De la correspondencia entre Edward Dressler, psiquiatra,

y el cardenal Francis Shaw

Boston, 14 de mayo de 1991

(…) Su Eminencia, nos hallamos sin duda ante un reincidente nato. Según me cuentan, es la quinta vez que le reasignan a otra parroquia. Las pruebas realizadas durante dos semanas nos confirman que no podemos arriesgarnos a hacerle convivir de nuevo con niños sin ponerlos en peligro. (…) No dudo en absoluto de su voluntad de arrepentimiento, pues ésta es firme. Dudo de su capacidad de controlarse. (…) No se puede permitir el lujo de tenerle en una parroquia. Más vale que le corte las alas antes de que esto explote. De lo contrario, no me hago responsable. Recomiendo un periodo de internamiento de al menos seis meses en el Instituto Saint Matthew.

Boston, 4 de agosto de 1993

(…) Por tercera vez he tratado con él (Karoski) (…) Debo decirle que el «cambio de aires», como usted lo llamó, no le ha ayudado en absoluto, antes al contrario. Comienza a perder el control con mayor frecuencia, y detecto indicios de esquizofrenia en su comportamiento. Es muy posible que en algún momento cruce del todo la línea y se convierta en otra persona. Eminencia, usted conoce mi devoción a la Iglesia, y entiendo la tremenda falta de sacerdotes, pero ¡bajar tanto el listón! (…) 35 han pasado por mis manos ya, Eminencia, y a algunos de ellos he visto con posibilidades de recuperación de forma autónoma (…) decididamente, Karoski no es uno de ellos. Cardenal, en raras ocasiones ha seguido Su Eminencia mi consejo. Le ruego que ahora si lo haga: persuada a Karoski de que ingrese en el Saint Matthew.