Un viaje en el tiempo realizado con la ayuda del cronógrafo puede durar de 120 segundos a 240 minutos: en el caso de Ópalo, Aguamarina, Citrina, Jade, Zafiro y Rubí el ajuste mínimo es de 121 segundos, y el máximo de 239 minutos Para evitar saltos incontrolados en el tiempo, los portadores del gen deben elapsar 180 minutos diariamente. Si el tiempo le sitúa por debajo de este límite, pueden producirse saltos incontrolados dentro de un plazo de veinticuatro horas (véanse las actas del 6 de enero de Enero de 1902 y el 17 de febrero de 1902, Timothy de Villiers).

Según investigaciones empíricas realizadas por el conde de Saint Germain en los años 1720 a 1730, un portador del gen puede elapsar diariamente con el cronógrafo un total de hasta cinco horas y media, es decir, 330 minutos. Si se supera dicho límite, aparecen dolores de cabeza y sensaciones de vértigo y debilidad, así como una importante merma de las capacidades perceptivas y coordinativas, liste dato pudo ser confirmado por los hermanos De Villiers en tres ensayos personales de características semejantes.

De las Crónicas de los Vigilantes, volumen 3, capítulo 1, «Los misterios del cronógrafo»