso que su victoria no es de las más victoriosas. <<

[158] Todo eso es muy bonito. <<

[159] Un archiduque vale otro. <<

[160] Como si nos dijerais. <<

[161] Es como hecho adrede… <<

[162] El príncipe Murat y todo eso… <<

[163] Cabeza de puente. <<

[164] Escaramuza. <<

[165] Se obligará a Austria. <<

[166] Hay que perdonarle la «u». <<

[167] A secas. <<

[168] Se dice que […] es terrible en el pillaje. <<

[169] Ya se verá. <<

[170] Háblenme de eso. <<

[171] La mujer es la compañera del hombre. <<

[172] El gabinete de Berlín no puede expresar un sentimiento de alianza, sin expresar… como en su última nota… usted comprende… usted comprende… Además, si Su Majestad el Emperador no modifica el principio de nuestra alianza… Espere, no he concluido… […] Supongo que la intervención será más fuerte que la no intervención. Y… […] No se podrá imputar a la falta de acuse de recepción nuestro despacho del 28 de octubre. Así es como terminará todo esto. <<

[173] ¡Demóstenes, te reconozco por la piedra que escondes en tu boca de oro! <<

[174] En esta miserable aldea morava. […] Hay que hacerle los honores de Brünn. <<

[175] ¡Ah, Excelencia! […] Tenemos que irnos aún más lejos. Ese malvado nos viene de nuevo pisando los talones. <<

[176] No, no, confiese que es una bella historia la del puente de Tabor. Lo han pasado sin un tiro. <<

[177] Que no ve más que fuego y olvida que debía hacer contra el enemigo. <<

[178] Es genial. El príncipe Auersperg se jacta de honor y hace arrestar al sargento. En fin, confiese que es una historia simpática toda esta estratagema del puente Tabor. No es ni estupidez ni cobardía… <<

[179] Tal vez sea traición. <<

[180] Tampoco. Este asunto pone a la Corte en una situación sumamente embarazosa. No es traición, ni cobardía, ni estupidez; es como lo de Ulm… […] Es… es lo de Mack. Estamos mackados. <<

[181] Querido, eso es heroísmo. <<

[182] Querido amigo, es usted un héroe. <<

[183] A ese ejército ruso, al que el oro de Inglaterra ha traído desde el más lejano confín del universo, le haremos probar la misma suerte que al de Ulm. <<

[184] Ésas son las delicias del campo, señor príncipe. <<

[185] Os harán bailar. <<

[186] ¿Qué demonios está diciendo? <<

[187] Historia antigua […] El Emperador mostrará a vuestro Suvórov, como a los demás… <<

[188] Muy gracioso, mi señor príncipe. <<

[189] Ya sabes que estoy agobiado de trabajo y que sólo por pura caridad me ocupo de ti; y, además, sabes muy bien que lo que te propongo hacer es lo único factible. <<

[190] Encontrará en mi casa a la bella Elena, a la que nadie se cansa de contemplar. <<

[191] Espere, tengo algo preparado para usted esta tarde. <<

[192] Mi buena Elena, debe ser caritativa con mi pobre tía, que siente adoración por usted. Vaya a hacerle compañía diez minutos. <<

[193] ¡Y qué porte! <<

[194] Espero que nunca más dirá que se aburre uno en mi casa. <<

[195] Bien, los dejo en su rinconcito; veo que están muy bien en él. <<

[196] Dicen que está arreglando su casa de San Petersburgo. <<

[197] Eso está bien, pero no se marche de la casa del príncipe Vasili. Es bueno tener un amigo como el príncipe. Sé algo de eso. ¿Verdad? <<

[198] Todo esto es muy bonito, pero tiene que terminar. <<

[199] ¡Es un hombre tan bueno y excelente nuestro buen Viazmitínov! <<

[200] Es un partido muy brillante, pero la felicidad, querida… <<

[201] Los matrimonios se hacen en el cielo. <<

[202] Alina, ve a ver qué hacen. <<

[203] Nos llegan huéspedes, príncipe. […] Según he oído, es su Excelencia el príncipe Kuraguin con su hijo. <<

[204] Han llegado, María. <<

[205] ¿Todavía está así, querida princesa? Los recién llegados deben de estar ya en la sala; tendremos que bajar y usted ni se preocupa de arreglarse. <<

[206] No, María, francamente esto no te sienta. Me gustas más con tu vestidito gris de diario. No, por favor, hazlo por mí. <<

[207] Vamos, querida princesa… un pequeño esfuerzo más. <<

[208] No, déjenme. <<

[209] Por lo menos, cámbiate el peinado. Ya te lo decía yo. […] María tiene un rostro al que no le va esta clase de peinado. De ninguna manera. Cambiémoslo, por favor. <<

[210] Déjenme, déjenme, todo esto me es absolutamente igual. <<

[211] Te lo cambiarás, ¿verdad? <<

[212] Lo puso en la puerta… <<

[213] ¡Oh! Es la perla de las mujeres, princesa. <<

[214] Señorita de compañía. […] Es deliciosa la pequeña. <<

[215] ¡Pobre muchacha! ¡Es endiabladamente fea! <<

[216] ¡No, no, no!… Cuando su padre me escriba que se comporta bien, le daré mi mano a besar. Antes, no. <<

[217] No, princesa, estoy para siempre perdida en su corazón. <<

[218] ¿Por qué? Ahora la quiero más que nunca y trataré de hacer todo por su felicidad. <<

[219] Pero me desprecia; usted, tan pura, no podrá comprender nunca el extravío de la pasión. ¡Ah! Sólo mi pobre madre… <<

[220] Lo comprendo todo. <<

[221] ¡Ah, querida, querida! […] La suerte de mi hijo está en sus manos. Decida, querida y dulce María, a quien siempre he amado como a una hija. <<

