Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea
comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que
nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre
y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su
oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada
para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por
los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados.
Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y
deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las
aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida
de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.