Prólogo de la autora

Siempre me gustó leer. Desde pequeña fui una lectora voraz de las novelas de género romántico que mi madre tenía en nuestra librería de casa. La veía a ella reír, emocionarse e incluso enfadarse y eso fue lo que día a día llamó mi atención para coger uno de esos libros.

Soy doña retos. Y cuando me reté para ver si era capaz de escribir un libro y lo conseguí, me volví a retar y así reto tras reto llegue al momento de escribir FUE UN BESO TONTO.

La idea de crear esta novela se me ocurrió al pensar cómo podría yo influir en la vida de un neurocirujano adinerado de clase alta, culto y poseedor de una gran fortuna y una joven inspectora de policía de clase media, que no cree en el amor y además es algo mal hablada.

¿Cómo podría yo hacer para que dos personas tan disparen se enamoraran?

Lo primero que pensé antes de comenzar la novela, era cómo se conocerían. Y decidí que sería a través de un beso tonto. De ahí el título Fue un beso tonto.

Después solo tuve que imaginarme a mi inspectora y al neurocirujano en acción y buscarle unos secundarios que estuvieran a su altura. Reconozco que me divertí muchísimo mientras escribía esta novela e imaginaba a mis amigas leyéndola mientras se reían.

Fue un beso tonto es una novela escrita para hacer sonreír. Es una novela en la que no paran de ocurrir cosas y en la que estás deseando un bonito final.

Hay quien ha leído la novela y ha dicho que no podía parar.

Ahora solo falta ver si tú eres una de ellas.

Un beso y espero que FUE UN BESO TONTO te guste mucho.

Megan Maxwell