[222] Querida, le diré que jamás olvidaré este instante; pero, querida mía, ¿no nos dará usted un poco de esperanza de conmover ese corazón tan bueno, tan generoso? Diga que tal vez… El porvenir es tan grande. Diga quizá. <<

[223] ¡Eres una buena pieza, mi niña! <<

[224] Eh, niños, a la cama, a dormir. <<

[225] Al jefe del gobierno francés. <<

[226] Pero que no hagan daño a mi caballito. <<

[227] Los húsares de Pavlograd. <<

[228] La reserva, Sire. <<

[229] Qué cosa tan terrible es la guerra. <<

[230] Herr general Wimplin, el conde de Langeron, el príncipe de Licchtenstein, el príncipe de Hohenlohe y Prsch… Prsch… y así sucesivamente, como todos los nombres polacos. <<

[231] Cállese, lengua viperina. <<

[232] Oh, mi querido general; yo me ocupo del arroz y de la carne; ocúpese usted de la guerra. <<

[233] Una lección de geografía. <<

[234] A fe mía. <<

[235] Querido mío, el viejo está de un humor de perros. <<

[236] Vaya a ver, amigo mío, si la tercera división ha rebasado ya la aldea. Diga que se detengan y esperen mis órdenes. <<

[237] Y pregunte si han colocado tiradores en las avanzadas. ¡Lo que hacen, lo que hacen! <<

[238] A fe mía, Majestad, haremos lo que esté en nuestro poder. <<

[239] Al diablo estos rusos. <<

[240] ¡Brava gente! <<

[241] Las municiones de las piezas de posición se han terminado, Sire. <<

[242] Haga avanzar las de la reserva. <<

[243] He aquí una hermosa muerte. <<

[244] Ha venido muy joven a enfrentarse con nosotros. <<

[245] ¿Y usted, joven? <<

[246] Es un tipo nervioso y bilioso…, no saldrá de ésta. <<

[247] Habría que inventarlo. <<

[248] Largo de aquí. <<

[249] Pero ¿qué diablos iba a hacer en esa galera? <<

[250] Mi buena amiga, temo que el dulce de esta mañana me haya hecho daño. <<

[251] Valor, ángel mío. <<

[252] No, es el estómago… Di que es el estómago, María…, dilo. <<

[253] Mi querido conde, usted es uno de mis mejores discípulos, es preciso que baile. […] Mire cuántas muchachas bonitas. <<

[254] No, querido; yo haré de mirón. <<

[255] Está medio loco; siempre lo he dicho. <<

[256] Lo más selecto de la verdadera buena sociedad y la flor y nata intelectual de San Petersburgo. <<

[257] Mucho mérito. <<

[258] El príncipe Hipólito Kuraguin, joven encantador; el señor Krug, encargado de negocios de Copenhague, un espíritu profundo, y el señor Shitov, un hombre de mucho mérito. <<

[259] Es la duda lo que halaga. <<

[260] Hay que saber distinguir entre el gabinete de Viena y el emperador de Austria. El Emperador no ha podido pensar nunca en semejante cosa, eso no lo sostiene más que el gabinete. <<

[261] Eh, mi querido vizconde […] Urupa… Uropa no será jamás una sincera aliada nuestra. <<

[262] Es imperativo que venga a verme […] El martes, de ocho a nueve. Me dará gran placer. <<

[263] Es la espada de Federico el Grande que yo… <<

[264] Ea, ¿con quién la tenéis, con vuestro rey de Prusia? <<

[265] Nada, no es nada. Sólo quería decir… […] Sólo quería decir que nos equivocamos al hacer la guerra por el rey de Prusia. <<

[266] Es muy malo su juego de palabras, muy espiritual, pero injusto… No hacemos la guerra por el rey de Prusia, sino por los buenos principios. ¡Qué malvado este príncipe Hipólito! <<

[267] Perdone, una tabaquera con el retrato del Emperador es una recompensa pero no una distinción. […] Más bien un regalo. <<

[268] Más bien hay precedentes: puedo citarle el caso de Schwarzenberg. <<

[269] Es imposible. <<

[270] El gran cordón es cosa distinta… <<

[271] Venga mañana a cenar… Tiene que venir… Venga. <<

[272] Sólo conozco dos males bien reales en la vida: el remordimiento y la enfermedad. Sólo en la ausencia de esos males está el bien. <<

[273] El prójimo. <<

[274] Pero no es como tú lo entiendes. <<

[275] Es muy curioso, te lo aseguro. <<

[276] Andréi, ¿por qué no me previniste? <<

[277] Encantada de verlo… Estoy muy feliz de verlo. <<

[278] Debes saber que es una mujer. <<

[279] Pero, querida mía, al contrario, deberías estarme agradecida de que explique a Pierre tu amistad íntima con ese joven. <<

[280] ¿De veras? <<

[281] Princesa, palabra, no quería ofenderla. <<

[282] Querría ver al gran hombre. <<

[283] Un momento, en seguida estoy con usted. <<

[284] Bien plantada y bella como el diablo. <<

[285] Otro solicitante. <<

[286] Sire, le pido la venia para conceder la Legión de Honor al más valiente de sus soldados. <<

[287] Al que más valerosamente se haya portado en esta última guerra. <<

[288] Su Majestad me permitirá que pida la opinión del coronel. <<

[289] A la griega. <<

[290] Comité de salvación pública. <<

[291] Sobrenombre. <<

[292] Es el gran artífice. <<

[293] Teme llegar tarde. <<

[294] El principio de las monarquías es el honor, me parece irrefutable. Ciertos derechos y privilegios de la nobleza me parecen medios para sostener ese sentimiento. <<

[295] Si enfoca la cuestión desde este punto de vista… <<

[296] De mujer encantadora, tan espiritual como bella. <<

[297] De si estaban o no los señores de la embajada. <<

[298] De la mujer más distinguida de San Petersburgo. <<

[299] Aquélla será mi mujer. <<

[300] Encantado de verlos. <<

[301] Dispone todo a su antojo. <<

[302] Ser hombre. <<

[303] El placer de sentirse cortejadas. […] Y Natalia, hay que admitirlo, es muy sensible. <<

[304] En el territorio de la Ternura. <<

[305] Ya sabe que entre primos la intimidad lleva a veces al amor. Los primos son peligrosos vecinos, ¿verdad? <<

[306] Los casamientos se hacen en el cielo. <<

[307] De malas maneras. <<

[308] Es encantador, no tiene sexo. <<

[309] Forzar la consigna. <<

[310] La bilis y el delirio. Tranquilícese, volveré mañana. <<

[311] El duque de Oldenburgo lleva su desgracia con una fuerza de ánimo y una resignación admirables. <<

[312] Querido, con nuestros quinientos mil hombres sería fácil tener un buen estilo. <<

[313] Se muestra muy asiduo con ella. <<

[314] Hay que mostrarse melancólico. Y él se muestra muy melancólico con la señorita Karáguina. <<

[315] Rústicos árboles, vuestras oscuras ramas sacuden sobre mí las tinieblas y la melancolía. <<

[316] La muerte es consoladora y la muerte es tranquila: / ¡Oh! Contra los dolores no hay otro asilo. <<

[317] Hay algo encantador en la sonrisa de la melancolía. Es como un rayo de luz en la sombra, un matiz entre el dolor y la desesperación, que muestra que el consuelo es posible. <<

[318] Venenoso alimento de una alma demasiado sensible, / tú, sin quien me es imposible la felicidad, / tierna melancolía, ah, ven a consolarme / ven a calmar los tormentos de mi retiro sombrío / y mezcla secreta dulzura / al llanto que siento fluir… <<

[319] Siempre tan encantadora y melancólica nuestra querida Julie. <<

[320] Querido, sé de muy buena fuente que el príncipe Vasili envía a su hijo a Moscú para casarlo con Julie. <<

[321] Natalia, los cabellos. <<

[322] Dólojov, el persa. <<

[323] ¿Verdad que es admirable este Duport? <<

[324] Son las mujeres bonitas. […] Será la más bonita de todas. Venga, querida condesa, y en prenda deme esa flor. <<

[325] Adoro a las jovencitas. <<

[326] ¡Oh! ¡Deliciosa! ¡Encantadora! <<

[327] Gasa metálica. <<

[328] Está loco, loco de amor por usted. <<

[329] ¡Qué deliciosa! Aunque ame a alguien, amiga mía, ésa no es razón para que se recluya en un claustro; y aunque estuviese prometida, creo que su novio desearía que se dejara ver en sociedad durante su ausencia antes de morir de aburrimiento. <<

[330] Una palabra, una sola, en nombre de Dios. <<

[331] ¡Ah, qué pie, mi querido, qué mirada! ¡Una diosa! <<

[332] Si en mi salón usted se permite… <<

[333] No seré violento, no tema. <<

[334] Como hombre de honor. <<

[335] Tras las huellas de Monsieur [tras lo que otro despreció]. <<

[336] Señor hermano mío, consiento en devolver el ducado al duque de Oldenburgo. <<

[337] Los buenos principios. <<

[338] Derramar la sangre de sus pueblos. <<

[339] Moscú, la ciudad santa. <<

[340] ¡Esta vez sí que iremos lejos! ¡Oh, cuando él se mezcla en el asunto es que va de veras! ¡Míralo! ¡Viva el Emperador!… Ahí están las estepas de Asia… Un feo país. Hasta la vista, Beauché; te reservaré el mejor palacio de Moscú… Hasta la vista. Buena suerte… ¿Has visto al Emperador? ¡Viva el Emperador!… Si me nombran gobernador de la India, Gérard, te haré ministro de Cachemira. ¡Viva el Emperador! ¡Viva! ¡Cómo huyen esos picaros cosacos! ¡Viva el Emperador! ¿Lo ves? Yo lo he visto dos veces como te veo a ti. El pequeño cabo. Lo vi cuando imponía la cruz a uno de los veteranos. ¡Viva el Emperador! <<

[341] Al que quiere perder, le quita la razón. <<

[342] El rey de Nápoles. <<

[343] ¡Viva el rey! <<

[344] ¡Estos infelices no saben que mañana los dejo! <<

[345] Os hice rey para que gobernaseis a mi manera y no a la vuestra. <<

[346] De Bal-machéve. […] Encantado de conocerlo, general. <<

[347] Y bien, general, al parecer ahora sólo queda la guerra. <<

[348] Sire, mi señor el Emperador no desea en absoluto la guerra, como Su Majestad puede ver. <<

[349] Realeza obliga. <<

[350] ¡Oh, mi querido general! Deseo de todo corazón que los Emperadores lleguen a un acuerdo y que esta guerra, comenzada a mi pesar, concluya lo antes posible. <<

[351] No lo entretengo más, general: deseo éxito a su misión. <<

[352] Démelo, yo se lo haré llegar al Emperador. <<

[353] Sire, el Emperador mi señor… <<

[354] Los estremecimientos de mi pantorrilla izquierda son una señal para mí. <<

[355] Todo eso lo habría debido a mi amistad. ¡Qué hermoso reinado! ¡Qué hermoso reinado! […] ¡Qué magnífico reinado habría podido ser el del emperador Alejandro! <<

[356] ¡Un soberano no debe intervenir en el ejército más que cuando es general! <<

[357] Le doy mi palabra de honor de que tengo quinientos treinta mil hombres a este lado del Vístula. <<

[358] Y sin embargo, ¡qué hermoso reinado habría podido tener su Soberano! <<

[359] No lo entretengo más, general; recibirá mi carta al Emperador. <<

[360] Moscú, la santa. <<

[361] Tal como todos los caminos llevan a Roma, todos los caminos llevan a Moscú. <<

[362] Que el Emperador le tire a uno de la oreja. <<

[363] Bien: ¿no dice nada, admirador y cortesano del emperador Alejandro? <<

[364] Adiós, Andréi. Recuerda que el dolor nos lo envía Dios y que los hombres no son nunca culpables. <<

[365] Clave. <<

[366] Imbécil… al diablo con todo… de aquí no saldrá nada bueno. <<

[367] Sería una guerra según todas las reglas de la táctica. <<

[368] Ya he dicho que todo esto se iría al diablo. <<

[369] En cuanto al que ha aconsejado este campamento de Drissa. […] En cuanto a éste, Sire, que ha aconsejado el campamento de Drissa, no veo más solución que el manicomio o la horca. <<

[370] De este señor italiano, está muy bien […] También está bien. <<

[371] Juego de niños. <<

[372] ¿No es verdad, Excelencia? <<

[373] Sí, sí: ¿qué más hay que explicar? <<

[374] ¡Me rindo! <<

[375] Comienza a ser peligroso hablar en francés por las calles. <<

[376] El honorabilísimo señor que me ha precedido. […] A quien no tengo el honor de conocer. <<

[377] Carne de cañón. <<

[378] Mi buena amiga. <<

[379] Al salón diplomático de mi hija. <<

[380] Un hombre de mucho mérito. <<

[381] Todos sus esfuerzos se perderán en vano. <<

[382] Bueno: ¿saben ustedes la gran noticia? ¡El príncipe Kutúzov es mariscal! […] Por fin hay un hombre. <<

[383] Pero dicen que está ciego, príncipe. <<

[384] Vamos, ve lo suficiente. <<

[385] Cuentan que se ruborizó como una señorita a quien le leyeran Joconde [de La Fontaine] diciéndole: “el Soberano y la patria te conceden este honor”. <<

[386] Puede que el corazón no tomara parte en eso. <<

[387] Obstáculos. <<

[388] ¿Sabe lo que ha dicho al Emperador? […] Lo conozco hace mucho tiempo. <<

[389] Moscú, la capital asiática de este gran imperio, la ciudad sagrada de los pueblos de Alejandro; Moscú, con sus innumerables iglesias en forma de pagodas chinas. <<

[390] Inteligentísimo y muy hablador. <<

[391] Si se da la batalla dentro de tres días, la ganarán los franceses, pero si se da más tarde, sólo Dios sabe qué puede ocurrir. <<

[392] El joven cosaco hizo sonreír a su poderoso interlocutor. <<

[393] En aquel hijo del Don. <<

[394] Mademoiselle Bourienne les hará los honores de Boguchárovo. <<

[395] Todo llega oportunamente a quien sabe esperar. <<

[396] No quieren saber nada: ahí está el mal. <<

[397] En la duda, amigo mío, abstente. <<

[398] Entren en sí mismos y en esa barca y procuren que no se convierta para ustedes en una barca de Caronte. <<

[399] Cuando se… <<

[400] Pobre señor. <<

[401] Es la comidilla de todo Moscú. Lo admiro a usted, palabra de honor. <<

[402] Quien se excusa, se acusa. <<

[403] Un poquitín enamorada del joven. <<

[404] Yo le haré los honores del campamento. <<

[405] ¡Bueno! Entonces sabes más que cualquiera. <<

[406] La guerra debe ser llevada al espacio. No puedo expresarle la alta estima en que tengo esa idea. <<

[407] Sí […] puesto que el objetivo consiste en debilitar al enemigo, no hay que reparar en la pérdida de hombres. <<

[408] Llevarla al espacio. <<

[409] Fuerte, fuerte, sigue. <<

[410] ¡Nada de prisioneros! […] Se hacen demoler. Peor para el ejército ruso. Sigue, fuerte. […] Bueno, que entre M. de Beausset, y también Fabvier. <<

[411] Hasta pronto. <<

[412] Sire, todo París lamenta su ausencia. <<

[413] Siento haberlo obligado a hacer un viaje tan largo. <<

[414] Sire, esperaba por lo menos encontrarlo a las puertas de Moscú. <<

[415] ¡Breve y enérgica! <<

[416] Vuestra Majestad es demasiado bondadoso <<

[417] Todo será hecho con orden y método. <<

[418] Y que la faz del mundo habría cambiado. <<

[419] La suerte estaba echada y no se podían volver atrás. <<

[420] Casa de la Emperatriz. <<

[421] Y bien, Rapp, ¿cree que haremos negocio hoy? <<

[422] ¡Sin duda alguna, Sire! <<

[423] ¿Recuerda, Sire, lo que hizo el honor de decirme en Smolensk? […] La suerte está echada y no se puede volver atrás. <<

[424] Este pobre ejército está diezmado después de Smolensk. La fortuna es una verdadera cortesana, Rapp, siempre lo he dicho y ahora comienzo a experimentarlo. Pero, la Guardia, Rapp, la Guardia, ¿está intacta? <<

[425] ¿Han repartido las galletas y el arroz a los regimientos de la Guardia? <<

[426] ¿También el arroz? <<

[427] Eso es todo. <<

[428] Mañana tendremos que habérnoslas con Kutúzov. <<

[429] ¡Ah! ¡Uno de los viejos! <<

[430] El calor latente. <<

[431] El bautismo de fuego. <<

[432] Gran reducto, reducto fatal y reducto del centro. <<

[433] Dígale al rey de Nápoles que… mediodía y que no veo clara mi jugada. Vaya… <<

[434] Y bien ¿qué ocurre ahora? <<

[435] Pato al que hemos hecho águila. <<

[436] Un fuego infernal. <<

[437] Váyase usted a… <<

[438] De los hombres de hierro. <<

[439] De haces de banderas y águilas enemigas. <<

[440] A ochocientas leguas de Francia no permitiré que mi Guardia sea destruida. <<

[441] El viejo señor […] se ha instalado cómodamente. <<

[442] Del viejo señor. <<

[443] De la obstinación del viejo señor. <<

[444] ¿Entonces no piensas, como los otros, que estamos obligados a retiramos? <<

[445] Todo lo contrario, Alteza; en las situaciones indecisas es siempre el más obstinado quien vence. Y mi opinión… <<

[446] ¡Quieren más todavía! <<

[447] ¡Dádselo! <<

[448] El campo de batalla ha estado soberbio. <<

[449] Mi cabeza, buena o mala, no puede contar más que con ella misma. <<

[450] ¡Bueno, señores! ¡Ya veo que soy quien tiene que pagar los vidrios rotos! <<

[451] ¡Ya está el egoísmo y la crueldad de los hombres! No podía esperar otra cosa. <<

[452] Bueno, sí, puede ser… <<

[453] Usted no se digna descender hasta mí, usted… <<

[454] Jesuita vestido de seglar. <<

[455] De sotana. <<

[456] Elena, tengo algo que decirte. […] He tenido noticias de ciertos proyectos referentes a… ya lo sabes. Bueno, querida, tú sabes que mi corazón de padre se alegra de saber que… Has sufrido tanto… Pero, querida mía, no consultes más que tu corazón… ¡No te digo más! <<

[457] Oiga, Bilibin… Dígame como a una hermana qué debo hacer. ¿Cuál de los dos? <<

[458] No me coge usted [desprevenido]; como buen amigo, he pensado muchas voces en este asunto. <<

[459] ¡Éste es un verdadero amigo! Pero es que yo amo tanto a uno como al otro y no quiero causarles dolor alguno; daría mi vida por la felicidad de ambos. <<

[460] ¡Una verdadera mujer! Eso es plantear claramente un problema. Querría estar casada con los tres a un tiempo. <<

[461] ¡Oh, mamá! ¡No digas tonterías! Tú no entiendes nada. En mi posición, yo tengo ciertos deberes. <<

[462] Pero, mamá, ¿cómo no comprendes que el Santo Padre, que tiene facultad de conceder dispensas?… <<

[463] No, dígale que no quiero verlo, que estoy furiosa con él porque ha faltado a su palabra. <<

[464] ¡Todos los pecados tienen perdón, condesa! <<

[465] Y ahora, querido amigo, ruego al Señor que lo tenga bajo su santa y poderosa protección. Su amiga, Elena. <<

[466] Proezas. <<

[467] ¡Ya estamos! <<

[468] Estamos en vísperas de un desastre público y no me queda tiempo de ser amable con cuantos vienen a hablar conmigo. […] Bueno, amigo mío, ¿y qué hace usted personalmente? <<

[469] Un consejo de amigo, querido. Váyase lo antes posible; no le digo más. A buen entendedor… […] de los santos padres de la Compañía de Jesús. <<

[470] ¡He aquí, por fin, la ciudad famosa! ¡Ahí está Moscú la Santa, la urbe asiática de innumerables iglesias! ¡Ya era hora! […] “Una ciudad ocupada por el enemigo es como una doncella que ha perdido su honor.” <<

[471] Pero mi clemencia está siempre dispuesta a descender sobre los vencidos. <<

[472] Que me traigan a los boyardos. <<

[473] Mi querida, mi tierna, mi pobre madre. <<

[474] Establecimiento dedicado a mi querida madre […] Casa de mi madre. <<

[475] Habrá que decírselo, de todas maneras. […] Pero, señores… <<

[476] ¡Moscú desierta! ¡Qué acontecimiento tan inverosímil! <<

[477] El efecto teatral había fallado. <<

[478] Mantener la tranquilidad en Moscú y hacer salir a sus habitantes. <<

[479] Ahí está el populacho, la hez de la población, la plebe, a la que han soliviantado con su estupidez. Necesita una víctima. <<

[480] El populacho es terrible y odioso. Son como lobos que no se sacian más que con la carne. <<

[481] Yo tenía otros deberes. Había que calmar al pueblo. Otras muchas víctimas han muerto y mueren por el bien público. <<

[482] Mi línea de conducta habría sido bien distinta. <<

[483] He matado dos pájaros de un tiro. <<

[484] ¡Retiradme esto! <<

[485] Aquellos miserables habían irrumpido en la sagrada ciudadela, se habían apoderado de los fusiles del arsenal y disparaban (¡miserables!) contra los franceses. Algunos fueron rematados a sablazos y se limpió al Kremlin de su presencia. <<

[486] Patriotismo feroz de Rastopchin. <<

[487] ¿Es usted el amo? <<

[488] Hospedaje, hospedaje… alojamiento. […] Los franceses somos buenos chicos, qué diablo. ¡Vaya! ¡No nos enfademos, viejito! <<

[489] Ah, sí, díganme, ¿no habla nadie francés en esta casa? <<

[490] ¿No está herido? <<

[491] Creo que no… pero esta vez por un pelo… ¿Quién es este hombre? <<

[492] ¡Lamento tanto lo que ha sucedido! […] ¡Es un loco, un desventurado que no sabe lo que hace! <<

[493] ¡Canalla, me las pagarás! […] Nosotros somos clementes después de la victoria, pero no perdonamos a los traidores. <<

[494] Usted me ha salvado la vida. ¡Usted es francés! <<

[495] ¡A otro con eso! […] Ya me contará toda la historia. Encantado de encontrar a un compatriota. Bien, ¿qué hacemos con este hombre? <<

[496] ¡Usted me ha salvado la vida! Usted es francés. ¿Me pide que lo perdone? Se lo concedo. Que se lleven a ese hombre. <<

[497] Ya se os llamará cuando hagáis falta. <<

[498] Mi capitán, en la cocina tienen sopa y pierna de cordero. ¿Se lo traigo? <<

[499] Sí, y también el vino. <<

[500] Le debo la vida y le ofrezco mi amistad. Un francés no olvida nunca un insulto ni un favor. Le ofrezco mi amistad. No le digo más. <<

[501] Capitán Ramballe, del 13.° ligero, condecorado por la acción del día 7. […] ¿Puedo saber con quién tengo el honor de conversar tan agradablemente, en vez de estar en la ambulancia con la bala de aquel loco en el cuerpo? <<

[502] Por favor. Comprendo sus razones, seguramente es usted oficial o jefe… Ha combatido contra nosotros, pero eso no es cosa mía. Le debo la vida y eso me basta. Soy todo suyo. ¿Es usted gentilhombre? […] Dígame su nombre de pila, si no le molesta. No le pido más, ¿Pierre, dice?… Magnífico. No deseo saber más. <<

[503] Sí, mi querido monsieur Pierre, le estoy muy agradecido por haberme salvado… de aquel loco… Ya tengo, sabe usted, bastantes balas en el cuerpo. Aquí una […] es de Wagram y dos de Smolensk. […] Y esta pierna, ya lo ve, no funciona bien. Fue en la gran batalla del día 7, en el Moskova… ¡Dios mío! Era hermoso, merecía la pena de verse, un diluvio de fuego. Nos dieron ustedes bastante que hacer, ya pueden estar orgullosos, ¡al diablo! A fe mía y a pesar de la tos que me gané, volvería a empezar ahora mismo. Compadezco a quienes no lo han visto. <<

[504] Yo estuve allí. <<

[505] ¡Oh! ¿De veras? Tanto mejor. […] Son ustedes unos enemigos de cuidado. El gran reducto se mantuvo firme, ¡caray! Y nos lo hicieron pagar caro. Tuve que ir al ataque tres veces, tal como me ve. Tres veces llegamos a los cañones y las tres nos echaron atrás como monigotes. Era magnífico, monsieur Pierre. Sus granaderos estuvieron soberbios ¡por Dios! Los vi seis veces seguidas cerrar sus filas y marchar como en una parada. ¡Qué hombres! Nuestro rey de Nápoles, que de eso entiende, tuvo que gritar: “¡bravo!”. ¡Oh, oh!… Es un soldado como nosotros […] Tanto mejor, tanto mejor, monsieur Pierre. Terribles en la batalla… galantes… […] con las mujeres así son los franceses, ¿no es verdad, monsieur Pierre? <<

[506] A propósito, dígame: ¿es verdad que todas las mujeres se han ido de Moscú? ¡Qué idea tan extraña! ¿Qué podían temer? <<

[507] ¿Acaso las mujeres francesas no huirían de París si entraran allí los rusos? <<

[508] ¡Ja, ja, ja! ¡Esto sí que es bueno! ¿París? Pero, París… París… <<

[509] Bueno, si no hubiera dicho que era ruso, habría apostado que era parisién. Tiene usted un no sé qué… <<

[510] He estado en París. Viví allí varios años. <<

[511] Ya se ve, ya se ve. ¡París!… Un hombre que no conoce París es un salvaje. Los parisienses notan a dos leguas de distancia. París es Taima, la Duchesnois, Potier, la Sorbona, los bulevares… […] No hay más que un París en el mundo. Usted ha estado en París y sigue siendo ruso; pues bien, no lo estimo menos por eso. <<

[512] Volviendo a sus mujeres, dicen que son muy hermosas. ¡Qué absurda idea esa de ir a sepultarse en las estepas cuando el ejército francés está en Moscú! ¡Qué gran oportunidad se han perdido! Sus mujiks, es otra cosa; pero ustedes, las gentes civilizadas, deberían conocernos mejor. Hemos conquistado Viena, Berlín, Madrid, Nápoles, Roma, Varsovia, todas las capitales del mundo… Nos temen, pero también nos aman. Es un placer conocernos. Y además, el Emperador… <<

[513] El Emperador […] Acaso el Emperador… <<

[514] ¡El Emperador! Es la generosidad, la clemencia, la justicia, el orden, el genio: eso es el Emperador. Se lo digo yo, Ramballe. Aquí donde me ve, hace ocho años era su enemigo. Mi padre fue un conde emigrado… Pero ese hombre me ha vencido. Me tiene en un puño. No pude resistir el espectáculo de la grandeza y la gloria con que ha cubierto Francia. Cuando comprendí lo que quería, cuando vi que nos preparaba un lecho de laureles, no pude menos que decirme: “Éste es un soberano”, y me entregué a él. Eso es. ¡Sí, amigo mío! Es el hombre más grande de los siglos pasados y venideros. <<

[515] ¿Está en Moscú? <<

[516] No, hará su entrada mañana. <<

[517] ¡Encantador este coronel de los würtemburgueses! Es alemán, pero buen tipo, si lo hubo. Aunque es alemán. <<

[518] A propósito, ¿sabe alemán usted? <<

[519] ¿Cómo se dice asilo en alemán? <<

[520] Los alemanes son unas bestias, ¿verdad, monsieur Pierre? Y bien, otra botella de ese burdeos moscovita, ¿eh? Morel, nos calentará otra botella. ¡Morel! <<

[521] Parece que estamos tristes. […] ¿Lo he ofendido tal vez? No, de veras, ¿tiene usted algo contra mí? ¿Tal vez se debe a la situación? <<

[522] Palabra de honor, aun sin hablar de lo que le debo, siento amistad por usted. ¿Puedo serle útil en algo? Disponga de mí para la vida o la muerte. Se lo digo con la mano en el corazón. <<

[523] Sí, amigo mío, caprichos de la fortuna. ¿Quién iba a decirme que sería soldado y capitán de dragones al servicio de Bonaparte, como lo llamábamos en otro tiempo? Y, sin embargo, aquí estoy en Moscú con él. Tiene que saberlo usted, amigo. Mi nombre es uno de los más antiguos de Francia. <<

[524] Pero todo esto no es más que la puesta en escena de la vida; el fondo es el amor… ¡El amor! ¿No es cierto, monsieur Pierre? ¿Otro vaso? <<

[525] El amor de los carreteros […] el amor de los tontos. <<

[526] Recuerdos de Alemania, donde asilo se dice Unterkunft, los maridos comen coles y las muchachas son demasiado rubias. <<

[527] ¡Toma! <<

[528] El amor platónico, las nubes… <<

[529] ¿Qué busca ése ahí? <<

[530] Un niño en aquella casa. ¿No han visto a un niño? <<

[531] ¡Toma! ¿Qué cuenta ése? ¡Vete a paseo! <<

[532] ¿Un niño? […] He oído gimotear a alguien en el jardín. Puede ser su chaval, de ese tipo. Hay que ser humanos… <<

[533] ¡Daos prisa, vosotros! ¡Comienza a hacer calor! <<

[534] ¡Ahí tienes a tu chaval! ¡Ah! Es una niña, ¡tanto mejor! ¡Hasta la vista, muchacho! Hay que ser humanos… Todos somos mortales, comprendéis… <<

[535] ¡Deja a esa mujer! <<

[536] ¡Vamos, nada de locuras! <<

[537] Tiene un puñal, teniente. <<

[538] ¡Ah! Un arma. […] Bueno, se lo explicarás al consejo de guerra. […] ¿Habla francés? <<

[539] No tiene aspecto de hombre de pueblo. <<

[540] ¡Oh! ¡Oh! Me parece que es un incendiario. […] Pregúntale quién es. <<

[541] No les diré quién soy. Soy un prisionero; llévenme. <<

[542] ¿Qué dice? Me trae a mi hija, a la que he salvado de las llamas. <<

[543] Dicen que la pobre condesa está muy mal. El médico habla de una angina de pecho. <<

[544] Angina. ¡Ah, es una enfermedad terrible! <<

[545] Dicen que los rivales se han reconciliado gracias a la angina. <<

[546] Según cuentan, el viejo conde es conmovedor. Lloró como un niño cuando el médico le dijo que el caso es peligroso. <<

[547] ¡Ah! Sería una terrible pérdida: es una mujer embrujadora. <<

[548] Hablan ustedes de la pobre condesa […] He enviado por noticias de ella. Me dicen que está un poco mejor… ¡Oh! Sin duda, es la mujer más encantadora del mundo. […] Pertenecemos a dos bandos diferentes, pero eso no impide que la estime como se merece. ¡Es tan desgraciada! <<

[549] Sus informaciones pueden ser mejores que las mías […] pero sé de buena fuente que ese médico es un hombre inteligentísimo y muy hábil. Es el médico de cabecera de la reina de España. <<

[550] El Emperador devuelve las banderas austríacas, banderas amigas y perdidas, que ha encontrado al borde del camino. <<

[551] Tal vez se trate del camino de Varsovia. <<

[552] Ya verán. <<

[553] Aunque extranjero […] era ruso de corazón. <<

[554] Cuyas llamas habían iluminado su camino. <<

[555] ¿Me trae malas noticias, coronel? <<

[556] Muy tristes, señor: el abandono de Moscú. <<

[557] ¿Se habría entregado sin lucha mi antigua capital? <<

[558] ¿Ha entrado ya el enemigo en la ciudad? <<

[559] Sí, Majestad. Moscú está reducida a cenizas. La he dejado en llamas. <<

[560] Veo, coronel, en todo lo que sucede, que la Providencia nos exige grandes sacrificios. Estoy pronto a someterme en todo a su voluntad: pero dígame, Michaux, ¿cómo ha dejado al ejército, visto que abandonaba así mi antigua capital, sin un solo disparo? ¿No ha notado muestras de desaliento? <<

[561] Señor, ¿me permitís hablaros abiertamente, con lealtad militar? <<

[562] La exijo siempre, coronel. No me oculte nada, quiero saber absolutamente de que se trata. <<

[563] Majestad, Majestad, he dejado a todo el ejército, desde los jefes hasta el último soldado, sin excepción, en un estado de temor espantoso, terrible. <<

[564] Pero, ¿cómo? ¿Mis rusos se dejarán abatir por la desdicha?… ¡Jamás! <<

[565] Señor, sólo temen que Vuestra Majestad, llevado por la bondad de su corazón, se deje persuadir y llegue a firmar la paz. Arden en deseos de combatir y de probar a Vuestra Majestad, aun con el sacrificio de sus vidas, toda la devoción que os tienen… <<

[566] Bien, vuelva al ejército […] Y diga a nuestros valientes, diga a todos nuestros buenos súbditos, por dondequiera que pase, que, cuando no me queden más soldados, yo mismo me pondré a la cabeza de mis queridos nobles y de mis buenos campesinos y agotaré así hasta los últimos recursos de mi imperio, que me ofrece más de lo que mis enemigos piensan. […] Pero si estuviera decretado en los designios de la divina Providencia que mi dinastía había de dejar de reinar en el trono de mis antepasados, entonces, tras haber agotado todos los medios que hay en mi poder, dejaré crecer mi barba hasta aquí […] y marcharé a comer patatas con el último de mis campesinos, antes que firmar la vergüenza de mi patria y de mi querida nación, cuyo sacrificio sé apreciar… <<

[567] Coronel Michaux, no olvide lo que le digo aquí; puede ser que un día lo recordemos con placer. O Napoleón o yo. Ya no podemos reinar juntos. He aprendido a conocerlo y no me engañará más… <<

[568] Señor, Vuestra Majestad firma en este momento la gloria de su nación y la salvación de Europa. <<

[569] Más vale tarde que nunca. <<

[570] Querido, entre otras cosas, que eres demasiado asiduo para con la rubia. <<

[571] Hay modos y modos. <<

[572] Que había salvado de las llamas <<

[573] El que no quiere confesar su nombre. <<

[574] ¿Quién es usted? <<

[575] Mi general, usted no puede conocerme, porque yo no lo he visto nunca. <<

[576] Es un espía ruso. <<

[577] No, Excelencia. No, Excelencia […] usted no ha podido conocerme. Soy un oficial de la milicia y no he salido de Moscú. <<

[578] ¿Cómo puede probarme que no miente? <<

[579] ¿Cómo puede probarme la verdad de lo que dice? <<

[580] Usted no es quien dice. <<

[581] ¡Tiradores del 86, adelante! <<

[582] Esto les enseñará a seguir incendiando. <<

[583] ¡Hija mía! La quiero y la conozco desde hace mucho tiempo. <<

[584] Gracias por haber venido, querida. <<

[585] La primera columna avanza… […] la segunda columna avanza. <<

[586] Merodeando. <<

[587] Se hiciera volver a los popes. <<

[588] Que su genio no había imaginado nada más profundo, hábil y admirable. <<

[589] Cuánto sol, ¿verdad, M. Kiril? Diríase que estamos en primavera. <<

[590] Si se hicieran las marchas con un tiempo como éste… <<

[591] Además, M. Kiril, ya lo sabe: no tiene más que decir una palabra al capitán. ¡Oh! Es un… que no olvida. Dígaselo al capitán cuando haga la inspección, hará cuanto pueda por usted… <<

[592] ¿Sabes, Saint-Thomas?, me decía el otro día: Kiril es un hombre culto que habla francés; es un señor ruso que ha sufrido desgracias, pero es un hombre. Comprende las cosas… Si necesitara algo, que me lo diga, no le negaré nada. Cuando una persona ha hecho estudios, sabes, le gusta la instrucción y la gente educada. Por usted lo digo, monsieur Kiril. En el asunto del otro día, si no llega a ser por usted, las cosas habrían ido mal. <<

[593] Está bien, está bien, gracias, pero te habrán quedado retales. <<

[594] Gracias, gracias, amigo, ¿y los retales? <<

[595] ¡Platoche, eh, Platoche! ¡Tómalos para ti! <<

[596] Cabo, ¿qué van a hacer del enfermo? <<

[597] Corred. <<

[598] Y bien, ¿qué sucede? <<

[599] Podrá andar, ¡qué diablos! <<

[600] No, está agonizando… <<

[601] ¿Quiere tener la amabilidad…? <<

[602] ¡Adelante! ¡Maldita sea…! ¡Adelante, por treinta mil diablos! <<

[603] Los grandes batallones tienen siempre razón. <<

[604] ¡Ah, es usted! […] ¿Quiere comer algo? No tenga miedo… nadie le hará daño. […] Entre, entre. <<

[605] Lanceros del 6.° <<

[606] ¿La contraseña? <<

[607] Dígame, ¿está aquí el coronel Gérard? <<

[608] Cuando un oficial hace la ronda, el centinela no le pregunta la contraseña. […] Pregunto si está aquí el coronel. <<

[609] ¡Ése es hueso duro de roer! <<

[610] Los hará correr como conejos. <<

[611] ¿Es usted Clément? ¿De donde diablos…? <<

[612] Si contaban ustedes con la cena, llegan tarde. <<

[613] ¡Esos bandidos están por todas partes! <<

[614] Es un fastidio ir arrastrando esos cadáveres con uno. Sería mucho mejor fusilar a todos esos canallas. <<

[615] ¡A vuestros puestos! <<

[616] ¿Has comprendido, hijo? <<

[617] ¡Ha comprendido usted, voto a…! <<

[618] A él le da igual… ¡Bandido! <<

[619] Ya he hecho bastante de emperador; es hora de que haga de general. <<

[620] De lo sublime […] a lo ridículo no hay más que un paso. <<

[621] Caballero sin miedo y sin tacha. <<

[622] ¡Oh, mis buenos y valientes amigos! ¡Éstos son hombres! ¡Mis buenos amigos! <<

[623] ¡Viva Enrique IV! ¡Viva el rey valiente! […] Ese diablo de… <<

[624] “Que tuvo el triple talento / de beber, de combatir / y de galante ser… ” <<

[625] Eso sólo es para decirme que no tengo en qué comer… Al contrario, puedo proporcionarle a usted todo lo necesario, hasta para dar banquetes. <<

[626] Sólo para decirle lo que le he dicho. <<

[627] Es un sacrilegio hacer la guerra a un pueblo como el suyo. <<

[628] Se está usted fosilizando, amigo. <<

[629] Querida María, creo que está durmiendo; ¡estaba tan cansado! <<

[630] No, señor Dessalles; pediré a mi tía permiso para quedarme. <<

[631] Yo se lo llevaré en seguida, señor Dessalles; buenas noches. <<

[632] Sin fe ni ley. <<

[633] Lema. <<

[634] Contad conmigo. <<

[635] Abrir un camino. <<

[636] ¿Se encuentra indispuesto? <<

[637] Tolstói publicó estas páginas en 1888, en la revista Antigüedades Rusas, vol. III. Desde entonces han sido consideradas como “Apéndice” a su obra y así las publican casi todas las ediciones de Guerra y paz. <<

[638] Nota de Tolstói: Tras la publicación de la primera parte de mi novela y la descripción de la batalla de Schoengraben, conocí palabras de Nikolái Nikoláievich Muraviov-Karski a propósito de esa descripción, palabras que me confirman en mi convicción. Nikolái Nikoláievich Muraviov, general en jefe, declaró no haber leído nunca una descripción más exacta de aquella jornada, y añadió que por experiencia propia estaba persuadido de la imposibilidad de cumplir durante una batalla las órdenes del general en jefe. <<

[639] De todos modos, no se puede negar que el mismo Tolstói intentó «desgajar» ese texto final llamándolo Epílogo. Los epílogos suelen ser flecos, generalmente poco relacionados con la obra narrativa misma, bastante parecidos a los prólogos. Su función se asemeja a la de los marcos en las grandes pinturas: sólo sirven para enmarcar. <<